CAPÍTULO 4

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CHRISTIAN GREY

Son tan solo las seis de la mañana y ya me encuentro en la oficina, la verdad me cuesta trabajo pensar que debo casarme, pero se que un simple papel no me detendrá para seguir mi vida de soltero y poseer a cualquier mujer que se me apetezca; necesito una esposa por dos razones muy importantes, la primera es porque ya no aguanto a mi familia y en especial a mi madre, la verdad nunca me han conocido una novia y tampoco me han visto acompañado de alguna mujer,
porque no soy el típico hombre que está acostumbrado a una sola mujer y con la que sueña llevarla al altar eso es para débiles y aunque no sea para débiles el amor no esta hecho para mi, busco una mujer para convertirla en mi esposa, pero que sea una dama en todo el sentido de la palabra y obviamente que sea hermosa, será llamada Señora Grey por lo tanto debe llevar en alto mi apellido, estoy dispuesto a darle una muy buena suma de dinero.
Y la segunda razón que me causa gracia es porque la gente piensa que soy gay incluso mi propia familia aunque a decir verdad me importa una mierda lo que la gente piense de mi.

•Jason Taylor el hombre encargado de mi seguridad, es él único que ha conocido la lista de mujeres con las que suelo pasar el rato, lo único que busco en ellas es placer y ellas me lo dan a cambio de obsequios lujosos, es lo único que reciben de mi, siempre lo he dicho el amor no es para mí.

•La única que sabe que ando en busca de una esposa de mentira es Elena; Elena es una buena amiga de mi madre así como una muy buena amiga para mí también, siempre me escucha y aconseja, ella prometió ayudarme, también se ofreció a casarse conmigo, según ella para ayudarme con esta situación pero obviamente le dije que no, que agradecía mucho su ayuda pero que no podía casarme con ella; mi madre se moriría de un infarto al corazón.

•Mi celular comienza a sonar, veo en la pantalla el nombre de Elena, creo que he invocado a esta mujer:

•Elena
-Christian, querido cómo estás?
•Trabajando Elena, dime que se te ofrece?
-Tengo noticias, que creó te interesarán.
•Bueno dime ya, habla sin rodeos mujer.
-Tengo una amiga su nombre es Carla y ella está muy interesada en que su hija se case con un buen prospecto que mantenga a su hija y por supuesto a ella. La chica es muy bonita, quién quita y te enamoras de ella.
•Elena el amor no fue echo para mi. Refunfuño, esque no entiende que solo quiero una esposa de mentira.
-Bueno, como tú digas querido, el punto de esta situación es: Te quieres reunir con la madre de esta chica ? Y así podrás conocer a la susodicha y luego decides si te parece o no!
•Perfecto, que haga una cita con Andrea para esta tarde. Ella sabe que esto debe hacerse con absoluta discreción?
-Por supuesto que si Christian.
•Una última cosa... Cuál es el nombre de la madre?
-Carla Adams.
•Perfecto, hasta luego Elena
-Adios querido.

•La llamada de Elena me ha dejado pensando; espero Carla haga la cita y venga a mí imperio, por supuesto que vendrá grita mi subconsciente, eres un hombre rico y además demasiado atractivo. Lo que más deseo es que esta gente sea discreta y obviamente que la chica sea preciosa y toda una dama. Aunque a decir verdad no debería esperar mucho de una mujer que esté dispuesta a casarse a cambio de un par de dólares.

•Mi día a transcurrido lo bastante rápido, cuando eres un hombre éxitoso, trabajador y por supuesto brillante siempre tienes una agenda lo bastante apretada.
Sin duda alguna en mi vida no hay espacio para el amor y tampoco lo necesito; miro el reloj que ando en mi muñeca izquierda y marcan las 4:15 de la tarde.

-Señor Grey ya está aquí su próxima cita, pero la señorita Mía quiere verlo.
•Está bien, dile que pase.
-Si señor.

•Puede que sea un hombre muy ocupado pero mi familia está primero.

-Hermaano Mayooor.
•Hola Mía, que te trae por aquí?
-Yo? Yo estoy muy bien y tú?
Sonrió ya que mi hermana es una dramática pero es a la única chica que quiero.
Disculpa Mía, me alegra que estes bien, yo también lo estoy.
-Bueno como sé muy bien que eres un hombre demasiado ocupado no te quitaré más tiempo, solo vine a recordarte que en 15 días es el baile de benefícencia.
•Si el baile. La verdad lo había olvidado por completo, pero con lo insistente que es Mía Grey no hay de que preocuparse.
-Vas a ir verdad?
•Claro que iré.
-Puedes llevar a alguna chica si gustas.
•Lo pensaré.
-Hasta pronto hermano mayor.
•Bye Mía, cuídate por favor.

•Al retirarse Mía, marco el número de Andrea:
-Si señor Grey?
•Andrea que pase mi cita, ah y quién es?
-Es la Señora Carla Adams.
•Okay, que pase. Y Andrea que nadie nos interrumpa.
-Si señor.
•Esto se puso interesante, esto es uno de los negocios más importantes; por supuesto se trata de una esposa que vas a comprar con dinero me reclama mi metido subconsciente.

-Buenas tardes Señor Grey.
•Buenas tardes Señora Adams, tome asiento y vamos directo al asunto por favor. Pero antes permítame un momento.

•Tomó mi celular y llamo a Taylor:
Taylor tráeme el acuerdo de confidencialidad.
-Enseguida señor.
En un par de minutos Taylor está tocando la puerta. Pasa
-Aquí tiene señor Grey.
•Puedes retirarte Taylor.
-Permiso.

•Ahora sí, Señora Adams me imagino que Elena le dijo que cuido muchísimo mi reputación y si usted quiere hacer negocios conmigo tendrá que firmar este acuerdo de confidencialidad, solo es para asergurarme que esto no saldrá de mi oficina.
-Y si no quiero? Qué pasa?
•Puede retirarse de mi oficina y por supuesto no hay negocio.
-Esta bien, lo voy a firmar, y ahora negociemos.
•Tan segura está que voy a querer a su hija como esposa?
-Mi hija es muy hermosa señor Grey.
•Eso esperó, vamos a negociar y luego conoceré a su hija si me parece que es la indicada, cerraremos este negocio. Entendido?
-Por supuesto.
•Quiero a una mujer que este casada conmigo durante dos años y desempeñe el papel de esposa ante la sociedad, y también en la casa, en que me cumpla como mujer eso dependerá si así yo lo desee. Ella, por la simple razón de ser mi esposa vivirá llena de lujos y por supuesto recibirá la una suma de dinero acordada.
-Le aseguró que ella cumplirá con todo eso, pero la suma son dos millones de dólares señor Grey.
•Dos millones de dólares? Jamás en mi vida pensé comprar una esposa y mucho menos por tanto.... Idiota me grita mi subconsciente.
-Por supuesto, mi hija quiere un millón para ella y el otro será para mi. Pienso que un millón para ella sería lo justo, va estar casada o más bien decir encerrada por dos años cumpliendo lo que usted le imponga.
•Está bien, serán dos millones de dólares. Pero esto se cerrará cuando conozco a su hija; por cierto Cuál es el nombre de ella?
-Anastasia, pronto la conocerá señor Grey, cómo me comunico con usted para acordar la cita?
•Aquí tiene mi tarjeta, allí está mi número.
-Fue un placer señor Grey, hasta luego.

-Fue un placer señor Grey, hasta luego

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