CAPÍTULO 58

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CHRISTIAN GREY

•Me siento terriblemente enfadado, maldito Jack Hyde, quiero matarlo no continúe dándole lo que realmente se merecía por Ana, está muy afectada, en este instante estoy con ella en la suite y desde que entré no ha dejado de abrazarme, su cuerpo tiembla y sus lágrimas no dejan de rodar por sus mejillas; debo controlar mi enojo no quiero asustar a Ana más de lo que ya se encuentra y mucho menos que piense que estoy enojado con ella.

*Tenias razón, debí escucharte y no haber venido a este viaje
•Tú no tienes la culpa de nada nena, eres demasiado buena para ver la maldad que hay en cada persona.
*Por un momento pensé que lograría su objetivo, tuve mucho miedo, pasar por esa situación es horrible.
•Tranquila, vamos a levantar una denuncia en su contra, te prometo que va pagar por lo que hizo
*No quiero que se vuelva acercar, Christian y tampoco deseo que esto se haga público.
•No lo volverá hacer amor y todo se mantendrá en bajo perfil, por eso no te preocupes de eso me encargaré yo.
*Me siento sucia Christian. Por qué los hombres son así conmigo?
•Quieres que preparé la tina, un baño con agua caliente te ayudará a relajarte.
*Tu no entiendes, estoy sucia y marcada
•Dime que Jack no te hizo daño, que Andre logró llegar a tiempo.
*Intento tocarme y besarme pero no pasó nada más; aún no sé como Andre se dio cuenta que Jack estaba en mi habitación.
Ana continúa llorando y eso aumenta mi enojo contra Jack.
Ven necesitas una ducha
*No creo que el agua logré quitarme lo sucia que me siento.
Cierro mis ojos e inhalo con fuerza sé el rumbo que está tomando está conversación.
*Jack no lo logró pero hay algo que quiero contarte.
Me acercó a ella y la envuelvo nuevamente en mis brazos.
Nena hoy necesitas descansar, mañana hablaremos de lo que tú quieras, yo estaré aquí para escucharte, lo prometo
*Christian es de mi pasado y la maldita razón por las que tengo pesadillas.
•Hablar de eso en este momento te ocasionará más dolor, ahora yo necesito que mi esposa descanse sí? ya mañana me contarás todo lo que desees y te prometo que escuche lo que escuche seguiré aquí, para cuidarte sí?
*Necesito contártelo
•Quieres hablar de eso en este momento?
*Si, necesito sacar esto
•Está bien nena, pero primero necesitas una ducha y luego hablaremos.
*Esta bien
Cargo a Ana y la llevo al baño, la siento sobre el retrete, mientras abro el grifo de la tina y espero que se llene me acerco a ella y me coloco a su altura, ella me desvía la mirada, se siente culpable y ella no tiene culpa de nada. Maldito desgraciado juro que pagarás por esto.
Hey mírame, paso mis pulgares por sus mejillas tratando de limpiar el rastro que han dejado sus lágrimas
Ya todo paso, no te sientas culpable.
*Tengo miedo
•Miedo a qué?
*A perderte
•Vuelvo abrazarla, eso no va a suceder, aquí estoy y estaré siempre.
*No se ni cómo empezar a contarte todo.
•Encontrarás las palabras adecuadas cuando estés lista, ahora es momento de bañarte.
*Yo lo haré, déjame sola por favor.
•No nena, no te dejaré sola, lo siento pero no lo haré.
*Por favor permite que me bañe sola.
•Dije que no Ana, no voy a dejarte solo en estás condiciones.
*Entonces espero que disfrutes la decepción
•Hey por qué dices eso?
*Porque no tengo un cuerpo perfecto al contrario tengo cicatrices que me recuerdan lo miserable que fue mi niñez.
No se que contestarle, así que guardo silencio, Ana se coloca en pie y comienza a quitarse la ropa.
Hasta que me atrevo hablar:
Sabes que las cicatrices son el mapa de tu vida y la certeza que eres más fuerte de lo que creías.
*También te hacen recordar que el pasado es real y no una maldita pesadilla de la cual quisiera despertar.
•Prometo que nadie volverá hacerte daño, no lo permitiré.
Ana se deshace de las últimas prendas y está frente a mí totalmente desnuda, mis ojos recorren su cuerpo y es completamente hermosa, tiene un cuerpo envidiable y que volvería loco a cualquier hombre; trato de no observar sus cicatrices pero se me es imposible ya que se encuentran justo debajo de sus senos, ¿son quemaduras? ¿Cómo es posible? me enfado y siento que mi sangre hierve, pienso en el maldito de Anderson, mi cuerpo se tensa y lo único que deseo es matarlo, ¿Cómo se atrevió a lastimarla de esa forma? y ahora está Jack, van a pagar por ello.
*En qué piensas?
Pregunta Ana con su voz temblorosa? En que tienes un cuerpo maravilloso que volvería loco a cualquier hombre no debes sentirte insegura, para que un hombre te ame como eres, primero debes hacerlo tu, ven vamos a bañarte.
Comienzo a humedecerle el cabello, para lavarlo con mucha delicadeza, mientras Ana habla:

UNA ESPOSA DE MENTIRA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora