❄︎ 25 de Diciembre (Parte II)

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Baekhyun guardó silencio de nuevo y se subió a la litera de arriba, sentándose al filo del colchón; Sehun le daba la espalda.

—Lo siento mucho, Sehun. —Posó una mano sobre su brazo y lo acarició con suavidad.

El menor se giró algo consternado, queriendo comprobar si la persona que se había subido a su cama era realmente Baekhyun. Tenía que admitir que ese día su comportamiento era muy extraño.

Al final optó por sentarse también, ya no quería intentar dormirse más.

—No te preocupes, son cosas que pasan, supongo...—Se encogió de hombros.

No podían verse el uno al otro debido a la oscuridad; sin embargo, estaban seguros de que sus ojos conectaron en algún punto.

Baekhyun buscó la rodilla del menor entre el lío de mantas y se la acarició con compasión. No sabía exactamente por qué estaba haciendo aquello, pero tras escuchar la pena y la desolación en la voz de Sehun, su cuerpo solo le pedía que lo consolara, haciendo a un lado todas las diferencias que tuvieron en esos siete meses. Al fin y al cabo eran compañeros y debían brindarse apoyo cuando lo necesitasen.

—Te llamaron por una urgencia, ¿no? ¿Quieres contarme lo que ha ocurrido? —preguntó con voz calmada, intentando sonar confortable.

—Emm, bueno...yo...—Sehun se apagaba poco a poco—. No llegué a tiempo...

Baekhyun se mordió el labio inferior, conocía a la perfección aquella sensación y sabía qué clase de pensamientos rondaban en ese momento la cabeza del residente. No supo qué decir, así que optó por actuar.

Atrajo el tembloroso cuerpo de Sehun entre sus brazos y lo estrechó con fuerza, acariciando sus suaves cabellos en un confortante masaje.

—No pasa nada, Sehun. —Las palabras fluyeron de sus labios con total naturalidad, al igual que la sensación de tener los brazos del menor rodeando su cintura, todo fluyó sin más.

Unos pequeños espasmos le indicaron que el residente acababa de empezar a llorar, al principio fue leve, pero después vinieron los hipidos y a continuación unos llantos que le desgarraron el alma. Probablemente era la primera vez que Sehun veía morir a un ser tan pequeño, por ello le estaba afectando tanto.

Era extraño tener abrazada y llorando a la persona que quizás más le odiase del todo hospital, y aun así, era gratificante, hasta cómodo, como si su hombro hubiera sido diseñado especialmente para que Sehun llorase en él.

—Tenía que ponerle una vía central —murmuró contra la tela de su camiseta—, pero no llegué a tiempo...tardé demasiado.

Baekhyun le apretó más contra su cuerpo, él también había pasado por aquella clase de situaciones durante su residencia y sabía que lo mejor era dejar que Sehun se desahogara todo lo que necesitara.

—Fue mi culpa, mi maldita culpa...Si tan solo...

—Si tan solo qué —le interrumpió—. Hay cosas que se nos escapan de nuestras manos. Ojalá tuviéramos el poder o la capacidad de solucionarlo todo. Pero no es así, somos humanos no máquinas. No podemos pretender abarcarlo todo.

—Ya...

—No debes afligirte por esto y tienes que tener presente que no ha sido tu culpa, ni la tuya ni la de nadie.

Le apartó lo suficiente de su cuerpo como para acunar su rostro con una mano mientras con la otra le limpiaba sus cálidas lágrimas de las mejillas. Aquél fue un gesto sumamente íntimo, ambos fueron conscientes y aun así nunca dirían nada al respecto. La confusión comenzó a nublar la mente de Baekhyun, que empezaba a sentirse muy extraño con el roce de la piel de Sehun bajo las yemas de sus dedos.

I hate you, but it's Christmas | SeBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora