CAPITULO XLV. RABIA

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Darien estaba como loco tratando de ayudar a Rei, pero seguía sin despertar, sus signos vitales ya eran  poco estables, tenìa una notable herida en su vientre, una espesa quemadura negruzca.

Seiya llegaba hecha una furia, detrás de èl Serena con cara de angustia, Serena le suplicaba a Seiya que se tranquilizara sin resultado.

Pollux estaba platicando con Galaxia, manoteaba desesperada.

Seiya llegò hasta ellas y tomò a Pollux de la chaqueta blanca con fuerza para estamparla en la pared.

Los ojos de Pollux se abrieron con asombro, veía aquellos ojos azules que siempre se mostraban simpáticos transformarse en unos llenos de frustración y angustia.

–Si tu hermano està involucrado en la desaparición de Yaten y de Mina...te juro por mi hija que lo haré pagar...màs le vale no tocarle ninguno de sus cabellos...Decìa Seiya amenazadoramente.

Todos se sorprendieron al ver la reacción de Seiya, Serena llegaba y ponía sus manos en el brazo que mantenía sostenida a Pollux

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Todos se sorprendieron al ver la reacción de Seiya, Serena llegaba y ponía sus manos en el brazo que mantenía sostenida a Pollux. –Santo cielo Seiya! Sueltala!

Seiya volteo a ver a Serena, sus ojos preocupados lo hicieron parpadear un poco y soltarla sin borrar aquella frustraciòn de su mirada.

Pollux se quedò impresionada, tomándose el cuello de su chaqueta, aùn recargada en la pared, sofocada por aquel movimiento veloz y sorprendentemente fuerte de Seiya.

–¿Que demonios te sucede Kou? Decía Haruka molesta.

–¿Recuerdas lo que te dije anoche? Decìa Seiya furioso.

Haruka se quedó quieto. –Es imposible... Se debe tratar de una coincidencia. Decìa Haruka repitièndose a sì mismo que era una coincidencia

–¿En serio lo crees? Porque yo no...Decìa Seiya duramente.

–¿De què hablan? Decìa Michiru intrigada, todas estaban nerviosas.

–Te juro que si le pasa algo a mi hermano y Castor tiene algo que ver...Decìa Seiya señalando a Pollux.

–¿De què hablan!? Decía Serena gritando, era más una orden que una pregunta

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–¿De què hablan!? Decía Serena gritando, era más una orden que una pregunta. –¿Haruka?

Haruka volteo a ver a Seiya quien estaba realmente furioso. –Anoche vino Seiya a verme...

EL AMOR DE UNA ESTRELLA ES INFINITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora