Una visita inesperada

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Ahora que conocemos un poco del pasado de nuestra quinceava miembro de la compañía y ademas su obscuro secreto familiar, podremos retomar el relato del inicio de esta intrépida y poco esperada aventura, para un hobbit que se encontraba tranquilamente sentado en una banca en la parte frontal de su bello y pequeño jardín fumando tabaco de una larga pipa, mientras disfrutaba de como los rayos del sol entibiaban su rostro, lo que no duro mucho puesto que los rayos del sol se vieron interferidos por la silueta de un hombre alto que vestía un atuendo gris, de igual color que su sombrero puntiagudo y un bastón de madera que llegaba un poco más arriba de sus hombros - Buenos días- dijo con cierta incertidumbre en su expresión -¿Que quieres decir?Dices buenos días ¿por que es un buen día para ti, o porque quieres que yo tenga un buen día o porque es un buen día lo quiera o no? o ¿porque te sientes bien en esta mañana en particular? o ¿simplemente estas manifestando que esta es una mañana para ser bueno? - con más inquietud aun el señor bolsón respondió- Pues supongo que todas al mismo tiempo- con inseguridad pero sin dejar de ser cortes el señor Bolsón le pregunta-¿Puedo ayudarlo? - Eso está por verse dijo el mago con un aire misterioso-  Estoy buscando a alguien para compartir una aventura.-¿Una aventura?, no imagino que alguien al oeste de Bree tenga interés en aventuras, en cosas desagradables, perturbadoras e incomodas.-dijo el señor Bolsón mientras se acercaba a su buzón y saca el correo de la mañana, luego se puso a revisar las cartas con la intención de ignorar al mago y hacer parecer de que esta realmente ocupado y que su correspondencia era de gran importancia, obviamente con la intención de poder volver a su cómoda banca para seguir fumando su larga pipa en su tan disfrutada soledad pero al ver que no dio resultado solo pudo decir- Buenos días- para luego intentar retirarse al interior de su cómodo agujero-hobbit- ¡Quien diría que viviría para que me dijera ¨buenos días¨el hijo de Belladona Tuk como si yo vendiera botones de puerta en puerta!  

  - ¿Disculpe?- tu has cambiado y no para bien completamente Bilbo Bolsón - Disculpe¿lo conozco?- Conoces mi nombre, aunque no recuerdas que es mío. Soy Gandalf.- Y Gandalf significa... que soy yo.- ¿Gandalf? ¿Gandalf, el mago errante que hacía fuegos artificiales tan excelentes?, no tenia idea de que todavía siguiera en actividad. - ¿Donde si no iba a estar?- Dijo el mago con molestia. -¿Donde más dederia...? dijo a murmullos el hobbit que cada vez entendia menos que es lo que ocurría mientras fumaba su pipa.

-Bueno me complace que recuerdes algo de mi aunque solo sean mis fuegos artificiales.- Bueno esta decidido, sera muy bueno para ti y muy divertido para mi.- Debo avisarle a los otros.- 

-¿informar a quien? ¿Que? ¡no! no espere, no queremos aventuras aquí gracias no hoy, le sugiero que intente más allá de la colina o al otro lado de Delagua, Buenos días- Dijo el hobbit mientras se metía lo más rápido posible a su casa con tal de no saber más del mago ni de sus inesperadas, repentinas visitas con sus invitaciones a aventuras poco seguras. Pero luego de que cerrara su bella, grande y redonda puerta verde sintió que algo estaba justo del otro lado raspando sobre ella, por lo que acerco su rostro a una pequeña ventana para averiguar que era, pero cuando ve al mago acercarse a la ventana bilbo se corre de inmediato para que este no lo vea, camina hacia el salón para ver desde otra ventana que era lo que estaba haciendo el mago, pero para cuando llego a esta Gandalf ya se encontraba saliendo del patio frontal y continuando con su camino, pero fue tanta la inquietud que le provoco el mago a nuestro como y respetado amigo que no dejo de preocuparse en todo el día y si salia de casa se escondía lo más rápido posible apenas veía cualquier cosa que se asemejase a su sombrero puntiagudo y gris. 

Llegada la noche el señor bolsón ya habiéndose calmado puesto no vio al mago en el resto del día se preparaba su cena con la intención de disfrutarla solo en la comodidad y calor de su cocina al igual que todas las noches, ya sentado y con su cena al frente, y sin poder haberse echado un bocado escucha sonar la campana de su puerta, algo que evidentemente el no esperaba, camino a abrirla lo único en lo que pensaba era que deseaba que fuese cualquier otra persona menos el entrometido mago de la mañana, tratando de mantenerse positivo pensó que quizás podría tratarse de algún vecino que necesitase algún pequeño favor, pero grande fue su sorpresa cuando su ya pensadas palabras de "Buenas noches vecino ¿en que lo ayudo?" ni siquiera pudieron salir de su boca pues esta se cerro de inmediato cuando ve que del otro lado del marco se encontraba un enano con la mitad superior de su cabeza calva, de bigotes, patillas  y barba despeinadas y una mirada seria y para nada amistosa. -Dwalin, a sus ordenes.- dice el imponente enano mientras hace una reverencia sin quitarle los ojos de encima al hobbit que se encontraba en pijama frente a el. - Bilbo bolson a las suyas- . fue lo unico que pudo decir el hobbit sin siquiera entender que significaba aquella manera de presentarse, ademas de la obvia razón de que entre los enanos seria una señal de cortesía. -¿Nos conocemos?- No- Dijo Dwalin mientras entraba en la casa del mediano (en caso de que no lo sepan mediano es una forma de referirse a razas de baja estatura) .

Thorin el rey bajo la maldición de la montañaWhere stories live. Discover now