Cuando Frankie llegó a su casa ya había anochecido y su madre lo recibió furiosa.
—¿Dónde demonios estabas haragán?, Te dije que limpiaras tu habitación cuándo volvieras de la escuela.
—Andaba por ahí—fue lo único que respondió el chico y se metió a la casa.
El olor del pollo al horno llenó su nariz y le despertó el apetito. Había comprado un hotdog varias horas atrás y ya estaba hambriento; Deana no era precisamente la mejor cocinera pero él no estaba en situación de ponerse exigente.
—Recuerda que hoy tenemos visita, así que te pido que te pongas ropa decente y al menos pretendas que somos una familia normal—la mujer se fue caminando justo detrás de su hijo y pudo notar cuánto había crecido éste.
—¿Quieres que mienta y diga que eres una buena madre?, ¿Cuánto piensas pagarme por eso?—Le respondió Frank de manera mordaz, sin siquiera detenerse a mirarla.
—¿¡Estás demente!?, No te pagaré ni un centavo.
—Entonces no cuentes conmigo—su hijo sólo se encogió de hombros y siguió su camino.
La rubia resopló exasperada y alcanzó a detenerlo antes de que se metiera a su habitación.
—Está bien, está bien. Te daré diez dólares si te comportas.
Ahí fue cuando el más joven sonrió triunfante y luego se giró a encarar a su mamá.
—Y dame cinco más por ordenar mi cuarto.
—¡Claro que no!, ¡No pienso pagarte por tus deberes!.
—Entonces no hay trato.
—¡Bien! Te daré quince dólares pero vas a limpiar toda la casa y el patio.
—Hecho—el hijo extendió la mano para recibir el dinero prometido.
—Te lo daré después de la cena—ahora fue el turno de la madre de sonreír triunfante.
—Al menos dame la mitad ahora, ¿Qué no confías en tu hijo mayor, Deana?—Frankie le respondió sarcástico.
—Maldición, siempre termino cediendo contigo, igual que con tu padre.
La mujer se fue molesta a su habitación, de dónde sacó su bolso y le dió la cantidad acordada a su hijo.
—Gracias—el muchacho tomó el dinero de su progenitora y le cerró la puerta en la cara, ésta se sobresaltó del susto.
—¡Te quiero en una hora en la mesa Frankie!
Pero el mencionado ya no respondió.
Deana se quedó unos segundos afuera de la recámara de su hijo.
Habían pasado mucho tiempo separados y era evidente que la relación entre ellos se había roto sin remedio; había dejado de verlo cuando llegó a la pubertad y ahora ya casi era un hombre, uno que se parecía cada vez más a su padre.—Ese desgraciado—musitó para sí misma, a la vez que recordaba al único hombre que había amado de verdad.
El tiempo pasaba demasiado rápido, ella se estaba haciendo mayor y ése era precisamente su mayor temor: perder su juventud y su belleza y con ellos la validación de las personas, en especial las del sexo masculino.
Pero todavía estaba a tiempo de rehacer su vida, aún era joven y si las cosas salían bien podría tener una nueva oportunidad, ésta vez con Walter White y tal vez ésa sería la definitiva.
La mujer suspiró y se reacomodó el mandil, aún tenía mucho por hacer.
Estaba haciendo un gran esfuerzo para que esa cena quedara perfecta y no permitiría que nadie -ni siquiera su propio hijo- la arruinara.
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STARRY EYES [Nikki Sixx]
Fanfiction"When she laughs, she's got the power of a child in her eyes." Nikki Sixx/OC "Antes de que existiera Nikki Sixx, la estrella de rock, existió un muchacho llamado Frank Feranna. Para comprender al hombre que es ahora tendrá que conocer a ese chico pr...