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Una semana después

- ¡MIERDA! - golpee el volante nuevamente, - ¿sin gasolina? ¿es enserio? ¡Ahhhh! - grité frustrado, había tenido un día de mierda con montones de problemas en la empresa, y termino con esto. Mi auto sin gasolina en el estacionamiento  de la empresa, ahora como regreso a casa. Si no es una cosa es otra, me choca.

Salí del auto y me acerqué al guardia de seguridad.

- Dejaré mi auto aquí, no tiene gasolina.

- Claro, no hay problema - me respondió amable - ¿Quiere que le pida un taxi?

- Por favor, se lo agradecería muchísimo- el hombre hizo una reverencia e ingresó a su cabina y marcó un numero, observé mientras este hablaba y luego colgó. Salió de la cabina y volvió conmigo.

- Está hecho - me dice y yo asiento en modo de agradecimiento. Salí de la empresa para esperarlo afuera y pasados veinte minutos llegó un auto amarillo. Suspiré por la tardanza y pensé en reprenderlo. Iba a subirme en la parte trasera pero la puerta de copiloto se abrió,  extrañado me agaché y luego solté un bufido y rodé lo ojos al ver al taxista idiota sonriéndome victoriosamente.

- ¿Por qué no me sorprende? - sin remedio alguno entré al taxi y me puse el cinturón después de cerrar la puerta.

- Buenas noches - lo ignoro y solo me dedico a mirar al frente cruzado de brazos. - ¿Y tu auto? No me digas que tengo que  arreglarlo nuevamente. Por cierto no me has pagado y dejé mis herramientas en tu casa. - Yo suspiro y saco mi cartera para darle dinero. - Era broma Jungkook, no te iba a cobrar tampoco ese día, solo quería molestarte. - Sin decir nada cerré la cartera y la guardé nuevamente, sinceramente estaba muy cansado como para discutir, solo quería llegar a casa, darme un baño caliente y dormir. - ¿día pesado?

- Estresante- respondí con simpleza

- Si no conociera como eres no te creería, luces apagado. - yo asiento sin ganas, pasaron quince minutos en los que estaba por quedarme dormido cuando su voz me despertó repentinamente.

- ¿Sabes que te hace falta? - lo miro - un poco de adrenalina - el miro hacia enfrente y sonrió maliciosamente, sus manos presionaron el volante y piso el acelerador haciéndome gritar y pegarme en el asiento.

- ¡DEMONIOS TAXISTA, DETENTE! - afortunadamente no había autos ni patrullas, estaba todo solo y la luz amarilla de las lámparas públicas alumbraban la carretera. Aún así la adrenalina me estrujaba las entrañas y me hacía aferrarme al asiento.

- WUJUUUUU - gritó el descarado.

- EL SEMÁFORO, ESTÁ EN ROJO... YOONGIIIIIII - pero no me hizo caso y atravesó el semáforo provocando que un auto que venía en la carretera contraria frenara de golpe, apenas y pude verlo pues pasamos velozmente. - MIERDA,  BESTIA, IDIOTA... - me calle al ver que yoongi se metía en sentido contrario- ¿que haces imbécil?

- Solo relájate.

- ¡Serás idiota! Ahhhh - un grito salió de mi boca al ver un las luces de un tráiler y el pitido de su claxon me hizo cubrirme el cuerpo y casi llorar, Yoongi se desvió y siguió andando con velocidad hasta detenerse en mi casa.

- Llegamos- me dice como si no estuviese apunto de matarnos hace unos minutos. Yo estaba en shock, respirando con dificultad, mi pecho subiendo y bajando a descontrol, mi alma quedándose a kilómetros de mi cuerpo y mi piel perdiendo color. Lentamente me giré a verlo y por primera vez su sonrisa cínica no fue grata de admirar, arrugué mi cara y grité comenzando a darle golpes con mis puños mientras el trataba de detenerme mientras se reía.

- Idiota, animal, mil veces imbécil, como te atreves.

- Ya que estas muy cerca, por que no te relajas, me abres el cierre del pantalón y me la...

- Vete al carajo.- me quité el cinturón, abrí la puerta, salí y la cerré azotándola, furioso caminé hacia el barandal de mi casa para abrir pero el me siguió. - Déjame en paz

- Oh vamos, fue divertido.

- NO, no lo fue. Casi morimos dos veces. - lo enfrenté y lo señalé con el dedo. - mañana iré a la estación de Taxis y te reportare por imprudente, tu jefe lo sabrá. - El se rió y se encogió de hombros

- Adelante, veremos quien gana.

-Ahgrr - introduje la llave pero el me tomó de la cintura y me giró, no me permitió quejarme pues sus labios ya estaban sobre los míos, devorándolos como solo el sabía. Y es que parecía que nuestros labios habían sido hechos para encajar a la perfección, la sensación de tenerlo de esa forma,  acorralándome, embriagándome, la adrenalina aún en mi vientre, la ira la emoción, todo se iba al carajo con el simple toque. Quise empujarlo, quise golpearlo y mandarlo a la mierda, quise enojarme pero terminé relajándome ante el placer ser besado por el mientras sus manos se posaban en mi nuca y mi espalda para evitar que me escapara, como si quisiera hacerlo.

El fue quien se separó del beso y yo quería más, pude ver a la luz de la luna, mas de cerca su blanquecina piel, sus labios rosados brillosos y sus ojos con la pupila dilatada, simplemente perfecto, simplemente hermoso. Mis ojos no se despegaron de sus finos labios mientras hablaba.

- Te espero mañana para que me reportes - me dio otro beso - descansa idiota.

Y con eso se alejó dejándome solo, con unas inmensas ganas de sentir sus labios nuevamente, entré a la casa sintiéndome avergonzado y como alguien muy diferente. Este no soy yo, no se que me pasaba, no se que me estaba haciendo ese taxista que me ponía los  nervios de punta y me sacaba de quicio, al mismo tiempo me llenaba de lujuria y sensaciones nuevas que a pesar de todo no me desagradaban.

- Tonto taxista, pero si... mañana te reportaré.





Taxi Driver [Yoonkook](Mini Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora