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Esta mañana me levanté temprano para ir a la estación de taxis, el problema era que mi auto aún seguía en la empresa, pero tomaría un taxi asegurándose de que no fuera ese animal. Lo que hizo fue grave e imprudente, fácilmente lo corren. Es cierto que el final fue de lo mejor,  por que demonios esos labios no podía sacarlos de mi cabeza, la sensación de sus besos aún estaban en mi boca. ¡Pero no! Debo hacer algo en su contra. ¿por qué? No tengo idea, solo quiere desquitarme de todas las que me a hecho y por alterar mi corazón y mi cuerpo de esa forma tan vil.

Salí de mi casa y tomé un taxi, afortunadamente no era Yoongi.

- Lléveme a la estación de Taxistas - ordené y el me miró confundido - Apresúrese - el volvió la vista al frente y manejó a donde indiqué. Ahora si Min Yoongi,  llegó la mía. Reí mentalmente y una sonrisa de soberbia apareció en mi rostro. Vas a llorar y rogarme para que te ayude a regresar a tu trabajo.

Y una imagen de hincado frente a mi rogándome apareció en mi mente.

- por favor Jungkook, haré lo que sea.

- lame mis zapatos, perro taxista.

Reí estruendosamente y el taxista me miró asustado.

- Concéntrese- le dije y me dispuse a mirar por la ventanilla.

Pasados veinte minutos llegamos a la estación de taxis, pagué y el me sonrió amable. Bajé del auto y busqué con la mirada a Yoongi a través del ventanal de la estación. Al no verlo supuse que estaría trabajando y sonreí. - Cuando regrese, la que le espera. - Enderece mi cuerpo sintiéndome superior y entré a la estación.

Varios taxistas que estaban allí sentados me miraron, me dirigí a la encargada y ella me miró atenta.

- Buenos días, en que podemos...

- Quiero hablar con el encargado de esta estación. Solicito reportar una imprudencia por parte de uno de sus empleados. - Ella pestañeo claramente sorprendida y asintió, tomó el teléfono y presionó un simple botón.

- Señor Min, un cliente quiere hablar con usted. - Mi cabeza casi se sale de su sitio al voltear a verla tan rápidamente.  ¿Escuché bien? No me puede pasar esto a mi.

- ¿Dijiste Min? - ella asintió.

- Si, el encargado se llama Min...

- En que podemos ayudarle amable cliente. - El encargado se hizo presente confirmando que era el mismo Yoongi.

- ¡No me jodas! - el solo me miraba sonriendo, es más que obvio que quería reírse a carcajadas. - Demonios - me di la vuelta y caminé rápido a la salida, sabía que me estaba siguiendo, así que caminé rápido y antes de que el saliera le cerré la puerta pero el logro detenerla.

- Vamos Jungkook, no seas así.

- Cállate- seguí caminando sin rumbo.

- Te llevo a tu trabajo.

- No puedo creer que seas el encargado.

- Pues más bien soy el dueño- eso explica el bonito auto

- Te odio - el detuvo mi mano y me giró hacia el.

- Te creo que me odies, pero disfrutas que te bese - me dijo pegándose a mi y los colores en mi rostro subieron considerablemente

- N-no es cierto - tartamudee mirando sus labios, relamí los míos deseando probarlo nuevamente.

- ¿a no? - desgraciadamente me tenía acorralado en la pared de la calle. - Mírame a los ojos mientras me lo dices, mírame y dime que no ansias que te devore la boca. - Miré a sus ojos y estos me veían con mucha profundidad, ¿por que se veía más alto? A si, mis rodillas estaban dobladas gracias a su intimidación

- N-no - y entonces sus labios se estamparon contra los míos evitando que yo pudiera decir una mentira, y no me resistí, lleve mis manos a su nuca pegando más a mi, abriendo más mi boca para darle paso a su lengua que se enredó con la mía. Mis dedos se enredaron en sus hebras oscuras y sintieron la suavidad de su cabello sedosito. Bruscamente tomó una de mis piernas y la sostuvo entre su cintura y su mano y me azotó contra la pared sacándome un jadeo al sentir nuestras entrepiernas chocar. - B-basta - lo empujé un poco y el se separó un poco para mirarme.

La imagen que me mostraba era de plena excitación, toda burla en su rostro se había transformado en una expresión tan caliente, despeinado, los labios brillosos por mi saliva, rojizos en hinchados por la forma tan bestial con la que nos besamos.

- No puedes mentirme mocoso. - volvió a besarme y separarse - te encanta que te bese. A la mierda, no tenía por que negarlo más, si maldita sea si.

- Me fascina - y volvimos a besarnos descontroladamente.

Taxi Driver [Yoonkook](Mini Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora