Necesidad

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Sin rodeos, por lo que estamos aquí es la continuación de este fic

Enjoy!

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Han pasado varias semanas desde que su hijo y nieto se instalaron en casa, todo lo que sabe es que Katsuki e Izuku han peleado, pero el tiempo que su hijo ha pasado con ella le dice que no es una simple pelea matrimonial, algo anda mal y su hijo no ha querido decir nada.

—Cariño—. Su nieto está desayunando tranquilamente cuando ella le habla, el pequeño la mira serio, esperando a que la mujer continúe. —¿Pasó algo en casa?—. Pregunta a riesgo de no obtener nada, el niño la mira y después parece pensar, como si analizara la mejor opción para comenzar a hablar.

Katsui había comenzado a notar cierta actitud en el hombre que se supone era su padre, podría ser pequeño, pero no era un idiota y sabia que aquellas llamadas misteriosas que hacia encerrado en su despacho no eran correctas para un hombre casado como lo era el rubio mayor.

También noto cierta aura de tristeza y depresión en su papá de un tiempo acá, fue ahí cuando comenzó a ganar un poco de peso y comenzaba a vestirse con ropas menos entalladas, su padre había comenzado a pasar noches fuera de casa, apenas y sus padres hablaban, asi que eso, mas las misteriosas llamadas y el constante rechazo de su padre a su "madre" no le tomo mucho atar cabos y sumar uno más uno.

vuelve la vista a la mujer, su cara llena de seriedad se torna, por un momento, triste e Inko puede verlo, la mujer piensa que se ha metido en donde no la llaman, esta por retractarse cuando la ligera voz del pequeño se deja oír. —Mis padres se han divorciado—. Dice, Inko no sabe que decir, la respuesta le ha tomado por sorpresa.

No puede creerlo, aquello era tan improbable que seguramente sería un error o una alucinación de su pequeño nieto, pero el niño no parece querer decir nada más, su cabeza gacha indica su tristeza, así que la mujer no hace más preguntas. —Ve por tus cosas, mi amor—. Le dice con una pequeña sonrisa, mientras acariciaba los cabellos de su nuca. —Te llevaré a la escuela—. El niño acaba su comida y sin chistar hace lo pedido, Inko aprovecha aquello para buscar a Izuku.

Su hijo se ha atrincherado en su vieja habitación, no sale más que para comer, ir al baño y ayudar a Katsui con su tarea, después de eso, regresa al cuarto a llorar, la mujer sabe que si sigue asi, enfermara.

—Izuku—. Toca ligeramente la puerta, espera respuesta antes de abrirla y encontrar la habitación en penumbras, su hijo está hecho un ovillo en la cama, abrazando su almohada y dándole la espalda.

—¿Sí, mamá?—. El peliverde no le da la cara, no puede hacerlo, no quiere que su madre vea el patético estado en el que lo ha dejado el rubio. A Inko le duele verlo asi, se hace una idea de lo que su pequeño está pasando. Lo dejara un poco más antes de animarlo a seguir adelante, antes de decirle que el mundo no se acaba si tu marido te deja, que aun tiene porque vivir.

Pero Izuku necesita llorar, llorar para poder dejar atrás el dolor que en ese momento lo está matando.

—Llevaré a Katsui a la escuela—. Le dice, puede ver a Izuku asentir, no hay mas palabras, la mujer cierra la puerta y regresa a la sala, en ella puede ver a su nieto ya listo para partir, ella le toma de la mano para salir de la casa.

—¿Papá está bien?—. Pregunta el pequeño, pero Inko no sabe que contestar, también sabe que su nieto sabrá que le dice mentiras, así que opta por decir una media verdad.

—Esta bien—. Le dice con una sonrisa forzada. —Solo necesita llorar un poco—.El niño la mira, piensa y solo asiente conforme con las palabras de su abuela.

Karma // KATSUDEKU//Where stories live. Discover now