Dones

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Observábamos con detenimiento y temor aquel escenario que se abría ante nosotros, el amplio y vasto salón que yacía lleno de polvo y raíces de árboles que se abrían paso entre los muros del castillo de Sigurd, donde la hermosa figura de la doncella Selene, mi antecesora, iluminaba la tétrica sala donde todos nos encontrábamos, me le acerque aún llena de miedo, pues me aterraba conocer los datos y los mensajes que tenía que darnos ante estas horas de angustia, horas en las que teníamos que actuar rápido para poder evitar el inminente desastre que se avecinaba a paso de vencedores, ella delicadamente coloco sobre mi hombro su suave mano y una dulce sonrisa se dibujó en su rostro, todos estábamos a la espera de que dijera algo, pero al mismo tiempo queríamos que todo esto fuera una broma que nos estaban jugando y que nunca nada existió, como si se tratara de una pesadilla, sin embargo, sabíamos que era tan real como respirar, aunque todos fuimos entrenados para defender nuestros clanes, ninguno de nosotros se esperaba que tendríamos que pelear de verdad, usar nuestras armas y nuestra magia para proteger todo y cuanto conocíamos, aunque representara un precio muy alto que pagar, pues de eso se trataban las guerras, me regrese al lado de Darrick y Arnau, para que Selene pudiese explicarnos por qué nos convocó al castillo de Sigurd.

​Selene miro a su izquierda y con un suave movimiento de la mano hizo aparecer armaduras y espadas, lanzas y escudos, arcos y flechas, en mi garganta se hizo un nudo tan grande que se me dificulto respirar, fui la primera en acercarme a donde Selene señalaba, tome una espada, aunque el arte de la esgrima nunca fue mi fuerte sabía dominar muy bien la espada y tome un arco y flechas, disciplina en la que siempre fui la mejor, me gire para ver a mis compañeros, acto seguido regrese a mi lugar, uno a uno fueron pasando hasta que todos habían tomado una espada, lanzas, escudos, arcos y flechas y armaduras, una vez todos armados Selene se nos acercó.

-Aunque horas de angustia y dolor están por venir, el futuro que viene será el más hermoso que jamás se haya vivido entre nosotros, sé que el tiempo es limitado para uds. prepararse, es por ello que le he pedido a mi sucesora que los reuniera aquí, lo que voy a otorgarles a cada uno de uds., es un don con el que podrán ganar la batalla
-Esto es muy confuso Srita. Selene – logro articular Octavio
-Lo sé, descuida que yo aclarare sus dudas, empezare por otorgarles los siguientes dones, sabiduría, para que puedan elaborar la mejor estrategia, coraje para que puedan llevar a cabo su destino, valentía, la necesitaran para enfrentarse a los Dorchädas, fuerza para que no caigan en combate, estos dones vienen con un poder especial que cada uno de uds. descubrirá en combate.

​Las palabras de la dulce doncella que se encontraba frente a nosotros, no nos levantaba el animo, ni apaciguaba nuestra angustia, Selene después de que nos otorgara los dones, comenzó a explicarnos de que iba la profecía, pero sobre todo nos explicó con detalle porque había surgido aquella terrible guerra que nos separó de lo humano, por lo cual se rebelaron ante nosotros, Kirian quien estaba guiado por el odio y el desprecio, anhelaba una tierra llena de seres mágicos, y los humanos a su perspectiva eran inmundos y carecían de magia, ya que Kirian no entendía que la magia no se trata solo de usar los poderes para mover objetos, leer las estrellas, hablar con espíritus, hacer cosas fantásticas, sino que la magia iba más allá, por lo que uso su influencia en los hombres para que se sintieran mal y desarrollaran un sentimiento de inferioridad y odio hacia nosotros por lo cual su sentido de sobrevivencia se activara sintiendo la necesidad de aniquilarnos a nosotros, por lo que da comienzo a la terrible guerra de hace tantas eras atrás, para ellos exterminarnos y los Dorchädas a ellos, afortunadamente fuimos más inteligentes y logramos huir y frenar a los Dorchädas para que no corriera la sangre a mano de nosotros, la razón por la cual se divide nuestra raza es por culpa de Kirian quien convenció a su sequito para hacer una tierra libre de mortales, muchos de ellos eran hombres y mujeres nobles de buen corazón, que fueron vilmente manipulados por Kirian para lograr su cometido, la profecía narra que el día de la batalla, el mal no perecerá, me daba a entender que no podríamos matar a Kirian o detenerlo, por lo que me da a suponer que la batalla no terminaría aquí, pues, lo que Kirian había sembrado en los hombres, no desaparecía de sus corazones, es un sentimiento que el sembró tan profundo que arrancarlo de raíz requerirá del exterminio de los humanos para que vuelvan a nacer, eso me hacía pensar que debíamos proteger a los humanos, pero así como logro convencer a muchos en aquel entonces ¿Quién me aseguraba que no lo hiciera nuevamente? Por lo que no podríamos hacer el contacto con los humanos como yo quería, deberíamos esperar hasta que acabemos con Kirian.

Profecías AncestralesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora