-¡Jesús, Dios!-llamaba el de ojos oscuros, acercándose a ambos hombres de barba.-¿Por qué todos me odian?-preguntaba con el ceño fruncido, dolido.
El peli-blanco suspiró, su creación era algo... terca.
-Y muchos me llaman de diferentes formas.-continuaba hablando-¿Satanás, Lucifer, Diablo?-arrugaba la nariz.-Bueno, solo el último me molesta, se escucha bobo.-confesó y Jesús rio.
-Verás Lucifer-hablaba Dios-. No sé qué habrá pasado con los humanos pero ellos creen que te arranqué las alas y que fuiste desterrado al infierno por mi, solo porque te sentaste en mi trono.-rodó los ojos.
El de alas oscuras lo miró con una mueca.
-Eso nunca pasó-bufó irritado-. Yo mismo te pedí permiso para tener un lugar al cual reinar, ¡abarcar un sitio que a ti se te dificultara!-chillaba.
Ambos ojiazules lo miraron con compasión.
-Lo sabemos Lu-lo tomaba del hombro el castaño, comprendiendo-. Pero no podemos manifestarnos para decir la verdad, lo sabes. Los humanos deben decidir si creer o no y si alguno de nosotros se manifiesta todos sabrán que sí existimos.
El de cabello oscuro solo se cruzó de brazos.
-Todos me odian.-suspiró.
-No te preocupes Lucifer, te prometo que algún día las personas te verán con adoración y confiarán en ti-sonrió el hombre-. Me recuerda, ¿ya oiste la forma tan... extravagante que te otorgaron?
-¿Incluso cambiaron mi forma?-torcía los labios.
Padre e hijo se miraron para saber quién debería decírselo.
-Pues-comenzó el castaño-, te pusieron cuernos, cara de cabra, cuerpo musculoso, patas de cabra...-se imaginaba.
Cielos, no suena mal. Pensaba Jesús.
-Oye, se escucha genial, eh-decía el pelinegro, tomando la forma por la que fue descrito.-¿Cómo me veo?-preguntó con su voz gruesa y Dios sonrió.
-No te ves mal, niño.-halagó.
-Sí...-sonreía con mejillas levemente sonrosadas el castaño.-Es decir, esa apariencia te queda increíble.
-Gracias-sonrió-. Bueno, ¿entonces debo de esperar a que alguien crea que no soy maligno?-preguntaba al peli-blanco, quien asintió con una sonrisa suave.
-Solo debes ser paciente-aconsejó.-¿Puedes creer que la gente mala va al infierno? Que tontería. Esas solo mueren y ya.-soltó una carcajada.
El de cabello oscuro rio.
-Yo solo cuido a la gente que ya está cansada para subir hasta el cielo, dándoles hospedaje conmigo hasta que decidan irse. No sé de dónde sacan cosas tan extrañas.-se burlaba.
Después de un rato de charla, Lucifer agradeció y se excusó para ir a cuidar del infierno. Prometiendo regresar para contar como va todo.
Años más tarde...
-¡CHICOOOOOS!-gritaba emocionado Lucifer-¡Hay gente que me toma como un símbolo! ¡¿Qué más puedo pedir?!-abrazaba a ambos hombres, quienes estaban sonriendo.
-Te lo prometí, niño.-rio Dios.
-¡Es el mejor día de mi vida!
[...]
HOLA RAZA, una disculpa por publicar nuevos fanfics pero no actualizar :'v.
Bueno, espero que éste sea de su agrado uwu.
