Poor Little Mermaid (Pobre Sirenita)

IV. Final

Al día siguiente, Kai y Kris tenían que seguir con su búsqueda, pero lamentablemente el más alto amaneció con una fuerte fiebre. Kai tuvo que cuidarlo, retrasando así sus planes. Cuando Kris dejó de estar en un estado crítico, el moreno lo dejó descansando y pudo al fin, salir a terminar lo planeado.

La suerte parecía estar del lado de Kai, era consciente de que si todo salía como había planeado, asesinaría a una criatura inocente y era mejor no tener a un rubio gigante que se lo impidiera. Dudó un poco, antes de al fin dejar una nota, enumerando los lugares en donde estaría y las huellas que dejaría para poder ser encontrado, en caso de que algo malo pasara. De todas formas, no creía que Kris se recuperase pronto.

Se alejó varios metros en su bote, procurando no ingresar a los mares negros. Las horas pasaban y no encontraba nada, todo se reducía al mar, arena y rocas. Kai estaba muy cansado así que decidió estacionar su bote en una playa para descansar un momento, se recostó en la arena bajo la sombra de una roca y quedó dormido al instante.

Entre sueños, escuchó una alegre risa, la risa se hacía cada vez más fuerte, haciéndolo despertar por completo. Al levantarse, lo primero que divisó, fueron un par de grandes ojos y un pelo rojo que le rozaba la cara. Parpadeo creyendo aun estar dormido, pero la imagen de aquella jovencita pelirroja no desaparecía, incluso podía sentir su respiración. No fue hasta que esta lo llamo por su nombre, cuando Kai saltó asustado.

La joven empezó a carcajearse, volteando de su cómodo asiento y dejando su gran aleta al descubierto. Kai estaba tan sorprendido que su corazón latía rápido. Se acercaba a ella y luego escapaba asustado, no podía emitir palabra por el shock. Pero sabía que sería imposible matarla, sus planes de servir carne de sirena en su restaurante. estaban arruinados.

Krystal cansada de que Kai no la reconociera, movió los dedos susurrando algún conjuro seguido de un "recuérdame".

Kai se apartó pensando que la joven le haría daño, cuando de pronto miles de imágenes pasaron por su cabeza como un tornado, recuerdos de su juventud, como conoció a Krystal, como se hicieron amigos, como se enamoraron e incluso cómo Krystal se despidió, para que Kai pueda estudiar en un mejor lugar y crecer profesionalmente. Claro que Kai en ese tiempo no era consciente de que aquello sería una despedida, nunca imaginó que Krystal le borraría la memoria.

-K-Krystal -Fue lo único que logró articular después de recuperar los valiosos recuerdos.

Luego de un largo silencio, corrió a los brazos de la joven, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas de felicidad.

- ¡Krystal, te extrañe tanto! O eso creo, me dolía mucho aquí -Se apresuró a decir señalando su corazón-. ¡Sentía un enorme vacío!

-También te extrañe... Kai -exclamó la joven quien también era un mar de lágrimas.

Krystal había esperado tanto por volver a ver a Kai. Siempre se había arrepentido de haberle quitado aquellos valiosos recuerdos.

Kai a pesar de haber olvidado a Krystal, siempre sintió un enorme vacío en el corazón. Ahora no le importaba si caía en quiebra, no importaba si Atlantis dejaba de ser la franquicia top, ahora al fin había logrado llenar ese vacío y eso era lo más importante.

Ambos se sentaron en la arena, para ponerse al día, saboreando la sensación de volver a estar juntos, disfrutando se su pequeña burbuja de felicidad.

Pero lamentablemente, su felicidad no les duraría mucho tiempo...

Desde su guarida, Morgana observaba la escena con asco y un toque de burla. Había estado espiando al muchacho desde que uno de sus monstruos le informó que este pretendía cazar a una sirena.