I.

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Kai

Kai era un famoso catador de comida. Su especialidad eran los peces, mariscos y cualquier especie proveniente del mar. A sus cortos 25 años de edad, era dueño y gerente general de "Atlantis". La cadena de restaurantes más popular e importante del momento. Los comensales, estaban dispuestos a pagar altas sumas de dinero por comer un plato en "Atlantis". La excelente calidad de los productos, el delicioso sabor de sus platillos, junto a la excelente atención, hacían de "Atlantis" el mejor restaurante de 5 tenedores en el mundo. Kai se encontraba en el mejor momento de su vida; había logrado que el negocio familiar se expandiera, había recorrido el mundo probando diversas variedades de pescados. Atrás quedaron esos días en los que salía a pescar con su padre en un pequeño bote, volviendo a casa totalmente exhaustos con unos cuantos pescados que su madre prepararía y vendería en su pequeño restaurant. Su vida ahora era más fácil, ya que sus miles de empleados hacían todo el trabajo pesado.

Pero había algo que le faltaba, algo que lo hacía sentirse incompleto. Sentado en la arena frente al mar, recordó su época adolescente.


Su padre llegó un día con tremenda sonrisa en el rostro. Había jurado haber visto una sirena. Por supuesto, Kai fue el único creyendo aquel disparate. Los vecinos se burlaron del anciano. Tachándolo de loco. Fue entonces cuando el señor Kim empezó a distanciarse, dedicando todo su tiempo a la búsqueda de la dichosa sirena, para de esa forma poder limpiar su nombre y dejar de pasar vergüenza. Kai por supuesto lo acompañaba a todo lugar. El señor Kim solía entonar una pegajosa canción en cada expedición.

"Sirenita donde estas, yo te voy a encontrar. Sirenita no huyas más, nadie te va a lastimar".

En una de las tantas expediciones, Kai logró ver una silueta sumamente extraña en el mar. Dando aviso a su padre, remaron siguiendo la silueta. Remaron y remaron hasta quedar lo suficientemente alejados de su hogar. Perdieron de vista la silueta, así que se detuvieron. Se encontraban en un lugar extraño y sombrío, donde el cielo y el mar parecían más oscuros.  Al no encontrar nada y asustarse un poco, decidieron regresar. Nunca contaron con que una fuerte tormenta los tomaría desprevenidos. Esa fue la última vez que Kai vio vivo a su padre.

El tarareo de una anciana lo sacó de sus pensamientos.


Ahí estaba la canción otra vez, aunque la anciana solo tarareaba, Kai pudo reconocer la melodía a la perfección. Kai se dirigió a la anciana, necesitaba resolver sus dudas.

—Disculpe, esa canción...

—Tu padre la cantaba, pequeño Kai. —El menor palideció, nunca había visto a aquella anciana antes, sin embargo esta parecía conocerlo.

—¿Disculpe? ¿La conozco?

—No, pero yo te conozco a ti. —La anciana logro notar la confusión en el rostro de Kai, así que decidió explicar. —Yo estuve ahí el día en que murió tu padre..

—¿Quién es usted?

—Escucha pequeño, las sirenas existen, yo las vi, tu padre las vio.

Kai pensó que aquello era una locura. Antes creía en su padre pero, al no encontrar pruebas suficientes, dejó de hacerlo. Tal vez su padre se equivocó, era una locura seguir creyendo en la existencia de aquellas criaturas ¿Cierto?

 —Usted está loca, no la pienso escuchar más —Bufó antes de alejarse.

—¿Crees que tu padre murió solamente porque la tormenta era fuerte? —Kai volteo y la miró interesado—  Las sirenas lo asesinaron.

—Eso no es posible.

—Escucha pequeño,  tu padre sabía de su existencia y estaba a punto de descubrir su guarida, vi claramente cuando ese ser lo tomó en sus tentáculos y lo sumergió en el mar.

—Mientes, las sirenas no tienen tentáculos, sino aletas.

—No sé qué rayos haya sido en realidad ¿Bien? Pero esa cosa salió del agua, tenía apariencia humana y a la vez era un pez o lo que fuese —bufó rodando los ojos—. Sea lo que sea, ese ser mató a tu padre.

La anciana hablaba muy bien como para estar loca. Eso fue suficiente para poder creer su versión.

—Mi padre pasó los últimos días de su vida siendo tratado como un loco demente, cuando en realidad él estaba en lo correcto —Apretó sus puños mientras pedía perdón a su padre en su mente.

—La gente solo cree en lo que sus ojos ven Kai, mírame... me tacharon de loca por hablar de las sirenas y ahora soy solo una indigente.

—Despreocúpate anciana, voy a encontrar una sirena y la asesinaré con mis propias manos, después pasarás de ser una indigente a ser la codescubridora de una nueva especie.

Los ojos de Kai se iluminaron, sabía que necesitaba encontrar a aquellas criaturas, cocinarlas y probarlas, tal vez su sabor no sería tan malo. Mataría dos pájaros de un tiro, tendría una nueva especialidad que servir en su restaurante y a la vez vengaría la muerte de su padre.


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Este es mi primer fic. Krystal sale en el segundo cap. La historia será corta.

Gracias a delfi_fg por la portada <3 a CamiiRyeowook y lahijadeljongkey por sus opiniones y sugerencias <3

Bueno es todo bye bye<3

Poor Little Mermaid (Pobre Sirenita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora