Capitulo 2: El Oasis

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 No hay sol... no hay una estrella que está llena de gas que siempre se consume... lo que ilumina todo esto es... una absurda y estúpida bombilla gigante.

Eso no tiene lógica.

-Bonito sol ¿no? Si, todos reaccionan así la primera vez. Sigamos caminando que después de cruzar aquella piedra en forma de miembro de allá, está el oasis.

-ok...
Caminamos un buen rato, aun me dolía el cerebro de buscarle lógica a este mundo tan particular, también le buscaba sentido de porque hay una piedra en forma de miembro para indicar que el oasis está cerca.

Luego de cruzar esa extraña piedra, nos encontramos con algo que a mi parecer es lo más hermoso que he visto en mucho tiempo, un oasis del sueño, rodeada de vegetación y muros de piedra, sin destacar esa agua cristalina que posee, no dudé dos segundos en quitarme esta ropa sudorosa, y lanzarme al agua, sentí un alivio en todo mi cuerpo.

El agua se encontraba fría, pero me importada un comino lo que la hacía así, en cambio Marshall, se sentó en el lado donde había sombra, cerró su paraguas y me vio nadar un rato; me sentí raro, no sé cuánto tiempo duré ahí, pero si fue bastante tiempo, me había hartado de ver a Marshall sentando, acosándome a la distancia y le dije:

-Entra al agua y déjame de acosarme ¿sí? pareces un violador desde ahí-.

-No gracias, además solo estaremos aquí hasta que llegue el tío Ben o me harte de estar aquí y antes de que pase cualquiera de las dos tendrás que salir de ahí cuanto antes-.

-¿Tío ben?-

Lo miro confundido ¿ese sujeto en realidad tiene familia?
Bueno, da igual, vuelvo a sumergirme en el agua. Nada ni nadie podrá arruinarme esta maravillosa sensación.

-Perfecto, ya está aquí, hacía un "tiempo" que no llegaba- dice Marshall emocionado.

Una sombra gigantesca cubre el oasis.
Alzo la cabeza a ver lo que era, era como una pelusa gigante que se dirigía hacia el foco, había dejado mi ropa cerca, así que agarre los binoculares que me había dado Marshall y enfoco la vista hacia la sombra.

-Esto se vuelve más estúpido cada vez-.

La sombra gigante que está en el cielo es una polilla de un tamaño descomunal que va dirección de la bombilla.

-Si yo fuera tu saldría, de esa agua- dice Marshall.

- ¿Por qué? ¿Qué tiene?

Segundos después la polilla cubre la bombilla con su cuerpo y alas, haciendo que todo obscurezca. Esta acción hace que el estanque donde estoy brillara de manera fosforescente.

- ¡Sal, mocoso de mierda! -.

Me inunde el pánico y salgo del estanque a toda prisa, de este empiezan a formarse pequeñas bolas gelatinosas.

-Son slimes, muy molestas la verdad, te atrapan entre todas y te asfixian en el fondo del estanque para luego digerirte- dice Marshall.

-Pero parecen inofensivas... ¿Cómo esto podría hacer daño?

Me acerco al estanque que se había llenado de slimes, y meto mi mano para tocarlos, como me lo imaginaba eran suaves y fríos, quizás sea la razón por que el estanque siempre estaba a esa temperatura; los slimes reaccionan a mi tacto y se abalanzan hacia mí, cubriendo mi brazo completo y siguen subiendo y cubren mi cabeza...
no puedo respirar... estas criaturas del diablo. Sentí como no podía tomar nada de aire, era como tener una bolsa de plástico en la cabeza evitándome respirar, estuve forcejando un rato para quitármelos, pero no salían.

Las Desventuras de BrunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora