Capitulo 4: Camarada, Compañero, Mi Compañero Leal, Mi Mejor Amigo

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La "noche" se encontraba fría, a simple vista pareciera un pueblucho de campo con casas de madera y concreto, pero en este mundo nada es como lo aparenta.
Mientras seguía arrastrado por Marshall, veía el entorno, habíamos ya salido del bar hace un rato, pero aún no llegamos a la "barricada" que había mencionado Marshall.

-Si me van a llevar a la fuerza por lo menos podrían explicarme hacia dónde vamos, y dejar de ¡ARRASTRARME POR FAVOR!- lo dije casi a gritos.

Marshall enseguida me suelta y dice con su tono burlón: -perdón su alteza, no sabía que era tan delicado-
Me quito el polvo y la tierra de encima, ignorando completamente el comentario de Marshall. -¿Y bien? ¿Qué es esa barricada? que mencionaron antes-

-Un muro hecho de piedra y madera, evitando que las criaturas del desierto entren a la ciudad- responde Jos.

-Y el general Jeffreximus puso una recompensa a quienes lo ayuden; creo que es porque la mitad de sus hombres se enfermaron o algo- dice Marshall.

Seguimos conversando un rato, eso sí, sin pararnos en algún momento, Rik me hablaba de que entrena y cuida bestias en su casa. Me imagino el tremendo zoológico que tendrá.
Jos me decía que cuando lleguemos a la barricada no tengo que pelear, o eso cree ella, que cualquier cosa que suceda corra por mi vida.

-Espera... acaso ¿son esas bestias que vimos en el desierto?- Le pregunto a Marshall, y este me contesta: -Esas mismas-

El pánico y el miedo me invade...

-Aun no llegamos, ni se te ocurra escaparte ahora muchacho- dice Marshall encabezando al grupo.

Rik y Jos me observan para ver como reaccionaba a eso. Aprieto los dientes y sigo caminando con la cabeza inclinada.
Jos se me acerca y me acaricia la cabeza, para luego decirme: - está bien tener miedo, solo quédate cerca de mí-. Le respondí un sí a secas. Duramos otro buen rato caminando, hasta que por fin llegamos. Tal y como dijeron, es una barricada de madera reforzada con piedra, es gigantesca. Quien diría que abarca todo el borde de la ciudad.

-Miren ahí está Jeffreximus, vayamos- dijo Marshall al grupo.

Todos fuimos donde señalo Marshall, un hombre robusto de piel morena y pelo rapado, que se encontraba de frente dirigiendo un grupo de soldados. Me imagino que estarán a su mando.
Esperamos unos minutos, hasta que los soldados se dispersaron mediante las ordenes de su general, Marshall sin perder tiempo se acerca, dice: -Jeffreximus camarada, compañero leal, mi mejor amigo...-

-No somos nada de eso, Marshall, te llame porque tu y tu grupo son habilidosos y aunque me duela decirlo... necesito de su ayuda-

-Ooooh, el gran general Jeffreximus espartano, estratega en guerra y batallas, Defensor de esta ciudad; requiere de nuestra ayuda, me siento halagado. Luego de esto me puedes invitar a salir y conocernos más- esto último Marshall se escuchó muy pícaro.

Yo ya veía a Marshall que "que le gusta caminar por otra acera", Jos y Rik solo se aguantaban las risas.

-De todos en el pueblo, eres el que mas le falta un tornillo- dice Jeffreximus asqueado.

-Tú y tus amigos solo hagan lo que saben hacer, causar problemas, encargarse de los monstruos que están mas lejos de la barricada, yo y mis tropas y los otros grupos que vinieron por la recompensa, defenderemos más cerca la barricada-.

-Espera un momento... nos están mandando mas lejos que todos, ¿eso no es un put* Suicidio?- pregunto Rik.

Jeffreximus solo se ríe y se aleja para al final decir: -si lo hacen, les daré lo que quieran... Por cierto, su amigo de las espadas, tuvimos que amarrarlo porque ya estaba causando alboroto-.

Las Desventuras de BrunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora