Formar

244 20 58
                                    

Mientras la azabache estaba descansando después de un cansado día de trabajo el bicolor le preparaba la cena, una vez que lo terminó sintió como su amada esposa lo abrazaba por detrás.

Momo: Lamento no haberte dado cena hoy.

Shouto: No te disculpes, se que estás cansada, me siento orgulloso porque mi valiente esposa logró capturar a toda una pandilla.

Momo: Yo no diría eso, no sólo fui yo, Pinky, Uravity y Froppy me ayudaron en todo - rió pero soltó un quejido que su esposo no lo dejó pasar.

Shouto: ¿Estás bien? - se dio la vuelta para verla, sin embargo la azabache asintió.

Momo: No es nada, solo un rasguño.

Shouto: ¿Un rasguño? - tocó cerca de una costilla de Momo y volvió a soltar otro quejido - déjame ver.

Momo: N-no es nada, ya te lo dije - el bicolor no hizo caso y con rapidez levantó un poco la blusa de ella viendo unas vendas que estaban un poco manchadas de sangre.

Shouto: ¿Así que sólo un rasguño? Ven, tengo que cambiarte esas vendas... ¿Quieres contarme como te lastimaste?

Momo: ¿Estás molesto? - preguntó con su rostro viendo el suelo.

Shouto: No, estoy preocupado, puedes contarme después sólo déjame curarte.

Momo: Está bien - ambos, más bien Shouto tomó con cuidado a la azabache para luego llevarla a un sillón, la sentó con delicadeza, tomó el botiquín que tenían en un mueble cerca del lugar, al momento de que le quitó las vendas a la muchacha vio que tenía una cortadura de más o menos trece centímetros de largo si no es que más cosida cerca de su costilla izquierda, junto con unos moretones que tenía, algo que no le gustó para nada al joven, sin embargo, no quería hacer sentir mal a ella.

Shouto: ¿Acaso donaste un riñón? - bromeó y ella rió apenas por el dolor.

Momo: Estaba a punto de crear una trampa para terminar la misión pero no reaccioné cuando uno de ellos me cortó con una navaja, luego de eso tuvimos un pequeño combate cuerpo a cuerpo, sino hubiera sido por Pinky, estarías viudo.

Shouto: Rayos, eres muy buena actriz ¿Sabes? Ni siquiera te quejaste cuando entraste a la casa, y eso que te abracé.

Momo: Simplemente no quería preocuparte, aunque lo acabo de hacer.

Shouto: Es mi responsabilidad cuidarte y preocuparme, lo dije en el altar - dijo mientras con su mano derecha activo su particularidad de hielo para quitar algunas inflamaciones que tenía ella.

Momo: Es verdad, lo siento - el bicolor sonrió con ternura y luego besó su frente.

Shouto: Tendré que agradecerle a Mina por haberte ayudado.

Momo: Dudo que lo hag... - esta vez sí no podía decir nada al sentir un trapo húmedo limpiando la sangre que tenía cerca de su herida.

Shouto: Lo siento.

Momo: Descuida.

Shouto: Me voy a sentir sólo - dijo en voz baja mientras que Momo arqueaba una ceja.

Sentimientos Ocultos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora