Enmendar el dolor

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Desesperado, no la encontró en ningún lado, buscó en toda la casa, la cocina, la sala, el baño, el patio... nada, esta vez sintió un dolor en su pecho, necesitaba hablar con ella, quería pedirle perdón, sin embargo no estaba, ¿Se había marchado? Se preocupó y fue a ver rápidamente el ropero de ella, la preocupación aumentaba, no había prenda alguna de ella, ¿Cómo no se dio cuenta? Juró no volver a tomar alcohol.

.

Shouto: ¿Estas seguro que no se presentó al trabajo?

Endeavor: Para nada, la estuve esperando para agradecer por los reportes que hizo por mí.

Shouto: Entonces no podré asistir hoy, alguien que me cubra por favor - estaba hablando aunque no quería con él, éste también se preocupó por ella, pues le tomó cariño a la esposa de su hijo a pesar de que estaba en total desacuerdo hace unos años.

Endeavor: De acuerdo, encuentrala - para él Momo había sido quien aportó para unir de nuevo a la familia, le ayudó a visitar a su esposa y a que ella lo perdonara, Natsuo y Shouto se llevaban mejor con él gracias a los consejos de ella, así que más agradecido no podía estar.

Shouto: Lo haré, adiós.

Endeavor: Adiós hijo - el bicolor colgó la llamada y salió en busca de la azabache.

fue a la mansión de los Yaoyorozu, sin embargo no se encontraba allí, buscó en todos los hoteles y apartamentos de la ciudad, y no había rastro, ya no sabía que hacer, decidió pedir ayuda a sus amigos pero que no se hiciera una gran polémica, sus amigos con gusto lo ayudaron, pero no la encontraron.

Ya había pasado una semana sin encontrar a la azabache, y sin ella a él le costaba estar así, sin abrazos, sin las caricias que le brindaba, así que sólo tomó una foto que encontró de ella y la llevó a su pecho, empezó a llorar por la ausencia de su esposa, le hacía mucha falta, ahora entendía a lo que se referían con "las palabras lastiman más que los propios golpes", se recostó en su cama, mientras se calmaba, sonó su teléfono.

¿La estás buscando? - Jirou.

¿Sabes donde está? Si lo sabes por favor dímelo.

Ven a mi casa lo más rápido posible.

Allí estaré, gracias.

...

Se levantó rápido y tomó las llaves de su auto, condució hasta el hogar de la mejor amiga de la azabache, se abofeteo mentalmente, no había pensado haber ido allí, al tocar la puerta se encontró con la pelicorta la cual no tenía una buena mirada.

Shouto: Jirou... ¿Bue...? - la mencionada le dio una bofetada en la cara que claramente retrocedió dos pasos al bicolor.

Jirou: ¿Que le hiciste?

Shouto: La herí - dijo con su mirada al suelo.

Jirou: Mirame a la cara y dime lo que le hiciste - el bicolor hizo caso y la vio a los ojos.

Shouto: Le dije cosas que no debí decirle, dime donde está ella.

Jirou: Antes de decirte quiero aclararte que ella toma las cosas muy a pecho y aunque no me quiso decir que fue lo que ocurrió nunca la había visto así.

Shouto: Lo siento...

Jirou: No te disculpes conmigo, más bien con ella, ahora trata de enmendar las cosas - dijo mientras se hacía a un lado de su puerta para que el pasara - ¿Que esperas?

Shouto: Con permiso - dijo para luego entrar a la casa de la pelimorada - ¿Donde está?

Jirou: En el patio, a la izquierda - el bicolor agradeció y se dirigió al lugar y su corazón se detuvo unos instantes al verla a la azabache como abrazaba sus piernas y miraba con nostalgia a la luna, caminó con cuidado cerca de ella, sin embargo pisó una pequeña rama que no pudo ver alertando a la azabache.

Shouto: Momo - la contraria lo vio con miedo, el ver ese rostro lo lleno de culpa, era el mismo rostro que su madre hizo cuando le hizo esa cicatriz en el rostro, la pelinegra volvió su mirada a la luna intentando evitar el contacto visual con él, sus ojos empezaron a brillar por las lágrimas que estaban a punto de salir, respiró hondo y se levantó del suelo de madera, para estar frente a él.

Momo: Buenas noches, Todoroki-san - el bicolor la miró con un sentimiento de tristeza, la hirió tanto que ahora miraba a la azabache un poco más delgada y pálida, sus ojos a pesar de las lágrimas los veía vacíos, y esa voz quebrada hizo que el dolor de verla así aumentara, se veía tan frágil, tan atemorizada, sin embargo él no quería eso, dio unos pasos y la abrazó mientras empezó a sollozar, ella también lloró en silencio, sin embargo no quiso corresponder a ese abrazo.

Shouto: Te extrañé mucho Momo - la aferraba más a él, no quería soltarla, se separó un poco y besó la frente de ella, no obstante se dio cuenta que ella no tenía expresión alguna en su rostro - ¿Momo?

Momo: ¿Por qué nunca me lo dijo? Si me hubiera dicho que nunca me quiso, yo hubiera entendido, jamás hubiera sido una carga para usted - el bicolor la volvió a abrazar.

Shouto: No quise decir eso, perdóname por favor, lo siento.

Momo: Esta bien - se separó de él y se volvió a sentar, el imitó la acción de ella - No te sientas culpable, yo debería sentirme así, después de todo ha desperdiciado su vida conmigo.

Shouto: No digas eso...

Momo: Todoroki-san... por favor deja de culparte, yo he tenido la culpa y ya, es obvio que no ibas a estar con una mujer usada...

Shouto: Ya para - Momo volvió a ver a la luna.

Momo: Es la verdad.

Shouto: Te equivocas.

Momo: Cuando alguien está muy presionado suelta la verdad - sonrió con nostalgia y el bicolor sólo la escuchaba y observaba.

Shouto: Por favor vuelve conmigo.

Momo: No te fuerces.

Shouto: No lo hago, yo dije esas estupideces porque estaba ebrio, no quise, de verdad no quise decir eso, por favor - se levantó del suelo y también la levantó a ella, el ya estaba desesperado, quería besarla desde que la vio, así que la tomó del rostro y le dio un corto beso en los labios - quiero estar contigo, sólo contigo.

Momo: Yo... - la vista se le nublo en ese instante y las piernas le fallaron - Shouto... - dijo en un susurro mientras se intentó agarrar de los hombros de él para no caer, el bicolor la sostuvo en el momento que ella iba a desplomarse en el suelo.

OooooooooooooooooooooooooooooO

Wenas, sólo vengo a informar que ya mero concluyo esta historia, si es loco pensar que concluí mi segunda historias ANTES QUE ÉSTA!!!

Plus Ultra papus... 👊
Y Sayonara...

Sentimientos Ocultos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora