Una semana después.
—Todavía sigo triste cuando recuerdo el final de aquella película —dijo suspirando.
—Yo también, pero a la vez me quiero reír mucho, éramos un desastre, tú llorando hasta que te quedaste dormido mientras yo me reía por ti y por el desastre que era en ese momento, llorando por todo al mismo tiempo —comenzó a reírse mientras sus mejillas se sonrojaban.
Hoseok se unió a su risa. Yoongi los miraba sin entender, habían comenzado a reírse tan escandalosamente, podía mirarlos llorar de la risa. Su novio se miraba tan feliz, eso lo hizo sonreír, a pesar de que Hoseok siempre era alegre hacía varios meses que no lo miraba tan vivo como en ese momento.
Inconscientemente su mano se dirigió a su bolsillo donde sacó su celular. La cámara apuntó a su chico, sacando varias fotos de lo alegre que se miraba, después apuntó a los dos, era una bonita foto y momento.
—Tenemos que parar —Seokjin dijo riendo.
Poco a poco comenzaron a parar de reír. Que bonito era tener a alguien con quien reír hasta que las lágrimas salten de sus ojos. Lágrimas de felicidad, porque estás disfrutando del momento y del acontecimiento y no lágrimas de tristeza.
—Hobi, por favor, tenemos que repetirlo, pero ahora podemos incluir a Yoongi, él evitará las películas tristes.
El nombrado asintió, uniéndose a la plática. Su celular volvió a su sitio y su mano se volvió a entrelazar con la de su novio.
—Esta semana no creo —suspiró—. Sabes que esta es mi última semana, tengo mi cita de parto programada para la próxima semana, pero esto puede pasar en cualquier momento —tembló, tenía miedo—. Pero te prometo que después del parto cuando este recuperado de la cirugía, mi bebé, Yoongi y yo iremos a tu casa para ver esas películas —ahora sonrió grande.
Seokjin asintió rápido, le encantaba la idea y era una promesa.
El mayor se despidió de los chicos mirándolos salir de la pastelería. Pronto volvió a la caja, estaba concentrado llevando las cuentas de todo lo vendido cuando la campanita del lugar sonó. Elevó la mirada para encontrarse con Namjoon.
Su sonrisa se hizo grande, su corazón se aceleró, su estómago... ¡Por dios! su estómago parecía un zoológico. Sintió a sus bebés moverse, eso siempre pasaba cuando estaba muy feliz, al parecer sus bebés también sentían su felicidad.
Salió de su lugar de trabajo para correr a sus brazos. En esa semana no se habían visto solo algunas veces o hablaban por teléfono hasta que alguno se quedara dormido.
—Hyung —susurró mientras lo abrazaba fuerte.
—Te extrañé, Nam —suspiró a punto de llorar—. No creí acostumbrarme tanto a ti, nos haces mucha falta en casa —acarició su vientre donde los pequeños se movían.
—Yo también los extrañé —sonrió—. Como ya sabías tuve una semana muy ocupada, pero al fin pude remodelar un poco mi casa, quité todas mis fotos con Jimin, saqué demasiada ropa que ahora está en orfanatos y algunas otras cosas más. Pero en todo momento pensé en ustedes, también extrañé dormir juntos... Nunca te dije esto, pero el movimiento de tus bebés bajo mis manos me tranquilizaba y me hacía quedarme dormido, extraño eso.
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𝐵𝑎𝑛𝑐𝑜 𝑑𝑒 𝐸𝑠𝑝𝑒𝑟𝑚𝑎 [Namjin] #1
Fiksi Penggemar❥ Primera temporada. ❝Seokjin deseaba con todo su corazón un bebé, estaba tan solo, no servía para el amor, era un hecho. Cada vez envejecía más, dentro de unos pocos años tendría menos posibilidades de poder embarazarse. Había escuchado sobre las...