Feliz 24 Años Jihoon → Jicheol ♡

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-Bien ¿Recuerdas tu fecha de nacimiento?- pregunto el medico mientras escribía en una carpeta en sus manos.

-Sí, veintidós de noviembre- Jihoon rodo los ojos por las preguntas "tontas" que le hacía en profesional.

El medico suspiro y fijo sus ojos en Seungkwan -Deberíamos hacerle un tomografía para cual parte de tu cerebro fue dañado. Pero de verdad es muy extraño esto-

Jihoon y Seungkwan asintieron a la vez que el hombre volvía a escribir en su carpeta.

-Vuelve en tres días y aremos la tomografía, si recuerdas algo, lo anotaras y luego me lo dirás-

Seungkwan seguía igual de desorientado. ¿Porque su amigo no recordaba nada? ¿Y s de verdad venia del pasado y no sabía lo que había pasado en los últimos años?

Ambos caminaban por el centro de la ciudad mirando los locales de ropa, comida y juguetes donde Seungkwan tuvo que arrastrar a su amigo fuera ya que quería comprar un muñeco de Groot; pero cuando pasaron por n local de ropa, fue Jihoon quien arrastro a su amigo lejos.

-Sabes tengo una duda- hablo Jihoon tomando su helado con Seungkwan a su lado -¿Seungcheol nunca se me declaro-

-L a verdad no, al menos que yo lo recuerde- limpio sus manos mientras el helado se derretía -Aunque el tampoco muchas parejas, que yo recuerde-

-Pero si tuvo-

-Sí, salió con una chica, pero después terminaron cuando cumplieron los cinco meses-

-¿Y por qué terminaron?- curioseo el rubio.

-Nunca me dijo a mí, pero por lo que dijo Vernon, solo lo quería por interés y le fue infiel-

-¿Qué? ¿Por qué le seria infiel?- Seungkwan dio un leve salto por el casi grito del más bajo -Seungcheol es un chico bueno, con una bonita sonrisa y con mucho amor para dar. Se perdió de mucho-

Seungkwan se quedó callado por cinco segundos analizando las palabras de su mejor amigo -Jihoon-

-Mmm-

-¿Te gusta nuestro jefe?-

Jihoon casi escupió el helado, que ya terminaba, al escuchar tales palabras -¿Qué?-

-Te gusta nuestro jefe- lo afirmo.

Solo se quedó callado tratando de buscar respuesta a las preguntas en su mente -¿Cómo sabes si te gusta alguien?-

El nativo de Jeju sonrió negando con su cabeza -Es difícil de explicar, pero es como sentirse lleno de alegría junto a esa persona, un cosquilleo en tu estómago, sonríes mucho al ver a esa persona y también piensas mucho en el-

Jihoon desvió su mirada a la calle, donde pasaban los autos, como si tuviera un debate mental, y verdaderamente lo tenía. Nunca pensó en Seungcheol más allá de un amigo, y ahora jefe. Pero como lo describía Seungkwan, era como se sentía cada vez que Seungcheol lo llamaba, lo miraba o simplemente lo miraba por escasos segundos. Hasta podría que decir que sentía muchas más emociones.

Era increíble lo que logro su jefe en una semana, algo que no pudo hacer Soonyoung en dos años estando enamorado de él.

El lunes por la mañana era el día más caótico, y Jihoon lo pudo comprobar. Los trabajadores caminaban de un lado a otro a gran velocidad, casi corriendo, a espera de Seungcheol.

Los empleados se habrían hacia los lados del pasillo dejando pasar a Sengcheol que solo marcaba su celular, con un traje impecable que hacia marcar más los músculos de sus brazos y piernas. Jihoon de apoco se olvidaba que era solo un niño de once años dejando a un joven de veinticuatro.

-Jihoon, mañana viajaremos. Debemos ver las instalaciones nuevas y estar en la inauguración-

-Cla-claro- el tartamudeo solo volvía cuando el mayor lo miraba fijo, como lo hacía en ese momento.

-Bien, en el aeropuerto a las diez y llama a Vernon- volvió sus ojos a las caretas en su escritorio mientras tomaba su café.

Jihoon salió de la oficina ¿Viajar con Seungcheol? Y lo peor de todo, estaría en una fiesta que era más seguro que debería ir en traje.

Nuevamente, necesitaba ayuda de su mejor amigo.

-Bien, para las inauguraciones siempre debes ir formal pero relajado- hablaba Seungkwan revisando el armario de su mejor amigo -Asi que lo mejor será que lleves esto para la inauguración- un conjunto de una camisa blanca junto a nos pantalones ajustados y un saco de vestir.

-¿Con esto me veré bien?- Jihoon guardo la camisa arrugándola un poco.

-Sí, créeme, Seungcheol caerá rendido a tus pies- el de mejillas grandes saco la camisa de la valija doblándola con cuidado.

-¿Cómo "caer rendido a mis pies"?- ladeo un poco la cabeza.

-Jihoon- el tono de voz que uso le recordó a su madre como cuando lo regañaba -Sé que te gusta y mucho- levanto una ceja mientras sonrió pícaramente.

El más bajo solo abrió sus ojos más de lo normal guardando el resto de sus cosas en la valija azul que tenía en su cama. Cerro la valija rápidamente y camino hacia la cocina seguido por el menor que lo miraba con ojos acusatorios.

-No me puedes mentir Lee Jihoon-

-Lose- saco un cartón de leche y chocolate en polvo mientras trataba de no mirar a su amigo.

Seungkwan solo sonrió viendo como su amigo se preparaba un chocolate a toda prisa. Era gracioso ver las mejillas de su amigo, rojas como tomates -No tiene nada de malo que te guste nuestro jefe-

Jihoon volvió sus ojos a su amigo. Si era malo, era muy malo que le gustase un hombre que le doblaba e edad y altura.

Jihoon al día siguiente sentía su estómago revuelto, no sabía si era por haber tomado un café super dulce con cuatro tostadas y un chocolate, porque la última vez que recordaba haber volado fue con sus padres a los cinco años, o por estar sentado a un lado de su jefe que solo leía un libro de economía mundial.

¿A quién le importaba la economía mundial?

-Si necesitas decirme algo, solo hazlo-

Jihoon se sobre salto por las palabras de Seungcheol, no se había dado cuenta cuanto lo había observado.

Seungcheol llevo sus ojos mirando el rostro de Jihoon quien no sabía cómo dejar de mirar al mayor.

El azabache estaba por volver a su lectura pero la mano de Jihoon en su mejilla lo desconcertó totalmente. El rubio delicadamente aparto las migajas del sándwich que aun quedaban en el rostro de su jefe. Cuando se dio cuenta de lo que hacía fue cuando el sonrojo volvió a sus mejillas.

Debía desviar la mirada, sabía que lo tenía que hacer pero os ojos oscuros junto a sus largas pestañas no atraían de forma totalmente.

Seungcheol bajo sus ojos a los labios de Jihoon presos entre sus dientes. Una locura atravesó por su mente acercándose más, pero el llamado del piloto anunciando que descendería en pocos minutos le volvió los sentidos a ambos.

Las turbulencia volvieron, después de que una azafata avisara que debían colocarse los cinturones de seguridad, asustando a Jihoon quien cerró sus ojos tratando de controlarse como lo había hecho en el despegue, pero sentía que estas eran aún más fuertes que las anteriores.

Inconscientemente se sostuvo del asiento tomando la mano de Seungcheol, el mayor lo miro sorprendido pero al darse cuenta que el menor no reaccionaba a lo que hacía, entrelazo sus dedos con los del menor, tranquilizando un poco.