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El avión aterrizó en Busan a las tres de la tarde dejando bajar a los pasajeros junto a Jihoon y Seungcheol. Ambos caminaron hacia la salida del aeropuerto donde los esperaba un auto que lo llevaría al hotel donde se hospedaría.

-La inauguración será en el hotel donde mostraremos nuestro nuevo local- hablaba el mayor mientras tecleaba en su celular.

Jihoon solo asintió mientras anotaba en su libreta. Luego de unos minutos llegaron al hotel donde el dinero y la modernidad se hacían notar por todos lados. Jihoon abrió sus ojos más de lo normal al ver como un hombre se acercaba y le pedía el equipaje a ambos para luego colocarlo en un carrito y llevarlo a sus habitaciones.

-Nos tocó las habitación veintisiete y treinta- ambos caminaron por los pasillos buscando las dichas habitaciones.

-Bueno, yo estaré en la veintisiete- hablo Jihoon entrando rápidamente entrando en la habitación donde estaba en donde estaba el número.

Seungcheol dejo la llave en la cerradura de la puerta de Jihoon para después entrar en du habitación.

Jihoon después de recorrer el lugar y pedir comida a la habitación, tomo una ducha relajando sus músculos para después vestirse con la ropa que le había guardado Seungkwan.

¿De verdad debía ponerse ese choker?

Miro rápidamente la hora para peinarse rápidamente y salir lo más presentable. Se colocó perfume un poco y salió de su habitación. Seungcheol salió al instante por su puerta enfrente de Jihoon quedando mudo al ver al más bajo. Su camisa blanca holgada dejando ver las clavículas marcadas, un pantalón de tela negra ajustado, un saco de vestir del mismo color junto a un choker que dejaba colgar viéndolo malditamente hermoso.

Jihoon se sonrojo por la mirada penetrante del mayor en el -¿Estoy mal peinado?- pregunto nervioso.

-No, nada-  acomodo torpemente su corbata –Vamos-  su semblante se volvió frio al hablar.

Ambos llegaron al gran salón donde cientos de personas hablaban con copas de champagne en sus manos. Cuando hicieron acto de presencia, rápidamente saludando a Seungcheol y felicitándolo mientras Jihoon se limitaba a caminar detrás de su jefe manteniendo una sonrisa con algunas carpetas en mano donde tenía los horarios del evento.

Varios empresarios importantes se acercaban al azabache hablando de sus nuevas propuestas, algo que Jihoon solo entendía la mitad de lo que hablaban y se limitaba a comer los bocadillos que estaban en las mesas.

Pronto Seungcheol brindo junto a todos por el progreso de la empresa la que era el jefe. Jihoon apartado en el balcón solo sonrió al ver como muchos se acercaban a él. Tan solo unos años recordaba cómo sus lentes caían levemente por el puente de su nariz y sus oyuelos no desaparecían por nada. Un niño el cual amaba a jugar al futbol con sus amigos y que amaba las matemáticas.

-Creo que todo término bien- sonrió Jihoon al ver a su jefe frente suyo, el mayor lo imito un poco apoyando sus antebrazos sobre la baranda del balcón admirando la playa frente suyo.

-Si te refieres con que mañana más de la mitad de los invitados amanecerán con resaca, si, salió todo bien-

-Mi madre dice que cuando la resaca te pega, la verdad también- rio Jihoon imitando la posición de si jefe.

El mayor rio con nostalgia -¿Cómo están tus padres? Hace mucho no se de ellos-

Jihoon subió levemente sus hombros –Como siempre, aunque están muy contentos con sus viñedos-

-Recuerdo que tu padre era el más emocionado- recordó el azabache –Al punto que quería que e tome una botella entera de su vino-

Jihoon solo quedo en silencio admirando el perfil de Seungcheol, al darse cuenta que Jihoon lo respondí, dirigió sus ojos al más bajo que se sonrojo al instante.

-¿Sucede algo?-

El rubio negó lentamente –Hace mucho tiempo no hablábamos de algo que no sea trabajo-

Seungcheol marco sus oyuelos al sonreír –Tienes razón-

-Lo extrañaba- miro sus ojos oscuros perdiéndose lentamente en ellos.

-Sinceramente- Seungcheol sus propios ojos en Jihoon –Yo igual-

El mayor se acercó más quedando a escasos centímetros del rubio, observando sus delicadas facciones. Sus labios delgados junto a su pequeña nariz, sus ojos delicadamente rasgados y su piel blanca  y perfectamente cuidada.

-Te extrañaba-

Seungcheol no espero más, terminando con la distancia, uniendo sus labios con los de Jihoon tomándolo de sus mejillas.

Jihoon lo atrajo más por el saco del mayor sintiendo como lo besaba dulcemente que poco a poco se volvía más apresurado. Los delicados labios del más bajo al compás de los suyo le hacían perder más la conciencia de la mejor manera.

Los pulmones de ambos pedían oxigeno después de algunos segundos haciendo que ambos separarán solamente sus labios respirando agitadamete.

Seungcheol apoyo su frente en la del rubio quien sin quererlo sonrió contagiando al mayor.

-Sentí que estaba en cielo- el menor soltó una pequeña carcajada al escucharlo.

-Creo que te acompañe en el viaje-

El azabache se enderezó acariciando las mejillas del rubio quien solo cerro sus ojos disfrutando del tacto.

-Señor Choi- interrumpieron cuando se estaba inclinado hacia Jihoon nuevamente.

Ambos se separaron al instante observando al hombre que los interrumpió.

-Disculpe si interrumpo- sonrió vergonzoso el hombre -Necesitaba hablar con usted-

-Claro, si- miro rápidamente a Jihoon que asintió rápido -Vamos-

El más bajo los siguió de serca quienes cambiando detrás, cuando estaba por volver por sus carpetas su cabeza impacto contra una bandeja de plata que sostenía un mozo.

Jihoon tamabaleo cayendo golpeando su cabeza con el suelo, perdiendo la conciencia al instante.

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Perdón por lo errores, besos💓

Feliz 24 Años Jihoon → Jicheol ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora