Genjutsu

214 21 13
                                    

La noche ya había caído, Kaede se encontraba en el piso tirada, el césped bajo su cuerpo le parecía terriblemente cómodo y fresco, su pecho subía y bajaba con dificultad, estaba agotada, eso era seguro y Tobirama estaba satisfecho, no había perdido ni un poco la velocidad de ataque, incluso había alcanzado su punto más alto durante ese entrenamiento, por supuesto, aun no era suficiente para asestarle un golpe significativo, pero sí había logrado que siguiera cada uno de sus movimientos para bloquearlos, su mejilla rasgada por un shuriken era prueba de la capacidad de ponerlo en aprietos puesto que había logrado acorralarlo dentro del domo de agua, una de las técnicas que le había enseñado cuando era más joven y de las favoritas de Kaede.

— Mañana entrenarás con Kakashi.— Dijo finalmente Tobirama, daba la media vuelta para comenzar a marcharse del campo de entrenamiento.

— De acuerdo.— Pronunció poniéndose en pie.— Sensei...

Tobirama se detuvo sin voltear a verla.

— ¿Qué ocurre?— Su voz no demostraba ninguna clase de emoción.

— Bienvenido a casa.

Tobirama apenas sonrió, por supuesto, sin permitir a su discípula que le viera, sólo asintió y desapareció utilizando su Hiraishin no Jutsu.

— Vamos, Argus, es hora de ir a descansar.

— Menos mal... Estoy cansado.— Respondió con dificultad.

Su caminata rumbo a su hogar fue tranquila, las calles ya no tenían tanta gente, los locales poco a poco comenzaban a apagar sus luces dando paso a los lugares nocturnos, por una noche sinceramente no le apetecía para nada salir, sólo quería ir a casa, tomar un baño, preparar la cena y el almuerzo de mañana para poder irse a dormir.

— ¡Kaede!— Una voz que reconocía le llamó a lo lejos.

— Ah... Carajo... Lo que faltaba.— Pronunció Argus.— Te está hablando a ti, yo me voy a casa a dormir.

— Traidor.— Espetó Kaede.— Yo también quiero dormir.— Suspiró agotada.

Argus apenas hizo caso moviendo su oreja a un lado para captar la voz de Kaede, pronto la regreso al frente y simplemente siguió su camino.

— Kaede, hola.— Kurenai se acercó un poco tímida a ella.— Oye... Ummm... Necesito comentarte algo... Creo que acabo de arruinar mi relación con Asuma.— Su voz sonaba algo ronca.

— ¿Qué? Pero si apenas comenzaron ayer... No puedes arruinar algo de la noche a la mañana.— Kaede frunció el ceñó muy extrañada por el comentario de Kurenai.— ¿Qué ocurrió? ¿Y por qué estás ronca?

— Pues...

— ¿Es muy necesario que vaya?— Sasuke rodó los ojos, maldito mocoso, como odiaba cuando hacía eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Es muy necesario que vaya?— Sasuke rodó los ojos, maldito mocoso, como odiaba cuando hacía eso.

— Órdenes de Madara-sama.— Respondió altanero.— Yo sólo estoy siendo el mensajero. Otra vez.

KonohagakureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora