ㅡY...¿Cómo te fue?, ¿le contaste?ㅡ dijo Kihyun, comiendo uno de los inventos de su hermano. Un emparedado de kimchi y mermelada, que, por alguna extraña razón, le gustaba.
ㅡSi, no te imaginas lo felíz que estaba, hasta lloróㅡ dijo Changkyun, sonriendo al recordar el llanto y la hermosa sonrisa que tenía su novio al oír las noticias.
ㅡSiempre fue un llorón, pero me cae bienㅡ el menor soltó una carcajada, era verdad, su honey era todo un bebé.
ㅡPero sabes algo, cuando lo vi llorar supe que él es el indicado para mi. Lo quiero a mi lado para siempre, bueno, a nuestro ladoㅡ miró su barriga, en donde sus pequeñas bailaban.
ㅡQué...¿Qué quieres decír con eso?ㅡ susurró Kihyun, limpiandose las boca con una servilleta, luego de haber dejado el emparedado en el plato. Changkyun sonrió y levantó la mirada.
ㅡQuiero casarme con élㅡ Kihyun se ahogó con el agua y su hermano comenzó a reir, dandole golpecitos en la espalda.
ㅡEstás bromeando, ¿verdad?ㅡ dijo tosiendo ㅡDime que es una maldita broma, Danielㅡ dijo serio. El pequeño levantó los hombros y luego dijo.
ㅡPues...no lo es. Le pediré matrimonioㅡ un grito agudo, casi femenino lo asustó y de un momento a otro Kihyun estaba tirado en el suelo. ㅡHyung, ¿qué demonios haces? ¡levantate!ㅡ Changkyun comenzó a jalar a su hermano del brazo, pero este se soltó.
ㅡDejame, moriré aquí. No puedo creer que te casarás antes que yo ㅡ. Daniel comenzó a reir, algo agitado se sentó en la silla nuevamente, mirando el pequeño cuerpo de su hermano mayor desparramado en el medio del suelo de la cocina.
ㅡDeja de jugar y levantateㅡ dijo, aún riendo. Kihyun negó.
ㅡShh, estoy muerto. No me hables.ㅡ Hyun estaba viendo a su pequeño hermano crecer frente a sus ojos, ya no era un simple adolescente de 18 años. Era un joven embarazado y con ansias de casarse, mientras que él trataba de no asesinar a su imbécil novio, bueno, no tan imbécil.
ㅡHyung, ¿Qué te pasa?ㅡ dijo Chang, luego de parar de reirse. Kihyun se sentó de repente, asustandolo.
ㅡ¡Tengo que ir a decirle a Wonho!ㅡ dijo y segundos despues se levantó del suelo y salió corriendo de la casa. Changkyun lo miró extrañado, su hermano no solía ser así.
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La semana siguiente...
Changkyun miró el reloj a su izquierda y se levantó, yendo hacia su habitación. Eran las dos y media de la tarde, y Jooheon llegaba a las tres; necesitaba prepararse.
Se quitó su camisa y miró su reflejo en el gran espejo de la habitación. Su barriga había crecido un poco desde la última visita a la doctora Kim. Dió varias caricias y rió, cuando sintió dos patadas en su palma; sus pequeñas reconocían a su papá.