Capítulo 14: ¿Cómo negar este amor?

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—Es una locura, no cuentes conmigo. — respondió, negando retúndamente la propuesta que acaba de escuchar salir de esa boca, que solo salía odio.

—Acepta, es la única manera de que tengas a Bárbara a tu lado, así como yo a Santos. — sonrió con cinismo.

—Deja ese cinismo, esa bronca que traes contra tu madre, Marisela Barquero. Terminarás lastimada, ¡detente! — dijo, queriendo que reaccionara.

—¡Ay, por dios! Eres un cobarde Federico Villalba. — le gritó.

—Ssshh... cállate. — pidió él, mirando por los lados fijándose si alguien haya escuchado algo. —Escúchame Marisela, tú no conoces a Santos, es un hombre que se puede descontrolar, no oye, ni ve cuando está cegado. Si tú intentas separarlo de Bárbara, reaccionaría mal. Créeme, lo he vivido.

La joven Barquero niega, estaba segura que todo saldría bien, pero, para que su plan funcionara necesitaba de Villalba. Mas él, no aceptaba su plan.

—Tendré a Santos conmigo, cueste lo que me cueste. Será mío completamente, lo haré, con... o sin tu ayuda — se gira sobre sus talones.

—Bárbara confía en ti — la detiene con esa confesión.

—Pues, que lástima. No debió confiar en mí — dijo mirándole sobre su hombro, sonriendo maliciosamente.

—¡La apuñalarás por la espalda! — casi gritó, cuando comenzó a alejarse más.

Marisela se volvió sin acercarse. —Ella me apuñaló más de una vez y no precisamente por la espalda — dijo con odio.

Tomó su yegua Blanquita y se fue a todo galope a seguir con su plan que arruinaría la disque felicidad de Bárbara.

Faderico estaba demasiado furioso consigo mismo, por no detenerlos cuando pudo, por no decir la verdad a penas lo supo. 

—¡Maldita sea! — dice con bronca. —Soy un cobarde, ahora cuando Bárbara sepa que su esposo Santos Luzardo, le ha sido infiel con su hija... sufrirá mucho, muchísimo. Que gran dolor le provocará, ella no se merece esto— se acerca a un muro y golpea con fuerzas descargando su ira.

Por cerrar el pico se convertía en su cómplice, cosa que le causaría consecuencias, no quería imaginar como se pondría Bárbara si, se enterase que él lo supo desde antes que se comprometiera con Santos Luzardo.  

 —No, esto no puede ser así — dice entre dientes, con su puño en su boca evitando gritar, conteniendo las lágrimas de dolor y bronca que le provocaba todo lo que sucedía.

¿Cómo enmendar todo eso? ¿Cómo hacer que Bárbara comprenda sus razones
de callar ésta verdad y le perdonara?

Ni si quiera se había descubierto la verdad y ya se atormentaba.

Bueno, desde que supo lo que hacían ese par a espaldas de Bárbara, se atormentaba.

Dejando a Federico pensativo recordando las palabras de la joven Barquero:
 —Tu ve enamorándola poco a poco hazla caer ante tus encantos. Bésala o hazlo como quieras pero lo importante es que Santos los descubra, que se decepcione tanto, pero tanto de ella que le pedirá el divorcio. Yo mientras tanto le haré creer que ella siempre, siempre le fue infiel contigo, que él tenía razón y tú le movías el tapete. Si nuestro plan no funciona insiste delante de él. Coquetéale, lánzale indirectas, cosas cursis tu sabes. Lo importante es sembrar la duda en Santos y hacerla crecer porque ante la duda nosotros ganamos. Ella será tuya y el mío para siempre y ambos ganaremos. Demuestra que la amas — dijo con una mirada cargada de odio y  venganza.

La Otra Cara de LUZARDO (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora