Con una es tierno y dulce, pero, con la otra es un centauro y muy celoso.
Quiere a ambas y no permitirá que nadie se les acerque ni que intente quitárselas.
Aquí las víctimas son: Bárbara y Marisela.
Web-novela basada a la telenovela #DoñaBárbara
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El matrimonio Luzardo-Guaimarán se encontraba muy feliz en un gran salón en lo que solo bailan Tango, habían aprendido unos pasos gracias a que unas cuadras atrás habían pasado por la "vereda del tango" los pasos básicos de la danza. Dentro del lugar eran un poco torpes con los pasos también copiando a los demás pero, se divertían mucho. Intercambiaron varias veces de pareja y luego se volvían a juntar.
Podría notarse los felices que se encontraban en ese momento, luego de estar más de dos horas, la pareja se despide feliz de la vida. Tomados de la mano caminan unas cuantas calles, luego toman un UBER de regreso al hotel. La noche estaba espléndida sin embargo, Bárbara ya se sentía muy cansada, así que los dos tomaron la decisión de regresar.
La gente seguía vagando por la gran ciudad lleno de edificios, de negocios, de bancos, tiendas, cines...
Todo era maravilloso.
Aunque había demasiado ruido, la señora Luzardo aún no se terminaba de acostumbrar a eso, siempre terminaba de comparar la ciudad grande con el llano. Una gran diferencia.
Pero eso no quería decir que no fuera feliz estando allí con el amor de su vida, el doctor Santos Luzardo.
Quien iba extrañamente callado, de todos modos, la ojiazul observa por la venta del coche la ciudad de Buenos Aires. Ya estaba ansiosa por probar el "Asado Argentino", ha oído en su recorrido que hablaban mucho sobre eso, sus carnes bien cocidas, una salsa que nombraban cual no reconocía. Un buen vino para acompañar el asado.
Lastima, tendría que eliminar de la lista el vino.
Beber está prohibido para ella.
Llegaron a su destino, Santos abrió la boca para preguntar cuanto le debía al chófer y luego para entregarle el dinero.
Ambos ingresaron al edificio abrazados, Bárbara recostando su cabeza en el brazo de Santos, Santos recostaba su cabeza en la de ella. Así con ese hermoso aspecto de imagen ante la vista que se encontraba en el lobby, se dirigieron al ascensor.
Una vez dentro Santos besa con suavidad la cabeza de su esposa, quien se estaba durmiendo parada en los brazos de su marido mientras subían a su piso. Al abogado le resultaba muy tierna la escena de su mujer tratando de luchar por mantener los ojos abiertos, sonrió de lado, momentos después llegaron a su piso. Salieron del ascensor aún abrazados puesto que al llegar a su puerta, Luzardo buscó las llaves en uno de sus bolsillo mientras Bárbara bostezaba tapando su boca.
Una vez abierta la puerta, Santos alzó a Bárbara en sus brazos misma se recostó en su pecho, ingresando de esa manera a su suite cerrando con cuidado la puerta con su pie para no romperla.
El abogado se dirigió a la habitación que compartían, suavemente recostó a su esposa en la cama, la cual comenzaba a caer profundamente en el sueño. El cerró la puerta del cuarto, le sacó la ropa a su mujer para que durmiera más cómoda, la acomodó bien debajo de las sábanas e hizo lo mismo que ella acostándose a su lado. La abraza lo cual ella siente sus brazos a su alrededor suyo, se abraza a él.
