•Comprender• Rusvene

"4"

Se encontraba en la sala de su departamento observando por la ventana la vista de la ciudad, el clima gélido y húmedo seguía, estaba enrollado en sabanas y rodeado de almohadas, con un toddy caliente en las manos y sus audífonos puestos escuchando alguna canción para evitar concentrarse en lo que sea que hubiese pasado entre él y el ruso, solo se sentía extrañamente confundido, y evitaba pensar en eso, creía que si lo ignoraba solo iba a esfumarse....¿O tal vez no?

Ahhhggg....- se lanzó hacia atrás en el sofá cayendo sobre la gran cantidad de almohadas que en este se encontraban lanzando algunas al suelo- Que ladilla...que taran' haciendo los coñitos' mios?- Se dijo el venezolano para pensar en otra cosa, hacia algunos días que no sabía de sus estados, nisiquiera de Caracas quien usualmente lo jodía con uno u otro mensaje de algún chisme sobre sus hermanos o simplemente para pedirle dinero al tricolor, quien obviamente no se lo daba.

Y como si de un conjuro o una invocación se tratase el sonido de su teléfono llamo su atención, al tomar el celular vio un mensaje de Caracas.

-Verga, como que lo invoque, ese er' diablo- Abrió el mensaje y se acomodó nuevamente en el sofá, para estar en una posición más cómoda

𝗟𝗮 𝗹𝗮𝗱𝗶𝗹𝗹𝗮 #𝟭•

APAAAAA' mira, nos tenei' olvidaos voz puro Kike con las reuniones tai' perdió el' mapa, veni pa' esta vaina, pa' jodete' un rato

-rió para sí mismo y miro hacia la ventana, la lluvia había cesado y solo había un ambiente frió, esto le recordaba a Mérida en cierta forma, se levantó de aquel sofá y fue a cambiarse, iría a ver a esas pequeñas bestias tan solo para distraerse de todo aquel lió interno en el cual se encontraba... "peor que una crisis existencial" Pensó el Venezolano con una mueca en el rostro, odiaba empezar a sentirse así, y en especial hacia el eslavo, quien había sido siempre su amigo, no quería echarlo a perder con extraños sentimientos hacia el, pero...no había sido el quien hizo aquella escena en el café?...

Estas eran algunas de las tantas preguntas y dudas que pasaban por su mente como disco rayado, y lo que decía Caracas era otra cosa...tanto los había dejado olvidados?- Termino de arreglarse y tomo un paraguas, no quería que le cayera un "palo de agua" desprevenido de nuevo, antes de salir le regreso el mensaje a Caracas con un "siva" y se encamino a territorio caraqueño donde seguramente se encontraban todos esos "gafos" según Venezuela.

Salió del departamento y comenzó a caminar a la parada de autobús, una vez más se puso los audífonos y se desconectó del sonido exterior, haciendo que la música le brindara un ambiente de vídeo musical mientras caminaba.

Se detuvo en la parada y espero poco para su sorpresa, había veces en las que podía pasar hasta horas esperando por un trasporte,y para su suerte habían asientos vacíos, entro y se sentó en la parte del final del lado de una ventanilla para observar las calles.

Algunas vacías otras llenas de gente, escuchando cada canción que pasaba por su lista de reproducción, sus pensamientos no paraban de irse hacia cierto euroasiático, había creído que salir de su departamento y tomar otro ambiente iba a hacerle dejar de pensar en él, pero desde que salió que aquel café nada más que el ruso ocupa sus pensamientos – verga...me estoy volviendo marico- Pensó, cerró los ojos fuertemente y se tiro hacia atrás en el espaldar del asiento, observo donde se encontraba y...se estaba pasando de la parada.

-Ñuelamadre'¡ por la parada¡¡¡- Grito levantándose bruscamente llamando la atención de los demás pasajeros, salió rápidamente entregando el pasaje al conductor

-Por andar pensando mamaguevadas nojoda'- Se dijo a sí mismo para dirigirse a donde sus estados, no quedaba muy lejos, el clima frió estaba pasando, se sentía ahora uno templado fresco y agradable, las calles empapadas y ese aroma a tierra mojada, perfecto para estar en casa y hacer lo que anteriormente se encontraba haciendo, de hecho, no habría salido de no ser porque quería despejar un rato su mente, pero estar estancado en una sola cosa, solo lo empeoraba y hacia que más pensara en aquello.