•Comprender• Rusvene

"8"

-SOY INOCENTE LO JURO¡¡- Se le escucho gritar a Caracas, quien se encontraba sentado en el sofá de la sala con las manos en alto, como si le estuviesen apuntando con un arma, mientras que Trujillo tenía ganas de todo, de salir corriendo, de reírse, de golpear a Caracas por gritón, pero ninguna de esas opciones era válida en ese momento ya que cada movimiento puede cobrarle un montón de preguntas más por parte de cierto tricolor de 8 estrellas, quien se encontraba interrogándolos a ambos. Los había estado esperando desde el momento en el que recibió el mensaje de Caracas y eso que trataron de llegar lo más silenciosos posibles.

-Ahora ustedes dos, carajitos er' coño, me van a decir que carajos era lo que estaban haciendo anoche tan raros en las guaras' escaleras con los coñitos de Argentina? – Les pregunto el venezolano con las manos en la cintura, mostrándose ciertamente enojado "arrecho" como dirían ellos, a Trujillo se le fueron un momento los colores, de hecho no tenía ni la más mínima idea de porque su padre los estaba interrogando, esto porque ella no estuvo en las escaleras anoche, estaba en el balcón con Buenos Aires...en...sus asuntos, y tal vez como los demás sabían de esto fueron de chismosos a ver qué era lo que hacían, tendría mucho que explicar, y no quería hacerlo.

-Yoo?? Nadaaa~- Dijo Caracas tratando de "hacerse el loco" lo cual no le funciono demasiado bien, quizás junto con Córdoba no debió decirle a todos que se quedaran a ver qué pasaba, pero entre trago y trago...quedaron ahí y obviamente el veneco sospecho, se dio una palmada en la frente mentalmente y volteo a ver a Trujillo, ella se llevaría la peor parte de esto, había estado ocultándoselo a Venezuela por un tiempo y no le gustaría lo que sea que le fuera a hacer por eso.

-Mmhh...supongamos que te creo, entonces si no hicites' nada te va a gustar ir a limpiar el verguero e' corotos que teneis' en el cuarto no?. Si, anda pue'- Le señalo la puerta de la sala y salió como alma que lleva el diablo, si, le tocaba limpiar, pero prefería eso a que le den un sermón de los de su padre, de esos que duran como un día y medio, en el fondo se sentía apenado por la pobre de Trujillo ella se llevaría el dichoso sermón.

-Aja.. Ahora voz me vais a decir que hacías con el guaro de Buenos Aires allá arriba?- Le dijo Venezuela a Trujillo mientras se cruzaba de brazos, estaba seguro de que algo estaba pasando ahí, y quien mejor para decirle que ella, no iba a hacerle nada, en el fondo era realmente gracioso ver como la chica trataba de dar una excusa valida, mas sus palabras salían nerviosas y se tropezaban, movía las manos y volteaba la mirada, claro que no iba a mirarlo a los ojos eso probablemente la haría salir corriendo.

Mientras que Trujillo era un manojo de nervios, se estaba planteando muy detalladamente el lanzarse por la ventana, era una opción válida no? Quizás con suerte solo se disloque el brazo y pueda evitar el tema, pero no tuvo más opción, sabía que si se negaba a responder le iría mucho peor y no solo a ella, a Buenos Aires también, si con suerte Venezuela no lo amenazaba con un arma o alguna otra cosa, como era el caso de algunos de sus ex.

Se enderezo en su lugar y suspiro pesadamente, tenía los nervios a flor de piel y tartamudeo un poco, más se dispuso a decirlo todo como ella diría "clarito y raspao'"

-Sí, sí, estoy saliendo con Buenos Aires ok??¡¡-Le revelo por fin, Venezuela se sorprendió un poco, lo que él pensaba era quizás un poco distinto, juraba que estaban "sampando" como el diría, en el balcón sin realmente ningún tipo de compromiso, aunque se sorprendió, no lo demostró ni un momento, simplemente agacho la mirada y se puso las manos detrás de la espalda.

El valor que en algún momento Trujillo había tomado se esfumo por completo, conocía esa pose, y no le gustaba para nada, así que lentamente se fue levantando en el sofá y salto por detrás del espaldar, Venezuela inmediatamente reacciono y corrió tras ella, Trujillo empujo a sus hermanos, quienes se encontraban en la puerta escuchando "discretamente" lo que pasaba, y salió disparada hacia quien sabe dónde. Venezuela se frenó y espero un poco a ver si lograba verla, lo cual no fue así, ya se había ido, pero tendría serios problemas después, y Buenos Aires se llevaría un enorme susto por su parte, quizás a Argentina le guste su idea, se rió internamente y se giró a ver a sus demás estados con el ceño fruncido, a lo que estos inmediatamente supieron de qué se trataba, y tomando el ejemplo de Trujillo, salieron mandados por distintos caminos lo cual nuevamente le causo gracia al tricolor.