Esta historia se cuenta en aquellos años donde la esclavitud era algo común en la sociedad y los burgueses comprendían que el dinero era capaz de comprar hasta el alma de quienes ellos solo consideraban seres inferiores. ¿Por qué era fácil dejar de ver a una persona como un ser humano solo por su estatus? Quizás la riqueza permitia que la propia humanidad de estos fuera corrompida, al menos, en su gran mayoria...
Esta historia tal vez fue una excepción.
- Señor Dragneel.
Levanta la mirada del escritorio para dirigirla a su lacayo, Gazille Redfox, aunque todos lo llamaban Gajeel.
- Adelante - responde con serenidad. Natsu Dragneel, heredero de la familia Dragneel, el cual está a cargo de todo despues de la muerte de su padre Igneel.
Igneel, un hombre generoso con los suyos, aunque fuese considerado un tirano para el resto de la sociedad.
- El último regalo por parte de la familia Fullbaster ha llegado.
- ¿Y qué es? Tengo entendido que mi padre intercambio algunas cartas con los Fullbaster antes de su fallecimiento. - se recuesta de su espalda.
A pesar de hablar con algo de simpatía y falta de soberbia, el Dragneel supo como ganarse el respeto por parte de los criados y trabajadores de su padre. Nadie se atrevía a llevarle la contraria, ya que nadie queria volver a ver lo despiadado y cruel que podría llegar a ser si se le contradice. Quien diría lo peligroso que puede ser ese pelirosa.
Gajeel le tiende un documento. No tiene que mirarlo dos veces para saber que es un contrato... lo que lo obliga a mantenerse inmutable es que:
- Una esclava, señor. - el Dragneel disimuló su sorpresa.
¿Una esclava? ¿Su padre había perdido el jucio antes de morir?
- Ya veo... - deja caer el papel y el sobre en que se encontraba sobre el escritorio.
- Tengo entendido que su padre había ordenado que la esclava tenia que ser... pura y sin daños físicos muy severos. Si me doy a entender... - bajo la mirada fija de su señor, sigue hablando. - Al parecer su padre no queria tener que tratar con gente herida o lastimada mi señor. Pero...
Natsu suspira. Ya se imagina que con la muerte de su padre, habrán llegado a la conclusión de que la esclava ya no tenía que llegar con las características que él quería. Duda por un momento hasta el motivo porque si la enviaron si a él no...
- ¿Pero qué?
- Está lastimada, señor. - el suspiro del Dragneel lo hace acotar rápidamente. - Pero si quiere podemos regresarla. No es obligatorio aceptar el...
- ¿Y que el apellido Dragneel quede manchado? Somos de los pocos, por no decir la única familia con un estatus tan elevado que no ha recurrido a esos métodos. - Y no hace intento de esconder en su expresión facial lo hastiado que lo tienen los rumores.
Y no se equivoca. No han sido pocas las personas que conforman la burguesía que cuestionaban a su padre por el hecho de no aceptar ningun esclavo en sus tierras.
Pero... si los Fullbaster han mandado una... su padre debió haber incitado aquello.- Hazla pasar.
- Señor...- una mirada es suficiente. - Como ordene.
Luego de una breve inclinación, Gajeel cierra la puerta y el Dragneel se levanta del asiento inquieto.
- ¿En qué diablos estabas pensando, padre? - cuestiona con su vista fija en la pintura de gran tamaño con la imagen de Igneel Dragneel. Pasan unos minutos en silencio y en los que Natsu debate que debería hacer.

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El Amo Y La Esclava (Por Error) ~NALU~
Fiksi PenggemarMi nombre es Lucy Heartfilia. Si tan solo hubiera sabido que al salir aquella noche de mi hogar terminaría donde estoy, que mi insolencia o atrevimiento lo pagaría con creces... tal vez, si lo hubiera sabido... ¿Habría actuado diferente? Ahora puedo...