1º/Walkman

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J:
El timbre sonó finalizando las clases.
Todos salieron gritando cosas como: "Al fin." "Hasta Nunca." "Adiós perdedores."

¿Acaso no saben que mañana regresarán?

Todos los días salíamos a las 4:20 de la tarde sin excepción alguna.

Tomé mi mochila que se encontraba en el piso vacía, y comencé a meter mis cuadernos seguido de mi estuchera. Saqué mi Walkman e inserté la única cinta que traía en mi mochila.
Finalmente me puse de pie saliendo como última del salón. Me cubrí mi cabeza con la capucha de mi chamarra, metiendo ambas manos en los bolsillos de esta misma.

Esta mañana le dije a mi madre que llegaría tarde a la escuela debido a un proyecto con "mis amigos", podré aprovechar para pasar a "Cofees" por un poco de café. Una de las ventajas de vivir en un pueblo es tener un poco de todo cerca.

La escuela ya se encontraba prácticamente vacía a excepción del personal de ahí, algunos papeles tirados, lápices en el suelo, entre otras cosas que formaban parte de ello.

Oyendo música en ambos audífonos salí de la escuela siendo la última.

La ruta era la misma de todos los días, ir a la cafetería, beber algo de café mientras escribo y llegar a mi casa a hacer tarea.

Sonó la campanilla de la entrada dando a conocer que un nuevo cliente estaba en el café.

Eran las 5:00 de la tarde en un lunes, el lugar se encontraba vacío con cuatro chicos en la cafetería que se encontraban atendiendo a la poca cantidad de gente que había. Me quité ambos audífonos.
-Hola, bienvenida a Cofees, ¿qué le podemos servir?-preguntó el chico atendiendo con una sonrisa en el rostro, una sonrisa algo forzada, no lo culpo, estrictamente te piden siempre atender al cliente amablemente y con una sonrisa, probablemente fue uno de esos los motivos por los cuales fui despedida.

-Eh, si, me das un Mocha descafeinado-saqué mi billetera, contando si me alcanzaba para agregarle algo-con leche deslactosada-No, no me alcanza...-y un shot de café-¿será suficiente uno? Negué con la cabeza-mejor con la ración que normalmente le ponen.-

-Claro, ¿deseas agregarle crema batida?-

-No, así está bien, gracias.-asintió con la cabeza anotando las indicaciones en el vasito.

-Serían $35.50,-solté un pesado suspiro entregando un billete.-¿Cuál es tu nombre?-

-Juliana.-

-Ok...-escribía-Juliana,-finalizó.-en un momento te hacemos entrega de tu bebida, gracias por elegirnos.-

No hay otro café más cerca, es la única elección, podría haber dicho, pero sonaría demasiado grosera, no porque haya tenido un mal día quiere decir que tenga que pasar a los demás mis malas vibras. Me limité a asentir y me senté en la mesa donde usualmente me siento.

Bien, el día se ha acabado. Mañana todo será diferente, o eso quiero creer. Enrollé mis audífonos y saqué el casete del walkman oyendo cómo caía contra el piso debajo de la mesa. Mierda.

Dejé mi mochila en la silla de a un lado, y me agaché para conseguirlo, enfrente mío había dos casetes, tan solo uno era mío, el otro sepa Dios de quién era. Pero eso no me quitaba la curiosidad de oírlo, tan solo tomé el segundo.

Agarré el Walkman e instantáneamente coloqué el casete dentro. Comenzó a cargar.

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