Parte 1

36 2 0
                                    

En el 1969 era estudiante de nuevo ingreso y estaba comenzando a estudiar Educación en la universidad de Puerto Rico en el recinto de Río Piedras. Sin embargo  hice una amiga rápido llamada Elena la cual era bien linda y nos llevábamos de maravilla. Yo sentía que la conocía de toda mi vida, como si fuéramos hermanas. En la universidad la mayoría iba en minifalda y yo no me quedaba atrás. Me lucia en minifalda con mis hermosas piernas reluciendo a todo dar y mi pelo azabache cuyo olor alteraba a  todos los hombres que se me acercaban. A mi no me hacía falta maquillaje porque era tan hermosa que hasta los profesores se me lanzaban pero yo ni caso hacía. Luego de deshacerme de los pícaros, Elena me insistió en visitar su casa y para que no fastidiara más asentí. Mientras caminábamos me mostró una fotografía de un hombre no tan floreciente y me comentaba que es su hermano que acababa de llegar al país. Ella no paraba de conversar sobre su hermano y yo la ignoraba por supuesto, no pensaba lanzarme al hermano parecía raro. Después de varios minutos caminando por fin llegamos a la casa y vi un hombre alto con una piel bronceada suave, su pecho desnudó estaba. Mientras el hombre floreciente cortaba aquel pino, sin dudada ligaba cada parte de su cuerpo. Me quede observándolo mientras Elena buscaba unas cosas para irnos a una actividad. Sin embargo su mirada y la mía quedaron fijas, veía como su mirada recorría entre mis piernas. Era como si el pobre hombre desnudara mi cuerpo poco a poco y yo aquí sedienta de el.

El verdadero infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora