Habían pasado once años y todo estaba bien hasta que Alberto comenzó a llegar tarde en las noches. Se quedaba horas eternas en el baño y cuando salía, su actitud era irreconocible. Podía apostar que se le había metido el mismo diablo. Comencé a suplicar en las noches a Dios.
Isabel: "Dios, llévame donde están todas sus porquerías. Soy una mujer con dos hijos, me rompería el alma que mi esposo esté en malos pasos."
La noche siguiente miré debajo del colchón y vi la marihuana, el "crack" y múltiples drogas que estaban mezcladas. Lo esperé largas horas en el sofá con aquellas cuatro paredes que parecían tenerme loca al escuchar una y otra vez "Isabel este es el momento en que tienes que tomar tus cosas e irte"
...pero yo no hacía caso. Me puse ansiosa, tenía temor que le pasara algo pero segundos después llegó. Escuché como él murmuraba mientras abría la puerta de un sopetón, entró y ningún gesto hizo al verme despierta esperándolo. Él fue directo a su colchón y gritó con furia.
Alberto: "!¿Isabel REBUSCASTE EN MI COSAS?!"
Yo asentí y a los pocos minutos me encontraba en el piso empapada de sangre. Mi esposo me había pegado por primera vez. Las gotas de sangre parecían no tener fin. Los gritos e insultos que salían de su boca eran tan dolorosos que hubiera preferido morir en el acto que escuchar eso del que era el amor de mi vida. Cuando vi a lo lejos que él se fue, me paré y me recosté en mi cama donde mi almohada era la única que limpiaba mis lagrimones.
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El verdadero infierno
ActionEra la epoca del 1969, una joven de 18 años que engañaron y utilizaron para casarse con un hombre con problemas. La joven lucha por todas las crisis de violencia doméstica hasta que logra salir de aquel infierno después de 45 años de matrimonio. E...