Verdad

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Naruto abrió la puerta de repente, pero la luz ya los había alertado. Sorprendida, y al borde del llanto Sakura miraba a Naruto con horror.

  — Sasuke quiere hablar con ambos. — dijo Naruto con voz imponente.
  — Naruto él... ¿él escuchó?— preguntó la kunoichi.
  — Será mejor que él te responda, Sakura-chan.

Sakura y Lee entraron a la pieza se Sasuke. La ninja médico estudió las facciones del rostro de su esposo, había visto muy pocas veces esa expresión en él. Se veía triste, sus ojos lo delataban, el siempre impasible Sasuke, demostraba por fin que su corazón estaba roto.

  — Sasuke-kun — comenzó Sakura.
  —  Antes de digas nada, Sakura, quiero decirles a ambos que escuché su conversación, por lo que no tenemos que suavizar la situación.
  — Sasuke-kun, por favor, yo quisiera explicarte, no es lo que tu crees...
  —  ¿No es lo que yo creo? — dijo Sasuke en un tono más agudo de lo habitual— Probablemente sea lo que yo creo Sakura.
  —  Hanata, por favor...
  —  Déjame continuar, es lo que yo creo. Tú y Lee comenzaron su relación porque yo estaba desaparecido y probablemente muerto y tú estabas en tu derecho de rehacer tu vida. — Naruto, Sakura y Lee no daban crédito a lo que escuchaban — No he sido un esposo modelo, ni mucho menos cariñoso, por lo que llenar el vacío que dejé no debe haber sido tan difícil...
  — Sasuke-kun, Lee y yo comenzamos a salir meses después de que tu desaparecieras, yo me sentía muy sola y tú ya no estabas.
  — Lo entiendo. No te culpo, Sakura. — Sasuke extendió su mano hacia la mujer quien comenzó a llorar silenciosamente. Sasuke tomo la mano de Sakura y continuo — si hay algo que aprendí en el viaje al pasado, es que una de las cosas que más me importa en este mundo es tu felicidad, la de Naruto y la de Kakashi. Siempre han sido ustedes 3... Y por lo mismo, si tu felicidad no está a mi lado, tengo que dar un paso al costado.
  — Teme...— murmuró Naruto, quien se había mantenido en silencio.
  — Ustedes y Sarada, son lo más valioso en mi vida. — Sasuke soltó suavemente la mano de Sakura para estirar su mano hacia Naruto, quien sintió como su corazón daba un vuelco.
  — Sasuke-kun, yo... yo también te quiero, te quiero muchísimo. — dijo Sakura llorando junto a su aún esposo.
 
Naruto sintió la mano de Sasuke y sintió una sensación muy cálida en su interior, su corazón latía a mil por hora. Sasuke tomó la mano de Naruto y la puso sobre la de Sakura y luego puso su mano sobre la de Naruto. Y las entrelazó.
  — Prométanme que siempre seremos nosotros tres — afirmó Sasuke, buscando la mirada de ambos.
  — Siempre, Sasuke-kun— contestó Sakura, con los ojos llenos de lágrimas.
  — Siempre, Teme. No dejaremos de ser, los nuevos Sannin de Konoha.
  —  Con eso me basta, no puedo pedirte que te quedes a mi lado, no puedo pedirte que sigas siendo miserable y sufriendo por mi culpa — Sasuke la miró con tristeza, pero determinado — Eres demasiado importante para mi, como para verte sufrir.
  —  Sasuke... perdoname — Sakura abrazó a Uchiha, quien la apretó contra su pecho suavemente.
  —  No tengo nada que perdonar. Gracias a ti, Sakura. Ah y Lee. Cuidala, aún sigue siendo la madre de mi hija, mi amiga y compañera. No se te ocurra hacerla sufrir... si no, te las verás conmigo.
  —  Y conmigo también... — dijo Naruto.
  —  Yo... eeh, si — dijo Lee nervioso, una corriente de agua fría recorrió su espalda al imaginarse a ambos hombres peleando contra él.

Sakura le dio un beso en la frente a su adorado, ahora Ex- esposo y le sonrió a Naruto, a quien descubrió mirando con cara de ternura a Sasuke... Espera... acaso... ¿acaso había sido tan ciega? No. Eso no podía ser posible... ¿Naruto? Naruto... miraba así a Sasuke... y Sasuke...

Entonces prestó atención en el hombre que había sido su compañero, su obsesión, el amor de su vida y su esposo... y por fin vio algo que quizás nunca había querido ver, en el rostro de su ex-marido, se dibujaba una sonrisa torcida, una sonrisa sincera y cálida que ella nunca había generado, esa sonrisa que ahora ella reconocía sólo propia de Naruto... del Usuratonkashi...

  —  Yo... yo solo espero que... que tú también puedas ser feliz Sasuke-kun — dijo Sakura, mientras se secaba las lágrimas. Sonaba confundida.
  — Gracias, Sakura — dijo Sasuke.

Sakura se acercó a Lee y comenzaron a irse de la habitación. Naruto se levantó a cerrar la puerta y apagar la luz.

  — Sakura-chan, ¿estas bien?.
  —  Si, solo que fue muy repentino todo. No se que habrá vivido Sasuke-kun en el pasado, pero creeme que lo ha vuelto una persona distinta y muy sabia.
  —  Es verdad, nunca me esperé algo así de él— comentó Naruto.
  —  Cuidalo — dijo Sakura sin pensar — ahora te tendrá solo a ti, al menos por un tiempo, mientras lo nuestro decante.
  — No creo que tenga más vuelta que darle que esto, Sakura-chan. Sasuke lo dijo, te quiere mucho para interponerse en tu felicidad. Pero no quiere que te alejes de él.
  —  Naruto...
  — Creo, no, estoy seguro de lo que Sasuke menos desea es que tu te alejes de él. Tienes que seguir siendo su doctora y su amiga...
  —  Yo... Yo soy una tonta, gracias Naruto.

Naruto entró y se acomodó en el sillón, Sasuke se había acostado en la cama y se había cubierto para dormir. El Hokage se debatía entre preguntarle o no al Uchiha como se sentía, pero él mismo fue quien lo sacó de su debate interno.

  — Estoy bien. De verdad, no tienes que preocuparte por mi.
  — Pero Sasuke-Teme yo...
  —  Es tarde. Te tienes que levantar temprano para ir a trabajar... — Afirmó Sasuke.
  —  Hmmmm — gruño Naruto en señal de desapruebo.
  —  Mañana conversamos en relación a esto y terminas de contarme lo de Hinata, porque claramente no me contaste todo.

Naruto abrió los ojos como platos, Sasuke se había dado cuenta que había algo más... Mierda, ese algo más era algo muy potente, algo que ni siquiera él se había atrevido a verbalizar en alguna oportunidad, por terror a que se volviera real. Él se había dado cuenta de que lo que sentía por su mejor amigo no era un cariño de hermanos, sino que algo más fuerte.

Él se había dado cuenta de que había amado toda la vida a su mejor amigo... a Sasuke y básicamente era eso lo que había provocado que su matrimonio terminara. Las noches afuera, el no preocuparse por sus hijos, o por la desaparición de Boruto, era el resultado de una vida sin amar a su mujer. Sin que ella pudiera llenar su corazón. Pero ahora, con el idiota de Sasuke al lado, manco, saliendo de la ventilación mecánica, herido y todo vendado, era inmensamente feliz, solo el saber que el muy idiota no había muerto, había traído a su vida una felicidad de la que no tenía recuerdo.

¿Qué mierda le iba a responder al Teme cuando le preguntara directamente que más había sucedido para terminar con Hinata, si el muy idiota lo podía leer como un libro abierto?

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Les subí este mini capitulo, que era lo que me quedaba del anterior.  Preferí dejarles todo arriba para que terminen esta parte.

Gracias por sus comentarios hermosos! Amo leerlos!

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