Ella tiene los ojos verdes

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Mirarla arrodillarse todas las mañanas, orando fervientemente.
Leyendo sus escrituras, enseñando con amor.

Nunca pensé que aquella vez que conocí a Dios, gracias a ti, permanecería en mis recuerdos tanto como ahora.

Aunque te vayas, sé que podré morar contigo, que tu fe no me falte, que tus palabras resuenen en mi mente y en mi andar.

Te amo mamá, y siempre estaré agradecida por el legado que me dejaste.

Aunque extrañe tus canciones por las mañanas, tu voz, el que me muerdas la oreja, tus besos de buenas noches, tus oraciones tan largas aún cuando moría de hambre en los almuerzos. Sé que

Asumo me falta mucho por aprender en este mundo, prepararme tanto como tú, quiero servir antes de que te vayas, que te sientas orgullosa de mi, que sepas que lo que soy es gracias a ese día.

Esto es por ti. 

OcasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora