Año 1693.
Los océanos estaban atestados de grandes navíos hechos de madera comandados por piratas que viajaban desde Bermuda y América para robar a objetivos musulmanes y de la Compañía Británica de las Indias Orientales en el océano índico y el...
-Señor!!! Con su permiso!!!.- Dijo el mensajero del reino adentrándose por el gran pasillo que llevaba al gran trono del Rey de Qina.
-Si dime.- Dijo con voz suave y una hermosa sonrisa. El rey era amado por el pueblo por su gran bondad y esperanza que transmitía.
-Aseguran que vieron hace tres días entrar gente en las fosas para ser vendidos como esclavos.-
El Rey tornó su rostro serio. -¿Es cierto eso?.-
-Lo verifiqué mi majestad, allí hay gente encerrada.-
-Llama a la guardia real!!!.-
-Si mi señor!.-
El mensajero salió corriendo del lugar para llegar cuanto antes hacia la guardia real.
El rey de Qina, más conocido como Hoseok quiere acabar con la comercialización de personas en su reino. Cada vez que atrapa a uno de los malhechores aparecen otros nuevos, es como una verdadera plaga.
Las horas pasaron y Hoseok quien cargaba su armadura encabezó el ejército que llevaba consigo, se movían hacia las fosas.
Llegando al lugar pudieron atrapar a los causantes del mercado en ese momento; en total eran 10 personas. Fueron llevadas a las cárceles en el palacio por los guardias del reino.
Hoseok cuando se adentró a las fosas comenzó a caminar por el largo pasillo viendo a cada lado pequeñas celdas con mujeres, hombres y niños dentro. Algunos heridos, otros enfermos y algunos muy desnutridos.
Cuando llegó al final del pasillo había una celda alejada de las demás, como si contuviese algo exclusivo. Al acercarse pudo divisar un cuerpo en el suelo con una gran herida en la pierna y ese llamativo cabello azul. Los ojos de Hoseok se abrieron a más no poder.
-Traigan las llaves de las celdas!!!.- Gritó. – Liberen a todos, llévenlos a curarlos y denle de comer!!!.-
Hoseok tuvo en sus manos la llave de esa celda en especial, la abrió y corrió hacia el jóven; quien murmuraba un nombre. –Jung...Kook...-
El rey tocó la frente del jóven y volaba de fiebre. –Llamen a Jimin!!! Es de extrema urgencia!!!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En el puerto de Mersa Gawasis (Egipto)...
Objetos y piñas comenzaron a volar por doquier, haciendo que la gente de ese bar saliese despavorida de su interior; ya que dos piratas muy violentos estaban adentro teniendo una riña.
Afuera del lugar estaba Yoongi quien se sorprendió al ver gente correr desde adentro del lugar. Como buen pirata chusma que era no pudo evitar no entrar. Grata sorpresa se llevó al ver que su hermano era uno de esos piratas y que el otro era ni más ni menos que el peor de los ladrones y mentiroso que allá existido: Kim Namjoon.
-JUNGKOOK!!!.- Gritó y ambos piratas frenaron su ataque con espadas. – PERO QUE MIERDA?!!!-
-OOOOOOOOOO mi querido amigo!!!!.- Exclamó el moreno contrincante de Jungkook.
