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Taeyong agradeció la brillante idea que tuvo en la mañana de recoger y limpiar su departamento porque si no Johnny se hubiera topado con un desastre total.

En cuanto entraron, el pequeño niño lo había arrastrado dentro del lugar para mostrarle su habitación y su preciada colección de figuritas y peluches marinos.

Por su parte, Taeyong ingresó a su pequeña cocina para buscar los ingredientes que necesitaba para terminar de preparar el platillo favorito de Donghyuck. Consistía en Bibimbap con sus vegetales favoritos, lo preparó sin picante ya que a él no les gustaba. También había preparado un poco de Mandu Guk, igual, rellenos de los vegetales preferidos de Hyuckie. Ya se había encargado de hacer algo de eso en la tarde cuando su bebé se había ido al jardín de niños, por lo que sólo tenía que terminar los últimos detalles. Le preocupaba que a Johnny no le gustara, pensaba que, como había estado viviendo un buen tiempo en Estados Unidos, había perdido el gusto por la comida coreana.

Se puso el delantal que solía usar y antes de empezar se dirigió al pasillo para asegurarse de que su hijo no estuviera fastidiando a su invitado.

Se asomó disimuladamente por la puerta adornada de pegatinas de animales marinos y escuchó la melodiosa risa de Johnny, el cual reía, debido a Hyuckie, al hacer una supuesta imitación del sonido que hacían los delfines.

Taeyong sonrió, su hijo era adicto a imitar los sonidos de los animales, el amor que le tenía a esos seres era de los más puro. La colección de peluches y figuritas de tales seres vivos estaban adornando la cama de mantas celestes, tal parece que Donghyuck se estaba encargando de mostrarle uno por uno y se preocupó de que estuviera fastidiando a Johnny pero al ver el rostro de este, le decía todo lo contrario, sonreía de aquella manera amable y serena que tanto le caracterizaba y estaba atento a las explicaciones que su hijo le daba, justo como en aquellos programas de Discovery Channel que tanto le gustaba ver. Una vez más sentía esa sensación en su pecho, era placentera, cálida, pero al mismo tiempo, le asustaba.

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Habían pasado como 20 minutos, estaba tan absorto en darle los últimos detalles a los Mandu que cuando dirigió su vista hacía el frente, casi se le sale el alma al ver a Johnny recargado en el umbral de la entrada de la cocina

-Perdón, no era mi intención asustarte- comentó avergonzado -Es solo que al verte así, concentrado mientras cocinas, me trajo viejos recuerdos

-Está bien, no pasa nada- sentía los latidos de su corazón resonando con fuerza -¿Te refieres a cuando me quedaba los fines de semana en tu dormitorio y te cocinaba?

Quiso sacar el tema lo más normal posible, pero sabía que no era buena idea traer este tipo de recuerdos, no cuando aún estaba tan sensible

-Si, siempre te decía que no era necesario pero no me hacías caso- rió de manera suave -Decías que no había nada mejor que una comida casera hecha con amor

Taeyong se sentía tan avergonzado de aquellos sucesos cuando solo tenía 17 o 18 años. Pero le sorprendía de más que Johnny aún siguiera recordando aquello

-Me gustaba cocinarte, ya sabes, siempre me ha gustado la cocina

-Lo sé y lo hacías de maravilla- Johnny se había acercado a la barra y tomó asiento en una de las sillas -No dudo de que sigas teniendo buen sazón, además, Hyuckie se encargó de decirme ciento de veces que tu comida es la más deliciosa del mundo mundial

Taeyong rió mientras terminaba de acomodar la comida en los platos. Dirigió su mirada a Johnny y este lo miraba fijamente con las manos apoyadas en sus mejillas, un gesto muy habitual que solía hacer en sus días de adolescencia cuando se le quedaba viendo fijamente, lo sorprendente es que aquel gesto, seguía causando las mismas sensaciones en él

-Y ¿Dónde esta Hyuckie?- trató de desviar todo tipo de emociones

-Se quedó ordenando su habitación, dijo que lo haría por su propia cuenta y me pidió venir contigo

-¿No te abrumó con todo su monologo de programa de animales marinos?- preguntó mientras reía nervioso

-Por supuesto que no!- respondió entusiasmado -De verdad que es un niño maravilloso, estoy sorprendido que a su edad sepa tantas cosas- notó la sonrisa orgullosa de Taeyong -Lo has hecho muy bien- Taeyong lo miró sin comprender -Se ve reflejado en el niño el buen padre que has sido, además, él parece estar orgulloso de que seas su papá

Sintió mariposas en su estómago por las palabras dichas, muchas veces había recibido todo tipo de halagos respecto a su manera de criar a su pequeño hijo, pero que Johnny se lo dijera de aquella forma tan dulce, le causaba toda una ráfaga de emociones

-Gracias- respondió con voz suave temiendo que su voz se entrecortara

Antes de siquiera decir algo más, el pequeño niño entró con mucha energía a la cocina aclamando su dichosa cena. Taeyong les pidió a ambos que fueran a lavarse sus manos y al verlos ya sentados en la pequeña mesa para cuatro personas sintió aquella sensación que le causaba la primavera, calidez, armonía, armonía que irradiaba su pequeño en todo su esplendor, justo como lo hace el sol hacía las flores y la sensación de estar en familia, de estar en casa, su hogar que siempre había sido Johnny.

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No iba actualizar hasta el fin de semana, pero como mañana es mi graduación, decidí subirlo porque ando de muy buenos ánimos 💃(ando compartiendo el único buen logro en mi vida 😂)
Probablemente mañana también actualice 😘
Gracias por tener gusto por esta pequeña historia :') los quiero mil 💚

right here is where we belong | JohnYong |Where stories live. Discover now