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SeokJin ya había dejado de asistir a clases, ya estaba mucho más débil y se debía a que NamJoon había marcado a otra Omega, eso estaba haciendo que su salud empeorará más rápido.

Jackson iba todos las tardes a su casa para verlo y a veces se quedaba a dormir ahí.

Solamente que esa tarde era diferente, ya era noche y Jackson no había ido.

_Jinnie_ su padre Ji-yong entró a la habitación.

_¿Qué sucede, papá?_ Jin estaba cubierto por algunas mantas y con su peluche de RJ a lado.

_¿Cómo te sientes?_ se sentó en la orilla de la cama.

_Bien, ¿No ha llegado Jackson?_ preguntó con un brilló en sus ojitos.

_Necesitos que te pongas esto_ le entregó una pequeña bolsa de color rosa.

_¿Qué es esto?

_Póntelo y después ve al jardín_ le dió un besito en la frente y salió de la habitación.

Dentro de la bolsa había un suéter blanco tejido con cuello de tortuga de color blanco y unos pantalones negros.

Se cambió de ropa y fue al jardín como le había dicho su padre. No esperaba encontrar aquel lugar adornado con flores blancas y rosas, luces, de fondo podía escuchar la canción "Epiphany" de un famoso cantante.

_¿Qué es todo esto?_ preguntó confundido y en el centro del jardín estaba Jackson vestido con un traje negro, se acercó a él para averiguar que era lo que sucedía_ Jackson...

_Jinnie, sé que esto puede parecer una tontería, pero quiero hacer realidad tu sueño... Sé que no soy tu pareja destinada, pero, ¿Quisieras casarte conmigo?_ le mostró un hermoso anillo dorado con un pequeño diamante rosa en el centro.

SeokJin asintió emocionado y se lanzó a los brazos de su amado para abrazarlo y darle un beso en los labios.

Escuchó a gente aplaudir y sólo en ese momento se dió cuenta que ahí estaban sus padres, Irene, Jennie y los padres del alfa.

Tal vez no fue un boda oficial, pero para ninguno importaba, eran felices estando juntos.

Lo único que pudo hacer más perfecto ese día fue en el momento en que los novios bailaron la canción favorita de SeokJin.

¿Quién diría que después de tanta felicidad llegaría la tragedia?

Después del pequeño festejo, el pequeño Omega se comenzó a sentir mal, así que decidieron que era mejor dejarlo descansar.

Jackson lo llevó de vuelta a su habitación en donde lo cubrió con las mantas.

_Te amo_ le dió un pequeño beso en sus labios.

_Yo igual te amo_ correspondió con una sonrisa, cerró sus ojos para poder descansar, pero nunca volvió a despertar.

Los padres había quedado destrozados, su pequeño cachorro que habían querido proteger de todo había fallecido. Una familia destruída.

Jackson había sentido su corazón romperse al enterarse de la partida de su pareja, nunca más lo volvería a ver o escuchar, ya no podía tomarlo de la mano y besarlo. Se había ido para siempre.

En la escuela no faltaban los curiosos, chismosos, que sólo se acercaban al alfa Wang o a Jennie e Irene para averiguar que era lo que había pasado con aquel pequeño Omega.

_Jackson...

_Vete, NamJoon_ fue ignorado y el moreno se sentó a su lado_ ¿Qué quieres?

_Quiero saber cómo estas.

_Bien, ahora vete_ miraba el anillo que portaba en su mano izquierda, era idéntico al que le dió a SeokJin, solamente que en rojo.

_No me mientas-

_Estoy mal, el chico que amo se fue y no volverá jamás, todo por una estúpida marca que él jamás quiso, ¿Feliz con mi respuesta?

_No fue mi culpa.

_No te estoy echando la culpa_ se encogió de hombros_ simplemente te respondí tu pregunta_ huyó de ese lugar. No quería estar con nadie, necesitaba estar solo.

Si pudiera pedir un deseo seria que en la próxima vida pudiera estar con SeokJin otra vez.

Unas semanas después le llegó la noticia de que Ji-yong, el padre Omega de SeokJin se había suicidado, no soporto haber perdido a su hijo. Un mes después Choi Seung-hyun murió de una sobredosis, perder a su hijo y a su esposo en menos de un mes había sido demasiado para él.

Jackson Wang, creció y estudio artes, aunque lo intentó no logro volverse a enamorar, no logró cumplir la promesa que le había hecho a su único y gran amor.

_Lo siento, Jinnie, espero que me puedas perdonar_ hablaba sin dejar de ver el anillo en su mano_ Estoy seguro que nos volveremos a encontrar_ vió al vacío frente a él, después de años por fin terminaría con todo.

Dió un paso hacia adelante, cayendo y dando fin a su vida.

La luna se había equivocado, pero se aseguraría de que eso no volviese a pasar. No soportaba ver a sus hijos sufrir por equivocaciones de ella.

Pequeño Omegaʕ•ᴥ•ʔDonde viven las historias. Descúbrelo ahora