=> CAPITULO 3.1 El reino Sashory

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Un joven de cabellera verde oscura corría por el bosque, brincando por las ramas llego a un pequeño poblado, unas señoras al verlo gritaron de alegría y fue rodeado de muchos abrazos.

-Príncipe Ho... ¿qué lo trae por aquí?- dijo una mujer risueña.

-He venido a traerles esto- respondió sacando de su morral una bolsa de tela café. Vacío un poco del contenido en su mano. –Son semillas para diversas frutas. Me dijeron que aquí la tierra es fértil- dijo

-Oh, si así es... muchas gracias príncipe- dijo tomando la bolsa y acercándola a su pecho.

-Por favor llámeme Kalyem-

La señora invito al joven a su pequeña casa de paja, este se sentó en el suelo a pesar de que la mujer le había dicho que no era necesario. A él no le importó, la mujer le sirvió una sopa de algas y comenzaron a comer gustosamente.

Habiendo terminado, el joven Kalyem salía a jugar con los niños, estos correteaban alegremente, mientras que el peliverde los perseguía, su piel pálida se había tornado roja por la cantidad de calor de esa zona, sentándose en una roca se puso a observar los alrededores... a pesar de ser un lugar fértil, los arboles se secan muy pronto y el calor es insoportable, llevaba años investigando pero no encontraba respuesta.

A escondidas volvió al palacio, usando la misma enredadera de la pared que iba a su habitación, trepo y entro sin complicaciones. Se puso ropa cómoda y se dirigió a su escritorio a redactar el reporte de hoy. El joven Kalyem redactaba cada noche algún dato nuevo sobre el pueblo que visitaba, el cual él mismo había bautizado como, el pueblo shine ya que para él la alegría de su gente deslumbraba cualquier lugar.

-Príncipe Kalyem- dijo una voz femenina tocando a su puerta. Este se levanto de su asiento y a tropezones guardo todo y se aventó a la cama.

-A...Adelante Mimi- dijo riendo nervioso

-Oh, veo que ya se prepara para dormir- dijo una mujer de baja estatura algo canosa.

-Si, el estudio de hoy estuvo agotador...- dijo dando un gran bostezo. La mujer se rio y se acerco a arroparlo

-Claro que si, como el próximo rey debe esforzarse en conocer todo-

-Si... mi padre ¿qué hace?-

-Esta ocupado... em con unos asuntos-

-Esta con una mujer ¿verdad?- dijo cerrando los ojos molesto

-Príncipe esas cosas no deben importarle. Mejor descanse, mañana debe ir a entrenar con su hermano-

El tiempo pasaba, y el príncipe Kalyem que ahora tenía 22 años, había decidido ir al famoso calabazo de la paz, aquel que nadie había logrado conseguir. A pesar de que su padre quería convertirlo en soldado, este no quería luchar, Kalyem estaba harto de las guerras. Cuando escucho de este peculiar djinn no lo dudo, definitivamente lo querría para unir a la humanidad y que olviden estas tontas guerras.

Así fue como se encamino al calabozo de las montañas, un lugar abandonado, lejos de la civilización. Había decidido ir solo, sin decirle a su padre o nana. Después de un largo viaje, por fin llego al misterioso lugar. Tomo aire y entro, era un lugar hermoso, pero algo frío.

A lo lejos podía ver un árbol blanco, sus ramas desprendían un extraño brillo plateado y en donde deberían estar sus hojas, se encontraban pequeñas bolas de luz celeste, temeroso se acerco, pero se detuvo al escuchar un grito. Girándose ante el ruido, vio a una mujer correr con una niña en sus brazos, detrás de ellas iba un hombre vestido de soldado, blandiendo su espada le propicio una rasgadura a la mujer, esta cayo y abrazo a su hija.

MAGI: "EL COLLAR KAIJU"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora