MAGI: "EL COLLAR KAIJU"

=> CAPITULO 5 "El misterio de la luna"

Un cuerpo cayo en el mar, una mujer de pelo rosa flotaba mientras observaba las violentas olas del mar.

-¿Alguien más quiere desobedecerme?- dijo un hombre de tez pálida, con una cabellera verde atada en una larga trenza. Este apuntaba con su espada a los aldeanos.

-N... no Majestad- dijeron arrodillándose.

-Tamara, dales una lección- dijo guardando su espada. La mujer se acerco a él, aun en el aire alzo una mano y de la cabeza de todos los aldeanos, salió un pequeño reloj de arena dorado. Este estaba lleno en la cabeza de arriba, Tamara chasqueo los dedos y la arena comenzó a bajar rápidamente, las personas gritaron de dolor, algunos rostros se desfiguraron y a otros los ojos parecían querer salirse de su cuenca.

-Es suficiente- dijo el rey.

Tamara se detuvo, dejando la mitad de la arena en el de arriba y la otra mitad abajo, los aldeanos lloraban horrorizados.

-Se los volveré a preguntar.... ¿aceptan mi propuesta?-

-S...si- respondieron entre llantos.

-¿Si que?-

-SI GRAN REY KALYEM-

-Excelente, mi amada Tamara les dará la marca de mi linaje-

El rey Kalyem se alejo con una sonrisa de oreja a oreja, Tamara lo vio alejarse y con tristeza alzo ambas manos e inicio con el conjuro:

-"Aquel que da y aquel que quita, madre de la muerte te doy una ofrenda"-

Un rayo de luz bajo del cielo nublado se disperso en lanzas para atravesar a los aldeanos.

Los cuerpos quedaron dispersos en la tierra, Tamara tomo aire y aterrizo a su lado, alzo ambas manos, sus brazos sangraban.

-Perdoname hermana... Madre tiempo que das y quitas... yo te imploro para que vuelvan sus almas y cuerpos, te ofrezco un año de mi-

Una gran nube blanca tapo a los cuerpos, estos comenzaron a levantarse, cuando la claridad volvió, Tamara bajo los brazos cansada y observo como los nuevos aldeanos se miraban entre ellos.

-Su único deber será proteger al rey Kalyem. Ustedes están muertos, han entendido-

Los aldeanos se acercaron a ella, unos la tomaron del brazo y la lanzaron contra el suelo, los demás la rodearon y comenzaron a patearla, Tamara escupía sangre y se hacia ovillo pero los golpes eran mas fuertes.

-Majestad, debemos salvarla- dijo Lucky tomando su espada.

-¿Salvarla?, ella no nos necesita- dijo el Rey Kalyem

-Pero... la están golpeando-

-Jaja por supuesto que la están golpeando, ellos preferían morir antes que obedecerme o pertenecer a mi ejercito, como ella es la responsable de que ahora no morirán a menos que Tamara muera, es obvio que sus almas están molestas y quieren matarla-

Lucky no podía creer lo que escuchaba, sabia que su rey era sanguinario, pero jamás pensó que su aliada mas cercana seria tratada así frente a sus ojos, pero en una de tantas patadas, Tamara grito de dolor.

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-¡AHHHH!- grito Tamara dejándose caer en el pasto, sus ojos se tornaron blancos y la media luna de su collar había comenzado a brillar, su larga cabellera blanca desprendía cierto brillo.

-¡Majestad algo le pasa a la señorita Tamara!- dijo Morgiana corriendo por los pasillos.

Sinbad dejo el pápelo y corrió seguido de Jafar y Morgiana.