La leyenda nos dice que los Caballeros siempre aparecen cuando las fuerzas del mal intentan apoderarse del mundo; en un tiempo lejano existió un grupo de jóvenes que protegían a Athena la diosa griega de la sabiduría y la guerra, a estos jóvenes guerreros se les conocía como los Caballeros de Athena, y siempre combatían sin armas. Se cuenta que con un revés de la mano eran capaces de desgarrar el cielo y que de un solo puntapié abrían grietas en la tierra, hoy de nuevo un grupo de caballeros con el mismo poder e idéntico valor ha llegado a la tierra.
Ésta es la historia de un guerrero que, pese a portar una de las armaduras más desconocidas que se hayan visto en cualquier Santuario, ha logrado dejar una huella profunda en la historia, pero que por desgracia fue borrado de la memoria de la gente. Más ágil que una tortuga, Más fuerte que un ratón, Más noble que una lechuga, Su escudo es un corazón. Esta es la historia del caballero conocido con el siguiente nombre: ¡El Chapulín Colorado!
***
Ciudad de México.
En una vivienda popular de la capital mexicana, una familia de clase baja se preparaba para un nuevo día. Mientras los primeros rayos del Sol comenzaban a salir, los perros callejeros comienzan a correrse entre ellos mientras buscaban algo de comer en la basura. En ese mismo momento, una señora de cuatro décadas comienza a gritar el siguiente nombre:
Señora: ¡ROBERTO! ¡ROBERTO!
Roberto: ¿Por qué me despiertas de esa forma, Mamá? ¡Déjame dormir unos cinco minutos más!
Señora: ¡Qué cinco minutos ni qué nada! ¡Levántate de una vez! ¡Tenemos qué ir al panteón!
Roberto: ¿Pero por qué no fuimos cuando era Día de Muertos?
Señora: Porque cada vez que es Día de Muertos, los panteones se llenan de mucha gente, y no me gusta estar con tantísima gente. Y además, hoy se cumplen cinco años desde que tu padre falleció.
Roberto: ¿Qué, mi padre? ¡Vaya! No sabía que ese día era hoy.
Señora: Si, es hoy. ¡Y por favor arréglate, que te ves muy feo con ese aspecto tan tosco!
Roberto: (mirándose así mismo en un espejo) ¡No puede ser, tenías razón!
Escena: Panteón.
La familia, integrada por Roberto (de 15 años), su hermano Horacio (de tan sólo 10 años) y la madre de ambos fueron al panteón a dejarle ofrendas al padre de Roberto, quien ya llevaba cinco años de muerto. Mientras la madre comienza a rezar, Horacio fue a donde su hermano mayor para platicarle...
Horacio: Oye Roberto...
Roberto: ¿Sí, Horacio?
Horacio: ¿Quisiera saber de qué murió nuestro papá?
Roberto: (suspira un poco) Ay, Horacio... Es algo que a tu edad no deberías de saber... Quizás lo entenderás cuando crezcas.
Flashback
En ese mismo momento, Roberto comenzó a tener frescos recuerdos sobre cómo él, cuando apenas tenía diez años, descubrió a su moribundo padre manchado con un charco de sangre mientras pronunciaba sus últimas palabras...
Padre: Hijo... cuida... a tu... madre...
Tras exhalar su último aliento, Roberto vio cómo su padre cerraba sus ojos para nunca más volverlos a abrir, mientras que él comenzó a ahogarse en un lago de lágrimas.
Fin del Flashback
Roberto: Horacio, lo único que te puedo decir es que no hay ni una sola pérdida que no sea dolorosa, pero que gracias a esas mismas pérdidas, nos volvemos a levantar. Yo lo aprendí una vez, y espero que algún día lo aprendas. Ya lo dice el viejo y conocido refrán... Es inútil llorar por la leche derramada.

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Los Caballeros del Zodiaco: La Leyenda del Chapulín Colorado
أدب الهواةMás ágil que una tortuga, Más fuerte que un ratón, Más noble que una lechuga, Su escudo es un corazón. Es ¡El Chapulín Colorado! En esta ocasión presentaremos un hipotético escenario sobre cómo hubiera sido la historia de nuestro enigmático héroe me...