Capítulo 6.- El Chapulín visita la Vecindad

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El Chapulín continuó con su marcha, despidiéndose de aquella joven a la que había salvado y, que por un breve momento, se había sentido atraído por la dulce mirada del rostro de la chica.

Para no distraerse de más, el Chapulín Colorado decidió seguir con su camino, en compañía de su primo y mentor, el Caballero de la Mosca.

Mosca: Oye Chapulín, ¿Crees que sea buena idea ser superhéroes de tiempo completo? ¡Mi armadura como que se está oxidando un poco!

Chapulín Colorado: Sé que es muy difícil poder ser Caballero, pero es algo necesario... Si el mal no descansa, el bien tampoco debe descansar.

Mosca: (suspira un poco) Sin ofender, pero creo que eres demasiado estricto en tus creencias.

Chapulín Colorado: Se aprovechan de mi nobleza.

Mientras ambos guerreros caminaban por las calles de la Ciudad de México, inmediatamente se percataron de que, en una vecindad cercana, las cosas habían comenzado a salirse de control, debido a que todos los inquilinos estaban tan, pero tan malhumorados que discutían y hasta se peleaban entre ellos. Tanto el Chapulín como su compañero caballero no le habían dado tanta importancia y prosiguieron su marcha. No obstante, en cuestión de minutos, un niño de ocho años que vivía en la misma vecindad, que era conocido simplemente por el nombre del "Chavo", era el único que se percataba del problema, por lo que empezó a preguntar lo siguiente...

Chavo: ¡Oh! Y ahora, ¿Quién podrá remediarlo?

Chapulín Colorado: ¡YO!

Chavo: ¡EL CHAPULÍN COLORADO!

Chapulín Colorado: (saliendo de un barril) ¡No contaban con mi astucia! ¡Síganme los buenos!

El Chavo comenzó a sonreír, y miró al Chapulín de los pies a la cabeza, sorprendiéndose también al ver la armadura que poseía.

Chavo: Entonces, ¿Tu sí existes de adeveras, Chapulín Colorado?

Chapulín Colorado: ¿Es que acaso no me estás viendo?

Chavo: Si... y no sé por qué, pero tengo idea de que te pareces mucho a alguien que yo conozco.

Chapulín Colorado: Pues no me lo vas a creer, pero creo que tengo la impresión de que yo también he visto tu cara en otra parte.

Chavo: ¿Tú has visto mi cara en otra parte?

Chapulín Colorado: Si.

Chavo: Eso no puede ser, siempre he tenido la cara en el mismo lugar.

Chapulín Colorado: Si, en la parte del frente de tu cabeza.

Chavo: Eso, eso, eso.

Chapulín Colorado: Lo sospeché desde un principio.

Chavo: Pero... Tu no eres igual a como sales en la televisión.

Chapulín Colorado: ¿Cuál es la diferencia?

Chavo: Lo que pasa es que te veía como alguien chaparro y con un traje de spandex, como los superhéroes estadounidenses... No con esa armadura que tienes.

Chapulín Colorado: Ya veo... Volviendo al tema, ¿En qué te puedo ayudar?

Chavo: Yo no soy el que necesita la ayuda... El problema lo tienen los demás. Quiero que dejen de estar de mal humor.

El Chapulín se percata de las palabras del Chavo, a tal grado de que terminó por estar convencido.

Chapulín Colorado: Eres el primero que pide ayuda para los demás en vez de pedirla para sí mismo.

Los Caballeros del Zodiaco: La Leyenda del Chapulín ColoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora