1. Colores.

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Hajoon traga saliva y sostiene su sonrisa, sintiendo un calambre en sus mejillas por poner tanta presión en ellas y finalmente muerde sus labios.

— Que horrenda elección de colores— dice la joven, analizando más de cerca la pintura de la pared.

Hajoon mira de reojo a Dojoon quien simplemente le sonríe intentando en que sea un gesto reconfortante, a lo que casi es, antes de que la voz de la hermana menor de su novio rompa de nuevo su ambiente.

— ¡…y que combinación!— alza la voz para llamar su atención.— ¿Quien eligió ese rojo?

Dojoon suspiró y posó la mano en la cintura del menor.

— Hajoon lo hizo.— Respondió con simpleza.

— ¿Quién en su sano juicio pone un rojo al lado del negro? Aish— replica enojada como si fuera eso una gran ofenza.

Dojoon frunce el ceño, ya que según él, su novio y el gerente, la paleta de colores era elegante y al mismo tiempo cálida, más en una temporada como lo era aquella, pues en invierno una casa con rojo significaba calidez y cómodidad en una temporada tan fría.

— …¿Porque no usar un verde bosque o un azul cielo?— continuó con su crítica.

Dojoon notó como el rostro sonriente de Hajoon en ese momento se encontraba serio, y limpiaba de sus manos la pintura blanca con desespero. El al hacerlo los tomó con cuidado, enlazó sus dedos y besó su mejilla.

— Danhi, agradezco tu crítica, pero no quiero que hables así de la decoración de mi-nuestro departamento,— se corrigió regalandole una mirada a Hajoon— a nosotros nos gusta y disfrutamos de esto, si no te sientes cómoda puedes volver a casa.

Las mejillas de Danhi se colorearon del mismo color que los almohadones que decorarían el sofá y sus ojos brillaron con fuerza, Hajoon no notó vergüenza en ellos, y lo confirmó cuando Dojoon caminó a la cocina anunciando que la pasta estaba hecha y era bastante tarde para comer, sus labios temblaron con fuerza y sus puños estaban apretados como si se conteniera a lanzarse contra Hajoon quien evadió la penetrante mirada y decidió recoger las brochas y latas de pintura y barniz para evitar que se derramasen.

Danhi camina mirando como Dojoon pone la mesa mientras taratea una canción y sacude su cuerpo al ritmo de su voz.

— ¿Que Hajoon no te va a ayudar oppa?— pregunta acercandose a la barra donde se encuentran los platos— Que mal que te deje hacer esto solo.

Dice antes de tomar los platos y los palillos y dejarlos en la mesita.

— Esto me toca a mí Danhi, Hajoon prepara el desayuno y la cena— responde orgulloso— además tenía ganas de prepararle algo especial para él, se ha esforzado mucho en que la casa sea hogareña y yo estoy muy agradecido con él por ello.

Dice sacando del horno un refractario con lasagña y olerla, sintiendo sus papilas salivar.

— Además es tu mayor, debes respetarlo. ¿Como que Hajoon? Uh, es tu Oppa.

— Si, si, como sea— rueda los ojos acercando servilletas de tela y rueda los ojos, porque que estraño usar estas cosas.

— Hey— Dojoon la toma de los hombros y le mira fijamente— por favor se cordial el día de hoy, estamos haciendo que esto funcione y siendo sinceros no esperábamos tu visita, se que no te agrada pero haz un intento. Danhi por favor.— suplica.

— Está bien.—ella asiente sin poner esfuerzo porque Danhi haría todo por su hermano.

— Gracias bolita de arroz.— Dojoon besa su frente y despeina sus cabellos.
— ¡Hajoonie! ¡A comer mi amor!— grita buscando la pequeña bocina para conectarla a su celular levantandose torpemente para ir con su novio quien sonríe al sentirle tomar de su mano y llevarlo a donde han improvisado su comedor.

Puede oler el delicioso aroma de lo que ha preparado su novio y sonríe sintiendo su corazón palpitar con fuerza, pero rápidamente todo se desvanece al ver a Danhi sentada frente al según plato, dejando a Hajoon y Dojoon a sus dos extremos, aún cuando ellos deseaban estar juntos.

Ella sonrió y les dijo— Vamos, vamos que esto se va a enfriar. Encenderé el televisor.— anuncia destilando felicidad porque no puede con la cara disgustada de Hajoon.

— De hecho Danhi— le detiene su hermano cuando está a punto de levantarse— nosotros ponemos música y platicamos acerca de nuestro día o lo que queramos.

— Uh— ella se detiene y asiente— eso es… Genial de hecho, tengo muchas cosas que contarte.

Y Dojoon no puede responder su sonrisa por lo que dice.

…que contarte.

…que contarte

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