El día siguiente Dojoon había salido al supermercado desde temprano, diciendo que iba a comprar algo a sus padres, Danhi no repuso más y se sentó en el sofá viendo la televisión, estaba nerviosa, un paso en falso y todo su teatro se desmoronaría, debía ser cuidadosa con los mensajes que debía mandar en ese momento, que aunque realmente quería que todo eso se terminara de una vez y ya para año nuevo tener un nuevo comienzo sin el pesado de Hajoon.
Por lo que continuó enviando los mensajes, silenciando la conversación y archivandola para que Hajoon no la notase, y ya cuando ella estuviera en su casa desataría la bomba.
Una excelente idea, aunque lamentaba no haber puesto muchos de sus ideas en pie, como la de cambiarle su café por uno que tuviera canela y terminara en el hospital, o esa donde consistía salar las comidas que preparaba o agregarles más picante, quizás si ese plan no funcionaba los iba a usar en el Plan 2.0, pero esperaba (de verdad que lo hacía) que no fuera necesario, y aunque disfrutaba de molestarlo sabía que habría un momento donde se hartaría de su relación hasta terminar. Total, no tenía nada que ofrecerle, en cambio su hermano era exitoso y poco faltaba para que se hiciera popular y un compositor reconocido.
Dojoon se merecía algo más que un escritor de reseñas tontas.
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Dojoon tenía una mala sensación, no sabía por qué se trataba, ¿nervios? ¿presión? Quizás podía ser algo de cansancio.
Alejó esos pensamientos centrándose en lo que buscaba, una caja de regalo para el anillo, si quizás la idea de la montaña no fue la mejor, esperaba que esa si lo fuera, algo sencillo, en familia, cuando abrieran los regalos del intercambio que solían hacer en la noche de navidad, su madre le había dicho que quizás podían pedir algo más para celebrarlo, y ella podría preparar el platillo favorito de su futuro yerno.
Dojoon mentía que no se había emocionado cuando su madre lo llamó así, Yerno, porque sabía que ella estaba derramando unas cuantas lágrimas cuando le confesó que planeaba declarársele, y preocupada le había preguntado por Hajoon cuando el accidente pasó.
Park Jihyo, había llorado después de colgar, contándole a su marido que en poco tiempo podría presumir que se había sacado la lotería con quien sería su yerno. Daniel, en cambio había evitado celebrar frente a toda la familia de su esposa, y se contuvo hasta que llegó a donde se estaban hospedando, y esa noche, los dos en silencio habían agradecido aquella noticia, porque su hijo se merecía alguien tan bueno y noble como lo era Hajoon.
Quizás no era tan llamativamente atractivo como era la antigua pareja de su hijo, pero era alguien que pedía tu atención de otra manera, más sutil, pero no menos fuerte, sus defectos se centraban en el miedo de perder a alguien más, pero sabía que su hijo también, y había agradecido enseñarle a amar como lo hizo, creer en el amor y en sanar su roto corazón.
Quizás esa noche la señora Park había derramado lágrimas de alivio, porque estaba segura de que los dos podían ser la pareja más real de su entorno, dulce, soñadora y que se esforzaba por salir adelante en un mundo donde los sentimientos eran tan pasajeros.
¿Qué debía pedir cuando podía tener a Hajoon de yerno?
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— ¿Pero nada más grave pasó?
— No, te lo juro.
— ¿Querías algo más grave que una muñeca rota y un esguince de pie?— intervino Woosung apareciendo en la pantalla.
— Aigo, Sammy está enojado con la nieve. ¿Vas a regañarla? —se burló Jaehyeong escuchando reír también a Hajoon.
— No bobo, quiero hablar seriamente con Danhi. —le respondió.
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⚫JUST2⚫
Novela JuvenilHajoon sabe que Danhi le odia por salir con su hermano mayor, y Dojoon sabe que su novio se esfuerza por caerle bien, y tal vez desconozca muchas cosas, pero si algo sabe bien, es que una relación es de solo dos. Historia medianamente larga con capí...