T O X I C !

TRES

Habían pasado tres meses desde que vi a Jerome por última vez.

No supimos nada más de él desde entonces.

La policía investigaba quién era el causante del tiroteo, pero para suerte de Jerome aún no lo descubrían.

Me habían interrogado, pero les había dicho que en ningún momento había visto su rostro, y que tampoco sabía quién era. Que simplemente me había tomado como simple rehén para salir.

Por supuesto que no terminaron de creer aquella historia inventada por mí. Todos habían presenciado la pequeña escena que Jerome había armado en medio de todo el salón. No había sido muy inteligente de su parte.

Mis amigos dejaron de hablarme después de el incidente. Comenzaron a ignorarme hasta que poco a poco me alejaron completamente de su pequeño círculo social. Que se vayan bien a la mierda.

Mi madre, cuando se enteró de aquél suceso se puso histérica. No dejaba ni siquiera que me asomara por la ventana, porque tenía temor de que aquella persona viniera por mí. Ella no sabía que había sido Jerome.

-Vendré por ti como siempre, ya sabes -dijo mamá mientras estacionaba el auto.

Que déjà vu acabo de tener.

-Sí.

-¿Qué harás si no me ves aquí?

Dios, de nuevo la misma plática de los últimos tres meses.

-Pegarme a un gran número de personas, y estar pendiente de mi celular. En caso de que llames.

-Así es. -mi mamá me abrazó- Dios, hija, de haber sabido que todo ésto iba a pasar jamás habríamos venido aquí. -comenzó a hablar aún pegada a mí.

-Mamá, se me hace tarde. -contesté incómoda.

La idea de mentirle a mamá no me agradaba en lo absoluto.

-Sí, lo siento -se secó las lágrimas.- Te veré en la tarde.

-Sí, má.

El resto de las clases continuó de forma normal.

Claro, si ignoramos el hecho de que todos me miraban como un bicho raro.

El rumor de que el chico pelirrojo estaba relacionado conmigo se había corrido por toda la escuela. Y, claro, no tardaron en inventar cosas que no son ciertas.

Entré al baño para ignorar a todos. Es como si de repente oyera lo que todos piensan de mí.

-Escuché que ella y él eran novios, pero ella lo dejó y eso lo enfadó.

Escuché una voz que provenían del mismo lugar donde yo estaba: el baño.

-Yo escuché que ella estaba embarazada de él, pero lo dejó por miedo a que no los quisiera, así que él vino a buscarlos, y al ver que no tenía a su bebé intentó matarla.

-Quién diría que esa mojigata era toda una perra.

Ambas rieron para después salir de ahí. Entonces suspiré.

Esas historias son tan absurdas. No cabe duda que la gente inventa cualquier tipo de cosa para ganar atención.

Salí del baño cuando escuché el timbre para entrar a la primera hora.

Sin duda éste sería un día largo.

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