EMMA
Denver CO , 2 de Agosto del 2014.
Emma estaba sentada en la barra de la cocina de su casa, tomando un café con leche y comiendo un trozo de tarta de manzana que ella cocinó mientras leía el libro Mary Cassatt: Pintora Impresionista Extraordinaria de Barbara Herkert, pero terminó perdiendo el hilo de su lectura y se vio así misma soltar un suspiro de anhelación al no dejar de pensar que muy pronto ella iría a la Universidad de Nueva York a estudiar bellas artes.
De repente la pantalla de su móvil se iluminó y apareció un recordatorio:
¡Preparar todo para la cena de esta noche!
Dejó su libro de lado y guardó su merienda a medio comer en la nevera.
Emma estaría dos semanas sola sin sus padres ya que salieron a las vacaciones que siempre hacía anualmente en el verano con sus vecinos y mejores amigos el Señor y la Señora Emerson.
Ella no podía creer que su mejor amigo de la infancia Arthur, haya terminado su residencia como médico en Harvard, ¡Con tan solo dieciocho años! Ya en una semana Arthur estará haciendo sus prácticas en Chicago y ya no podría verle como antes y eso le preocupaba.
Esta noche Emma planeaba confesarle sus sentimientos dándole una cena sorpresa en la casa de él para celebrar que Arthur pronto entrara a hacer sus prácticas. Además los padres de Arthur son como sus padres, ellos la conocían desde que nació y siempre le decían que Emma era la hija que no tuvieron por lo que le sería fácil hacer la sorpresa.
Los Emerson tenían tanta confianza en ella que decidieron dejarle las llaves de su casa por si llegara a pasar algo o simplemente por si Emma no quisiera estar a solas en casa. Una tímida sonrisa pasó por sus labios de solo recordar que la Señora Emerson tiene una habitación en su casa que es solo para Emma.
Soltando un suspiro se levantó de la silla con el café en la mano, caminó con rumbo a su cuarto, pero se detuvo en uno de los espejos de la sala mirando su propio reflejo, dirigiendo su mirada a su cuello acarició el collar que Arthur le obsequió por su cumpleaños que tan solo fue hace tres semanas. Era simplemente precioso. Estaba hecho de oro con un delfín, su animal favorito.
Luego levantó la cabeza, se miró a los ojos y sé dijo así misma en voz alta —¡Vamos Emma deja de ser tan gallina y dile de una vez lo que sientes! ¡Que si no te vas a arrepentir por no haberlo hecho y tal vez otra te lo vaya a robar en Chicago! — Exclamó en voz alta.
Con una sonrisa y absolutamente decidida se fue a darse una ducha rápida para ponerse manos a la obra alistando su ropa y repasando los ingredientes para la cena de esta noche. Todo debía salir perfecto.
Después de rebuscar en su armario por quince minutos se decide por un mini vestido blanco con mangas Pufs estilo Chic Hippie de lunares, que se ajustaba a su cuerpo resaltando sus curvas y sus pechos sin llegar a ser demasiado. Decidió dejar su cabello castaño suelto que caía en ondas, con algunos rizos que le caían alrededor de la cara. Se aplicó un poco de maquillaje en su piel de porcelana que seguía siendo pálida, pero luminosa, con dos pinceladas de color rosa que le alegraban las mejillas. Y sus pestañas se veían más oscuras y largas al aplicar un poco de rímel.
Una hora después de haber ido a la tienda y comprado todos los ingredientes que necesitaba para cocinar en la casa de Arthur, se dirigió emocionada y un tanto nerviosa a la casa de los Emerson que se encontraba a cinco minutos de la suya. Emma quería sorprenderle con la comida ya que usualmente Arthur se la pasaba estudiando en su habitación o en la biblioteca porque no le gustaba gastar el tiempo en cocinar. La Señora Emerson siempre cocinaba para su familia pero como estaba de vacaciones con su esposo y sus padres Emma decidió que era la oportunidad perfecta para compartir una cena con Arthur y confesarle sus sentimientos.
Al llegar a la casa de los Emerson se estaciona y se dirige a la entrada con las manos ocupadas con las bolsas de comida, en sus labios bailaba una sonrisa tímida de solo pensar lo que sucederá más tarde. Emma pasa la llave con facilidad y al abrir la puerta se encuentra una visión que la deja completamente afectada y destrozada.
Justo delante de sus ojos observa cómo Arthur está en pleno acto en el sofá con una hermosa rubia que se encuentra encima de él. El sofá cubre gran parte de todo aunque obviamente se podía ver qué estaban ocupados por el movimiento rítmico que llevaban de arriba hacia abajo y los gemidos de placer que salían de ella y los gruñidos de Arthur.
Emma no pudo soportar lo que sus ojos veían mientras estos se empañan y sin darse cuenta de que está llorando mordiéndose los labios para evitar soltar un gemido de dolor. La chica que está con Arthur abre por un momento sus ojos grises y se da cuenta de la presencia de Emma, ella solo posa sus ojos en Emma y saca una sonrisa de medio lado para luego cerrar sus ojos y comenzar a soltar gemidos aun más fuertes mientras que Arthur gruñe con más intensidad.
Emma al no poder aguantar aún más la situación suelta las bolsas de comida para poder callar un sollozo. Arthur al escuchar un estruendo empuja a la chica que queda acostada para poder ver quién está ahí, al ver quién es siente como un escalofrío le recorre por la espalda haciendo que su erección cayera en picada.
En la puerta se encuentra su ángel con una mirada destrozada tapándose la boca y con lágrimas que recorren sus mejillas rosadas.
Al encontrarse con los ojos de Arthur ella solo siente vergüenza, sin poder soportar un momento mas solo huye del lugar. Arthur se levanta rápidamente poniéndose solamente sus pantalones de chándal corriendo a la puerta detrás de Emma, al ver que ella estaba intentando abrir su coche grita a todo pulmón —¡¡EMMA!! ¡¡ESPERA!!
Al escuchar ese grito en vez de detenerla solo hace que su adrenalina aumente rápidamente, ella entra y prende el coche. Arthur al ver qué Emma está en marcha corre para detenerla pero ya es tarde.
Él se lleva las manos a la cabeza sintiéndose como el idiota más grande que jamas ha existido. Todavía sin poder creer lo que pasó, ¡Emma le acababa de encontrar en pelotas! Pero aún más importante el intentaba comprender porque Emma no le había dicho que iría a su casa y, ¿cómo logró entrar?.
Como si fuera una revelación se acordó que su madre le había mencionado que había dejado una copia de las llaves a Emma para que entrase a casa cuando ella necesitara o quisiera.
—Joder— Susurró Arthur.
Se le había olvidado completamente ¡Ella lo había visto todo! Resopló molesto, "Karma" pensó él. Además ahora ¿Cómo demonios iba a enfrentarse a ella una vez que fuera a verla? Hablar de lo que ocurrió no iba a ser fácil.
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Hola Querido Lector este libro ha estado pasando por una inspección de ortografía y de gramática! Decidí estudiar un poco más sobre la gramática ya que siento que es uno de mis puntos más debiles. Espero que te haya gustado este nuevo capitulo y siéntanse libres de dejar alguna reacción siempre me ha gustado saber que no soy la única que se emociona con esta pareja. PTT: Llore cuando me toco hacer el chequeo de ortografía lol porque seré tan masoquista conmigo misma? Ah! y porfa no olvides votar si te gusto este capitulo! ('。• ᵕ •。') ♡
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El Deseo de Emma
RomanceArthur Emerson es un joven exitoso y el mejor estudiante de su generación en Harvard. Después de terminar sus practicas en Chicago y trabajar en varios hospitales convirtiéndose en uno de los mejores médicos del país, regresara a Colorado para la c...