Midtown Manhattan NY , 20 de Diciembre del 2019.
Solamente eran las siete de la mañana y cómoda en su sillón favorito color albaricoque y rodeada de hojas de papel, se encontraban unos ojos color miel que viajaban de un lado a otro mientras el olor del papel y lápiz impregnaban su fosas nasales con cada nuevo trazado que se formaba en su boceto. Emma se encontraba absorta y entregada en su arte. Ella estaba usando unos audífonos mientras escuchaba el álbum del Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo de Howard Shore.
Sin darse cuenta Sara su mejor amiga se había despertado. Sara al ver que Emma se encontraba enfocada decidió hacer el desayuno para ambas ya que Emma no cocinaba los domingos. Media hora después Emma sintió una mano en su hombro y al girar la cabeza ve que Sara le hace una señal mientras se alejaba a la cocina indicándole que el desayuno ya estaba listo.
Dejando a un lado su lápiz y cuaderno se levanta y se dirige a la cocina mientras se hace un moño alto, su cabello castaño le llegaba hasta la cadera, hace mucho tiempo que no tenía el pelo tan largo penso.
Al llegar a la mesa sus ojos se posaron en el desayuno y su apetito se abrió rápidamente sentándose al lado de Sara mientras le da una cálida sonrisa y las gracias por el desayuno. Unos deliciosos gofres caseros con miel y fruta cortada y con un vaso de jugo de naranja mientras que el desayuno de Sara como siempre era algo saludable una avena con arándanos, frambuesas y bananos.
—Y dime qué fue lo que hizo que te despertaras antes de las ocho? —pregunta Sara mientras se lleva una buena cuchara de avena a la boca.
—Tuve un sueño... con Arthur. — Al decir su nombre Sara voltea completamente sorprendida por lo que Emma le acababa de decirle. Emma al ver la expresión de su amiga y ver que no decía nada se sonroja soltando un suspiro ella posa su mirada en esos cautivadores ojos verdes de Sara.
—No pienses nada raro simplemente soñé con sobre ese dia y nada más. -—finaliza Emma tomando un sorbo de su jugo de naranja.
Sara conocía el pasado de Emma, ya que ella confió en Sara al contarle su pasado y el porqué después de tener citas no se quedaba con las ganas de querer una segunda cita. Que a pesar de todo lo ocurrido con Arthur ella intenta seguir adelante con su vida amorosa pero todavía no ha podido encontrar a esa persona que la haga sentirse llena de vida y ese sentimiento desapareció junto con Arthur.
Cuando se trata del amor el mundo de Emma se vuelve blanco y negro.
Emma agradece el silencio de su amiga al no intentar preguntarle por sus sentimientos y no necesitaba hacerlo. A veces el silencio es el que responde las preguntas del pensamiento, son compañeras y mejores amigas se comprenden con la mirada cuando las palabras no bastan.
—Y dime que tal fue tu cita de anoche con Oscar? —Pregunto Emma con mucha curiosidad y a la vez queriendo cerrar ese silencio incomodo por mencionar a Voldemort.
—Te juro que con ese cerdo no salgo ni a la vuelta de la esquina! Dime... quien demonios le ve el culo a otras al estar en una cita!? Y lo peor...que luego me toque el trasero a mi!
—Nooooo! — grito Emma sorprendida.— De verdad ese desgraciado lo hizo!? Oye que si hubiera sido yo le hubiera roto la muñeca a cualquiera que me toque el culo en la primera cita.
—Ni que lo digas simplemente en el momento que puso su mano en el lugar equivocado le di su guantazo y dejarle las cosas en claro al cochino ese.
ESTÁS LEYENDO
El Deseo de Emma
RomanceArthur Emerson es un joven exitoso y el mejor estudiante de su generación en Harvard. Después de terminar sus practicas en Chicago y trabajar en varios hospitales convirtiéndose en uno de los mejores médicos del país, regresara a Colorado para la c...