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Narra autora

Shun y T/n habían dormido toda la tarde en la habitación, mientras que los demás estaban en la sala principal.

Saori quiso hablar con Hyoga sobre la atracción que este tiene hacia la joven Ambar.

Saori les hizo una señal a los demás (menos a Ambar, la cual, estaba distraida) de que salieran de la sala para dejarlos solos y que hablen de una vez sobre sus sentimientos.

Una vez todos afuera, Saori se acercó a Hyoga, quien estaba sentado en un sillón doble.

Saori: ¿Cuándo piensas decírselo? (se sienta a lado de Hyoga cruzando los brazos).

Hyoga: (la miró con cierta confusión hasta entender sus palabras) No lo sé. Aún no sé si ella siente lo mismo.

Saori: Nunca lo sabrás si no tratas de decirle algo (habló con una sonrisa).

Hyoga: Supongamos que se lo digo. Ella no siente lo mismo que yo.... Y.....(se cuestionó con seriedad).

Saori: Shun temía igual que tú. Y al final todo resultó bien (dejó a Hyoga en silencio).

Hyoga: Quiero pensarlo un poco más (pidió a Saori, la cual solo asintió y se levantó).

Hyoga se quedó pensando en la propuesta, o cómo se deba llamar, de Saori. Habían dos posibilidades en su cabeza: decirle a Ambar lo que sentía pero ella lo rechazaba, o que ella no lo hiciera, pero pediría tiempo para pensarlo.

Miró hacia el lugar donde se suponía que Ambar debía estar, pero no la encontró allí.

Suspiró y se levantó del sillón para ir en su búsqueda. Pensó en dónde podría estar y se le ocurrió buscar en el jardín, donde solía pasar las tardes antes de que T/n apareciera.

Caminó hacia la entrada al gran jardín y giró la cabeza un par de veces para ver si Ambar estaba por alguna parte. Bajó por las escaleras para pisar el pasto con las manos en los bolsillos.

...

Hyoga apreció por primera vez el entorno natural que le rodeaba. Escuchaba los sonidos del agua en movimiento, las aves cantando y dando color al ambiente; sintió el viento golpear en su rostro y agitar sus cabellos.

Cuando se dió cuenta que disfrutaba ese ambiente, sacudió su cabeza y se preguntó a sí mismo qué le estaba pasando.

Caminó un poco más por los puentes del jardín, pensando en qué lugar encontraría a Ambar.

Ambar: Hyoga? (escuchó detrás suyo).

Hyoga: (dio la vuelta) Ambar.
(se exaltó con los nervios). Que... sorpresa (rascó su cabeza).

Ambar: Sorpresa? (interrogó en la voz).

Hyoga: Ehh, quise decir... hola (sacudió la cabeza). Pero qué rayos estoy diciendo, si ya nos habíamos visto (comenzó a hablar solo). Soy un estúpido (se regañó a sí mismo).

Ambar: No Hyoga. Eres lindo (dijo a lo que sus mejillas se tornaron a un rojo vivo).

Hyoga: Oh Ambar, ya sé que piensas que soy... (paró en seco al haber captado lo que había escuchado).. lindo? (miró a Ambar).

Ambar tenía la mirada al suelo, pero con una hermosa sonrisa y color de mejillas que conmovieron al caballero de cisne.

Hyoga sonrió con ternura para olvidar su boba actitud de niño.

Mientras Hyoga se acercaba a Ambar, desde el balcón principal de la mansión los observaba Seiya, con una sonrisa de oreja a oreja.

Seiya: Esta casa está comenzando a parecerse al escenario de una novela (suspiró). Ahí voy por la cámara.

[Shun Y Tú] Un sueño De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora