~ PRÓLOGO ~

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~ Junio 16, 2020 ~ 

El sonido de las sirenas de la ambulancia retumban por todo el lugar, sentía como rebotaban y rebotaban de un lado para otro en mi cabeza, estaba muy desconcertado, creo que perdí el conocimiento por un lapso de tiempo... "¿Qué pasó?, ¿qué hago aquí?, ¿por qué siento tanto dolor?" no dejaba de hacerme estas preguntas, el lugar estaba completamente oscuro, el espacio era muy estrecho, no podía moverme con libertad, aparte que mi cuerpo provocaba expresiones de dolor en mi rostro con cualquier intento de salir de ahí. 

— ¡Ahí están! rápido, empecemos a trabajar...—Se escuchaban los ecos. 

Pasos y más pasos inundaron el silencioso lugar.

— Los vamos a sacar, ¿alguien me escucha?, los sacaremos, no se asuste si escucha un ruido muy fuerte, entre mas fuerte sea, más rápido los sacaremos, todo estará bien... ¡vamos, vamos equipo de búsqueda y rescate! y preparen las unidades médicas para una pronta evacuación.—Escuchaba las voces pero no tenía fuerzas para contestar.

En ese momento fuertes ruidos se provocan cerca de mí, las voces se hacen cada vez más claras, estaban cerca, y fue ahí donde todo empezó a tornarse borroso, me sentía tan débil que terminé por perder nuevamente el conocimiento.

Al despertarme no pude abrir mis ojos por completo por la fuerte luz que alumbraba todo el lugar, con los ojos entreabiertos empecé a inspeccionar en dónde estaba y observé que estaba recostado sobre una camilla, con cables conectados a mí y un fuerte olor a desinfectantes, me encontraba en un hospital, giré mi cabeza y pude ver a una enfermera llamando urgentemente a alguien desde el marco de la habitación, y en ese momento pasa por la puerta un doc, me sonríe y me saluda:

— Hola Barclay, ¿cómo te sientes?—fruncí el ceño en señal de desconocimiento, pero asentí con mi cabeza.

Me sentía tan dopado que no tenía ánimos para hablar y no quería gastar fuerzas.

— Entiendo que estés así, es normal, hay que esperar que tu cuerpo se vaya recuperando, y las drogas que te dimos para el dolor vayan saliendo de tu sistema. Sinceramente fue un fuerte accidente, es casi un milagro que hayas salido con vida y tus heridas no fueron tan graves a diferencia de... no, mejor espero a que estés en mejores condiciones para poder conversar, ahora solo debes ocuparte en descansar y recuperar fuerzas, tienes que estar preparado y en las mejores condiciones puesto que hay un oficial de policía que quiere hacerte unas preguntas, descuida es solo procedimiento de rutina, pero le diré que no estás en condiciones para atenderlo.


~ HORAS DESPUÉS ~


Una horrible pesadilla me despertó, una sensación inefable se apoderó de mí, empezó con un nudo en mi garganta, luego una fuerte presión sobre mi pecho, terminando en un extraño y melancólico vacío en mí... 

Espera, no, no había sido una pesadilla, básicamente lo que vi eran mis recuerdos, todo empieza a tornarse más claro para mí y mis dudas se van disolviendo, recapitulemos, íbamos en el auto rumbo a mi casa, después de haber pasado una tarde en familia, cuando de repente le entró una llamada al teléfono de papá y... ¡papá y mamá!, ¿dónde están mis padres?, un tic eléctrico recorrió mi cuerpo al recordarlos, mis fuerzas habían vuelto, como pude me quité el respirador artificial de mi rostro y grité a las enfermeras:

— ¡Hola, ¿hay alguien cerca?!

Al instante una chica de cabello rojizo y lentes redondos se acerca a mi camilla y pregunta:

— ¿Qué le ocurre joven barclay?—Pregunta en tono amable.

— ¿Dónde está el doc? necesito información de mis padres, ¿cómo están ellos?.

— No puedo darle esa información en este momento, pero enseguida le haré llegar la razón al doctor Williams—Asentí en agradecimiento.

Ella salé del cuarto y a los minutos un sujeto entra por la puerta, alto, con uniforme de oficial de policía y una libreta de apuntes en su mano, se acerca y toma asiento al lado de la camilla, con una expresión fría apunta: 

— Barclay Howard, ese es tú nombre?—pregunta en un tono grave.

— Si señor.—titubeo. 

— Entendido. Soy el oficial Walker, de la oficina de investigaciones de Burlington, Vermont. Estoy aquí para hacerle unas preguntas señor Howard. Empecemos con el suceso de los hechos... 

— Okay, todo comenzó cuando... 

Empecé a contarle lo que había sucedido, bueno de lo que tenía conciencia, habían algunas lagunas de desinformación, sé que al final no le sirvió mucho el venir a interrogarme, pero a mí si me sirvió demasiado, el oficial despejó las dudas que tanto tenía de la manera más cruda posible:

— Okay, entonces eso era todo, oficial Walker?

— Por ahora si, bueno, solo tengo una pregunta más, ¿sabe usted si sus padres tenían enemigos?—La pregunta me dejó fuera de lugar.

— Pues supongo que uno que otro estaría en desacuerdo con los negocios de papá pero al punto de enemigo no lo sé.

— O sea que no tienes idea de alguien que quisiera acabar con la vida de tus padres?

— No, por supuesto que no... ¿pero por qué pregunta eso?, ¿piensa que el accidente fue provocado?

— No exactamente, aún no tengo ninguna pista de eso, solo despejo las situaciones que podrían posiblemente haber traído la consecuencia de los hechos, ya que la muerte de tus padres no...

Sentí que se me detuvo el mundo, no escuché sinceramente lo demás que decía el oficial, esas cinco palabras "La muerte de tus padres" ya me habían desgarrado el alma, todo el dolor, soledad, y sufrimiento que había vivido antes quedaba pequeño con lo que sentí en ese momento. 

Perdí una parte de mí en ese lugar y es un vacío en mí corazón que nunca llenaré, pero así es la muerte, está tan segura de su victoria que nos da una vida de ventaja, y aunque no recuperaré lo perdido, me acostumbraré a vivir.

Una de las frases favoritas de papá era "Lo que haces por ti se desvanece cuando mueres. Lo que haces por el resto conforma tú legado" nunca le había dado la importancia que le doy ahora, ya entiendo perfectamente lo que querías decirme viejo, y no te preocupes, yo soy tú legado, el heredero de los Howard. 


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HEREDEROS DE STOWEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora