Capítulo 4: Feligreses

49 10 6
                                    

— ¿Juliven, puedes repetirme lo que acabas de decir?

— Barclay, lo asesiné— su voz se escuchaba preocupada.

Conozco a Juliven lo suficiente como para saber que no estaba mintiendo...

— ¿A quién asesinaste Juliven?— pregunté seriamente.

Pude notar como Allison se alertó y me miró preocupada.

— Te lo puedo jurar que no era mi intención...

— Juliven, dime, ¿qué fue lo qué pasó?— dije en tono exigente.

— Okay, te diré. Luego de irte a llevar al aeropuerto, me dirigí a la oficina, me encontré con unas personas con las que iba a cerrar unos negocios y luego...— se tomó su tiempo.

— ¿Luego qué, Juliven?— Insistí.

— Nada, luego me fui a tomar unas copas, necesitaba quitarme de encima tanto estrés del trabajo, y llegué tarde a la casa, estaba exhausto y solo subí a mi habitación y me tiré a dormir sin importarme nada. 

— Okay, okay, pero ¿a quién asesinaste?

— ¿Aún no lo descifras?

— No, no estás siendo claro.

— En todo ese tiempo no alimenté a los peces betta que eran de mamá.

— ¡Joder, Juliven!, me tenías con los nervios de punta. No, no deben estar muertos, deben pasar dos o tres días sin comer para empezar a tener debilidades y morir, mas bien ve y aliméntalos de inmediato, no seas tan despistado.

— Sí, sí, Barclay, eso haré. Pero cambiando de tema, ¿por qué hasta ahora te comunicas, y este número de quién es, por qué no llamaste desde tu celular?

— Muchas preguntas, muchos inconvenientes, solo déjame resumirte en que estoy sin nada aquí, me asaltaron y pues necesito que me gires dinero.

— ¡Ay, Barclay!, te lo advertí, te dije que tomaras esas clases de defensa personal pero no me hiciste caso, pero bueno, al parecer estás bien, debes aprender a defenderte mocoso. 

— Sí, sí, sí, como digas, no estoy para tus sermones ahora, ¿me vas a enviar el dinero o no? 

— ¿Cuánto necesitas?

— Por ahora unos $5000 dólares.

— ¿$5000? ¿Por qué tanto dinero? 

— No es mucho, además ya entré a la high school y necesito adquirir todo lo necesario, aparte de ropa y un celular nuevo, más mis gastos personales. tengo mucho que comprar.

— Con que ya formalizaste la inscripción eh, interesante. Perfecto, en las próximas horas te haré llegar ese dinero.

— Okay, hermano, te dejo,  voy a ocuparme, a fin de cuentas como heredero de los Howard, tengo mucho que hacer.— lo escuché sonreír.

— Veo que ya estás al tanto. 

— Sí, bueno, cuando tenga mi nuevo número te avisaré para estar en contacto.

— Okay, diviértete y consigue el Golden Eagle, adiós. 

Colgó la llamada. 

Miré a Allison y pregunté:

— ¿Qué es el Golden Eagle? 

— Es el premio mayor para los Howard; pero vamos, almorcemos y te voy platicando.

HEREDEROS DE STOWEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora