Prometo no olvidarte

CAPITULO 1. ¿Un nuevo comienzo?

¿Un nuevo comienzo?

Mi cuerpo no respondía, una multitud de personas y voces me rodeaba, las palabras que alguien pronunció cerca de mi me hicieron temblar.

-Todo estará bien- alguien me susurró. Sus palabras me trajeron paz en medio del caos pero lo siguiente que oí arrebató ese sentimiento.

-Heridas internas, tiene el brazo fracturado en 3 partes, debemos llevarlo a quirófano- dijo alguien casi a gritos. Yo quería gritar, llorar, pero lo único que que pude hacer fue abrir los ojos y ver la hilera de luces del techo.

Me despierto desorientado, sudando y con el permanente dolor de cabeza que me acompaña desde el accidente. Comprendo que estoy en mi habitación, me recuerdo a mi mismo que son solo recuerdos, son solo pesadillas, solo eso.

Observo el reloj, se que no queda mucho tiempo para que tenga que levantarme. Aún así lo único que hago es pasar mi brazo por mi rostro y pienso, nada ha sido igual desde el accidente, las pesadillas no se acaban, creo que la vida no puede seguir así, debo dejarlo ir, estoy vivo no hay nada que lamentar. Un ruido me trae de regreso a la realidad, alguien entra a mi habitación.

-Levantate- me ordena mi mamá.

-No puedo, no quiero- son las únicas palabras que pronuncio y se que suenan absurdas justo en el momento en que salen de mi boca.

-Se que es el primer día de clases pero esfuérzate, vamos te haré el desayuno- y con esa motivacion sale de mi habitación y sonrío debilmente. Reuno todas mis fuerzas para levantarme, me visto con una playera blanca, pantalón negro y mis botas, sólo paso mis manos por mi cabello y se que estoy listo, miro al extraño que se encuentra delante de mi y comprendo que es mi reflejo, un suspiro sale de mi y se que no soy el mismo, basta con mirarme para saberlo.

El camino de mi casa a la escuela es corto, puedo ir caminando asi también puedo pensar tranquilamente.

-¡Douglas!¡Doug!- alguien grita, se quién es, puedo reconocer su voz a kilometros.

-Peter, ya estaba pensando que me había librado de ti- nos saludamos muy nuestra manera y me alegra tenerlo aquí.

-Que va, ni aunque quisieras te podrias librar de mí, oye ¿que tal tu mano?,te ves bien pero tengo mis dudas- Peter nunca duda, siempre va al grano cuando quiere saber algo.

-Bien, he vuelto a tocar sin problemas, ya no duele como antes.

-Hombre me alegro, se que morirías sin poder tocar- río ante su comentario pero se que es verdad.

-Probablemente

-Oye Doug, ¿como lo llevas? ¿Lo extrañas?.

Mierda, mierda, sabía que esa pregunta vendría pero nunca imaginé que el dolor fuera así, imágenes me invaden, palabras, momentos que ahora son solo recuerdos borrosos. El dolor de mi cabeza y de mi corazón van en aumento, pero lo que más siento es culpa, todo fue mi culpa.