EL BESTSELLER

Cap 50

Me quedé a esperarlo porque no tenía sentido seguir sumergida en un mundo donde no habitaba Lorenzo. Y a quién quería engañar él desde que apareció en mi vida, desde que decidí aceptar ese estúpido trato se metió en mi piel y a pesar de todas las cosas jodidas por las que pasamos el amor seguía intacto.

Ocupé un asiento que me cedió el primo de Lorenzo, era gracioso como el chico me miraba con algo de aprehensión y no era para menos después del drama en que lo incluí.
No dejaba de verlo, de mirar su hermoso perfil mientras él se concentraba el prestarle atención a las personas que lo admiraban, cómo las chicas se sonrojaban al estar cerca de él y como los chicos le tendían la mano en un apretón de pura admiración.
La fila era bastante larga, eran muchas las personas que esperaban por una firma de su libro y una fotografía.

-Lo vas a gastar con la mirada. _Me dijo una divertida Sara mientras se  acercaba a saludar.

Sonreí en respuesta porque era cierto, me era totalmente imposible despegar mi mirada de su rostro, ya tenía grabados cada unos de sus gestos e incluso guarde en mi memoria unos tantos que se me habían pasado por alto.

-Es muy guapo. _Comenté sin poder contenerme.

-Dímelo a mi que tengo que espantar a las chicas que se le insinúan constantemente. _Comento con una sonrisa.

-Mierda, ahora ya no me parecen tan divertidas las giras._Dije en un ataque de celos.

-Calma niña celosa que te puedo jurar que Lorenzo no ha tenido ojos para nadie más, Lia no me corresponde meterme en sus asuntos personales de todos modos ahora solo soy la manager de Lorenzo, pero soy mujer y se diferenciar entre un hijo de puta y un buen chico. Lorenzo, no ha dejado de pensar en ti ni un solo minuto.

-¿Cómo puedes saber eso? _Pregunté con mi corazón acelerado por la emoción.

-Si te lo cuento juras no delatarme. _Pidió con una sonrisa divertida.

Asentí como una niña emocionada por recibir un regalo si se porta bien.

-Pues porque te acosa en todo momento desde mis redes sociales. _Dijo Sara con una gran sonrisa en sus labios. - Además en varias ocasiones cuando se ha ofrecido llevarme a casa se desvía hacía el edificio donde vives solo para ver si tiene suerte de verte salir o entrar en el.

En definitiva se me iba a salir el corazón del pecho, jamás imaginé que Lorenzo podría hacer tales cosas de adolescente, pues se soponia que la más inmadura en esto era yo, pero vaya que me parecían románticos sus gestos.

-¿Sara, puedo preguntarte una cosa? _Indagué con el corazón en mi mano.

Ella asintió con su cabeza.

-¿Hace cuando que Lorenzo rompió con Alba?

-No lo sé exactamente, pero si puedo decirte que esa relación estaba rota desde que empezó, en los momentos en que pude estar con ellos dos nunca vi a Lorenzo conectar con ella ni mirarla como te mira a ti.

Seguí la mirada de Sara para encontrarme con la atención de Lorenzo puesta en mi, no puede evitar  sonrojarme, ya que, la intensidad de su mirada me ponía muy nerviosa.

Sin pensar en lo que estaba haciendo y presa de la emoción dejé que me guiarán mis inmensos sentimientos, me acerqué a Lorenzo e ignorando la gran fila que aún esperaba por tener unos segundos con su ídolo literario tomé su boca depositando en ella todas las ganas acumuladas.
Lorenzo me recibió con agrado, posó sus manos en mi cintura y me estrechó un poco más contra su cuerpo. Fuimos conscientes de la multitud solo al escuchar los silbidos y jadeos de sorpresa de los asistentes. Estaba muy apenada por el espectáculo que estábamos protagonizando. Sin embargo, por fortuna Lorenzo se hizo cargo de la situación y tomando mi mano firmemente me guió hasta la parte trasera de la librería mientras escuchaba como Sara le decía a los asiententes que el autor se tomaría un descanso.