Prologo: Guardianes de la Noche

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Muchas criaturas moran en la oscuridad de la noche, en una ciudad tan grande como esta. Muchas son las diferentes cosas que se pueden esconder entre los tejados, entre los edificios, entre las grandes construcciones.

París tiene secretos, pero hay secretos, y... hay Secretos. hay secretos que saltan a la vista, que la gente pasa tiempo soñando de que tratan. Uno de los más conocidos es ¿Cuáles serán las identidades de los héroes de parís, Ladybug y Chat Noir? ¿Serán adolescentes normales como "ellos"? y digo "ellos", no puedo incluirme entre "ellos" ... me encantaría, pero no soy una persona normal.

Y por último, hay Secretos. Hay razas de criaturas obscuras habitando en todos los rincones de parís.

Están los guardianes del dia y de la noche. Los héroes de parís

Están los que se hacen llamar guardianes de la noche, familias antiguas con linaje de cazadores de bestias, como los Bourgueois.

Y por último, estamos los verdaderos guardianes de la noche, aquellos que nos dedicamos a protegerla del avance humano. Las gárgolas, los hombres lobo, y por último nosotros, los vampiros.

-Juls- una suave voz me sacó de mi divagación- ¡al fin te encuentro! -.

-Ehh, ¿hermano? - respondí en voz baja – ¿qué haces aquí? Nos van a descubrir-.

-Tranquila, no nos descubrirán aquí arriba. -

Miré hacia abajo. Mis pies colgaban sobre varios metros hasta el suelo, estaba sentada sobre uno de los ventanales laterales de la catedral de Notre Dame. No sé cómo, Luka se las arregló para aparecer detrás de mi sin que me percatara, los vitrales no pueden ser abiertos y no lo ví llegar por el lado. Los vampiros, cada uno de nosotros, posee diferentes cualidades, habilidades especiales que tienen que ver con nuestra personalidad y habilidades que teníamos cuando éramos humanos. No hablaré de mi por ahora, pero Luka tiene el don de el sonido, y sobre todo del silencio, por lo que puede volverse completamente inaudible.

-¡Atrápalo!- la voz de mi hermano me sacó de mis pensamientos, con rapidos reflejos levante las manos y un objeto blando y de consistencia viscosa quedó atrapado entre mis dedos. Era una bolsa, de color burdeo, con una etiqueta pegada. Las grandes letras saltaban a la vista

-¿O negativo?-

-Estás de suerte juls, no todos los días se consigue tu sabor de sangre favorito-

Miré la bolsa unos segundos, teníamos un primo enfermero que entró a trabajar a un banco de sangre, nos conseguía muestras que estuviesen a punto de expirar o que salieran contaminadas con VIH u otras enfermedades... somos inmunes a esas cosas. No era sangre fresca, pero realmente era mucho mejor que nada. Clavé los colmillos en la bolsa.

Me tomó un tiempo darme cuenta que el único sonido eran mis sorbeteos. Luka me miraba divertido mientras chupaba como si estuviera deshidratada. Le ofrecí la bolsa medio vacía.

-Perdón, ¿quieres? - pregunté, casi me atoro.

-tranquila- me dijo con una leve sonrisa- Ya comí, además lo traje para ti. -

Algo nos sacó de nuestro momento de hermanos, gritos de desesperación... gente en peligro, no... específicamente niños en peligro. Luka se hizo una nube de humo de la cual salieron volando una colonia de murciélagos, decidí seguirlo de cerca, por lo que también fui cubierta por una nube de humo y transformada en varias decenas de murciélagos que volaron hacia la noche.

La Muerte de Chat NoirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora